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Conocer la vida y la iglesiapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-8903-7
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Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 23 Sección 2 de 3

SATANÁS CAUSA DAÑOS
AL HACER QUE EL HOMBRE SE ALEJARA DE LA VIDA

Puesto que la meta de la creación realizada por Dios es la vida y Dios desea que Su creación obtenga la vida, Satanás, Su adversario, intervino para causar daño y dificultades a este asunto de la vida. En el universo Satanás, el maligno, se opone a Dios, obstruye a Dios y daña el plan de Dios. Satanás siempre trata de dañar el asunto más crucial y poner en peligro el lugar de mayor importancia. Por consiguiente, cuando Dios puso al hombre frente al árbol de la vida, Satanás intervino para seducir al hombre alejándolo de la vida y llevándolo hacia otra meta: el árbol del conocimiento del bien y del mal. La meta de Dios es la vida, pero Satanás hizo que el hombre le prestara atención al bien y al mal. Satanás interrumpió el plan de Dios y alejó al hombre de la meta de Dios. Como resultado de ello, el hombre cayó en el ardid de Satanás y no prestó atención a la meta de Dios. En vez de ello, prestó atención a la meta en la cual se basaba la tentación de Satanás. Por consiguiente, el hombre no tuvo contacto con el árbol de la vida, sino que comió del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal (3:1-7). Dios está interesado en la vida, pero la tentación de Satanás lleva al hombre hacia la meta del bien y del mal. A partir de entonces, la meta para el hombre ante Dios cambió. Desde ese tiempo, el hombre perdió su camino delante de Dios.

Dios presta atención a la vida, pero Satanás se centra en el bien y el mal. Desde que el hombre fue tentado y cayó, solamente ha prestado atención al asunto del bien y del mal. Puesto que a éste sólo le preocupaban el bien y el mal, Dios se vio obligado a darle la ley. Dios usa la ley para examinar y probar al hombre, de modo que éste se dé cuenta de que no puede hacer nada. Dios dio la ley para poner al hombre al descubierto (Ro. 7:7), y aun cuando el hombre tiene el firme deseo de guardar la ley, él falla totalmente. Aunque sabe que debería renunciar al mal y hacer el bien, él no tiene la capacidad ni los medios para hacer el bien (vs. 18-19). Todo lo que él puede hacer es inclinar su cabeza ante la ley y admitir su inutilidad para hacer el bien.

LA VIDA ESTÁ EN EL JESÚS ENCARNADO

Dado que el hombre cayó por completo con respecto a la ley, Dios se hizo carne y entró en el hombre (Jn. 1:14). Aquel que vino a la humanidad y se hizo hombre era el Señor Jesús. En el Señor Jesús estaba la vida (v. 4). Debemos prestar especial atención a Juan 1 y a Génesis 2; hay que leer estos dos capítulos juntos. Sin Génesis, podríamos considerar muy extraño que el primer capítulo de Juan, que describe el propósito de Dios, comience diciendo: “En Él estaba la vida” (v. 4). Ciertamente preguntaríamos: “¿Qué es la vida? ¿Qué significa la frase en Él estaba la vida ?”. Génesis nos ayuda al mostrar que después que el hombre fue tentado y cayó, perdió la mayor bendición, la de la vida; él perdió un tesoro, que es el centro del universo. Después de Génesis 2, resulta difícil hallar este asunto de la vida hasta que vemos en Juan 1:4 que “en Él estaba la vida”.

Si tenemos esta luz, exclamaremos entusiasmados: “Ahora veo que la vida en Génesis 2 está realmente en Él. En Él está la vida que Adán perdió a causa del pecado. La vida que a Dios le interesa está en Él. El centro y propósito del universo está en el Señor Jesús, a quien conocemos”. Un día Él dijo a Sus discípulos: “Yo soy [...] la vida” (Jn. 14:6). Él es el “Yo soy” (8:24); cualquier cosa que necesitemos, Él es. La vida está en Él. Él es la Palabra que era en el principio. Él es Dios mismo, y todas las cosas por medio de Él llegaron a existir (1:1-3).

Puesto que todas las cosas llegaron a existir por medio de Él, hemos sido traídos de regreso al propósito de la creación que vemos en Génesis. En la creación Él es el Creador, y un día este Creador se hizo carne. El primer capítulo de Juan habla acerca del principio (v. 1), de la creación (v. 3) y de que la Palabra se hizo carne (v. 14). La frase en el principio se refiere a la eternidad pasada antes que el tiempo comenzara. Todas las cosas por medio de Él llegaron a existir se refiere a la creación, y se hizo carne se refiere a la encarnación. El Jesús encarnado es el Dios que era en el principio y quien también es el Creador. La vida que estaba en el árbol de la vida en el capítulo 2 de Génesis se refiere a la vida que estaba en Él. Si deseamos tocar esta vida, esta vida está en Él. Si deseamos obtener esta vida, esta vida está en Él. Él es la vida. Si tocamos a Él, tocamos la vida; si obtenemos a Él, obtenemos la vida. Si no tenemos a Él, no tenemos la vida (1 Jn. 5:11-12).


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