Vivir en y con la Trinidad Divinapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6188-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En los primeros dos capítulos vimos la visión en cuanto a la Trinidad Divina y la visión en cuanto a la economía de la Trinidad Divina. En este capítulo queremos ver la visión en cuanto a la impartición de la Trinidad Divina. La impartición de la Trinidad Divina forma parte de Su economía. La economía de Dios es la administración de Su casa. En la antigüedad una familia grande, quizás de varias generaciones, vivía junta. Una familia tan grande tenía la necesidad de una administración, un arreglo, para el suministro de los alimentos. En el Antiguo Testamento, José es un buen ejemplo del administrador de una casa, un mayordomo. Él era el administrador de la casa del faraón. El suministro de los alimentos estaba bajo la mayordomía de José. Su mayordomía consistió en dispensar alimentos a todos los que estaban en la casa del faraón.
Tenemos que ver la diferencia que existe entre los términos dispensación y dispensar o impartir. La dispensación de Dios, Su economía, es Su plan para impartirse como el rico suministro a todo Su pueblo escogido. En la dispensación de Dios, Dios tiene el propósito de impartirse a Sí mismo dentro de Su pueblo. Impartir es suministrar, distribuir y dar. Dios se da, se imparte, se distribuye, se dispensa a Sí mismo en Su pueblo para ser su disfrute. Esta impartición es del Dios Triuno: el Padre, el Hijo y el Espíritu.
La impartición del Dios Triuno se puede ver primero en Juan 1:14 y 16. Estos versículos nos dicen que el Verbo [el Dios Triuno] se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros, lleno de gracia y de realidad, y que de Su plenitud recibimos todos, y gracia sobre gracia. ¿Cuál fue el propósito de que el Dios Triuno se hiciera carne y fijara tabernáculo entre nosotros? Es correcto decir que el Dios Triuno se encarnó para ser nuestro Salvador, pero esto todavía es muy superficial. Debemos darnos cuenta que Juan 1:14 es como un gran océano. Su significado es profundo, amplio y va más allá de nuestro entendimiento natural. Este versículo es como una mina profunda llena de tesoros.
Juan 1:14 dice que el Dios Triuno encarnado estaba lleno de gracia y de realidad. Muchos cristianos no tienen el entendimiento apropiado de lo que son la gracia y la realidad. La gracia es Dios mismo para que nosotros lo disfrutemos. Una línea de Himnos, #211, dice: “Gracia, en su mayor definición es Dios en Cristo siendo mi porción”. La gracia es Dios como nuestro disfrute y la realidad es Dios hecho real para nosotros. La gracia es Dios para que lo disfrutemos y la realidad es Dios como nuestra posesión. Nada es real en el universo excepto Dios. Nuestro Dios es la luz verdadera. Nuestra verdadera bebida es Dios. Nuestra comida es Dios. Dios es la realidad. La frase “lleno de gracia y de realidad” en el versículo 14 indica que la encarnación tiene como fin que Dios venga y se imparta en nosotros y sea nuestro disfrute y nuestra posesión. Debemos recibir esta grandiosa visión. La encarnación de la Trinidad Divina tiene por finalidad que Él mismo se imparta en nosotros para que lo disfrutemos y para que sea nuestra herencia. Lo disfrutamos y lo heredamos como nuestra posesión, como nuestra realidad, por medio de Su impartición.
Apocalipsis 21 y 22 revelan que Dios será nuestra única realidad en la Nueva Jerusalén en la eternidad futura. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna porque Dios mismo es la luz y Cristo es la lámpara (21:23; 22:5). La luz en el universo no será algo hecho por el hombre, sino que será Dios mismo. Dios es la realidad de la luz, y Él es nuestra posesión y nuestra herencia. En la Nueva Jerusalén también está el río de agua de vida (22:1). Este río es un símbolo del Espíritu como el suministro de agua divina y espiritual que satisface nuestra necesidad. El fruto del árbol de la vida será nuestra comida en la Nueva Jerusalén (22:2). Por lo tanto, en la Nueva Jerusalén, la luz es Dios mismo, el agua es Dios mismo y la comida es Dios mismo. Él es la realidad de todas nuestras necesidades. Dios vino en Su encarnación con todas estas riquezas de gracia y de realidad. Lo heredamos y lo disfrutamos como tal rica provisión.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.