Visión del edificio de Dios, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6775-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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El punto número once es que junto con este fluir y suministro de vida tenemos una calle. Hay una sola calle, un solo camino. En la calle de la Nueva Jerusalén hay un río que fluye, y en ese río crece un árbol cuyas ramas se extienden de uno a otro lado del río. El camino espiritual siempre va acompañado del fluir y del suministro de la vida. Examinemos nuestra propia experiencia. Si no tenemos el fluir de vida ni el suministro de vida, no tendremos un camino por el cual andar; no sabremos cómo seguir adelante. Cuando estamos en una reunión de la iglesia que está llena del suministro de vida en el fluir de vida con la luz y autoridad de Dios, sabremos con toda claridad cuál es el camino que debemos seguir. Después de esta reunión e incluso durante la reunión, diremos: “Ahora veo las cosas claramente y sé lo que debo hacer con respecto a esto y aquello; sé cómo proseguir”. Vemos esto con claridad porque allí está el camino, la calle. Pero si la reunión de la iglesia está llena de confusión y oscuridad, de pobreza y sequedad, en dicha reunión no estará presente el trono, ni la luz, ni el fluir de vida. En una reunión así estaremos en tinieblas, y después no sabremos cómo proseguir puesto que no hay ningún camino.
El cuadro anterior nos revela tres cosas en una: la calle o el camino, el fluir de vida y el árbol de la vida. Cuando tenemos el fluir de vida, tenemos también el árbol de la vida y el camino de vida. El camino de vida se halla junto con el árbol de la vida, y el árbol de la vida crece en el fluir de vida. En el fluir tenemos el suministro de vida y la manera de seguir adelante.
El punto número doce es que hay un solo fluir de vida, un solo árbol de la vida y una sola calle de vida. Si su camino es diferente del mío, algo anda mal; o usted está equivocado o yo estoy equivocado, o posiblemente ambos estemos equivocados. Pero si todo está bien, entonces los dos debemos encontrarnos en el mismo camino, puesto que únicamente hay un solo camino. Debido a que las ciudades hoy en día tienen muchas calles y caminos, es fácil perderse. Sin embargo, no existe este problema en la Nueva Jerusalén, puesto que la ciudad tiene una sola calle y un solo camino. El cuadro de la Nueva Jerusalén también revela que la calle debe de tener forma de espiral. La ciudad misma tiene la forma de un monte en cuya cima está el trono de Dios. Desde los cimientos de la ciudad, la calle pasa por todas las doce puertas por las cuales la gente puede entrar. Luego, la calle asciende en espiral alrededor de la ciudad hasta llegar al trono. Desde el trono, fluye el río de vida y va descendiendo en medio de la calle hasta llegar a las doce puertas de la ciudad. Independientemente de la puerta por la cual usted entre, si avanza en la única calle, finalmente llegará al trono. La calle asciende, mientras que el río de vida desciende. Por lo tanto, la vida de Dios fluye a nosotros para llevarnos hacia arriba. Siempre que experimentemos el fluir en nosotros, éste siempre nos traerá el camino; y si seguimos este camino, la calle nos conducirá al trono de Dios. El disfrute del fluir de vida nos impartirá el camino de vida, y el camino de vida nos conducirá a Dios. Si simplemente seguimos el camino de vida, seremos conducidos a la presencia de Dios. En la vida de iglesia hoy únicamente existe un solo fluir de vida, un solo árbol de la vida y un solo camino de vida. El camino de vida siempre va hacia arriba. Cuanto más sigamos en este camino, más avanzaremos y ascenderemos hacia el trono.
El punto número trece es que esta única calle es completamente de oro (21:21). Esto significa que el camino de vida se halla en la naturaleza de Dios. El camino espiritual siempre debe ser el camino de la vida junto con la naturaleza de Dios. Siempre que usted sienta que debe hacer algo siguiendo cierto camino, ese camino tiene que conllevar la naturaleza de Dios. Si hacemos algo de manera contraria a la naturaleza de Dios, ésa no será la manera de llevarlo a cabo. El camino correcto es el camino de la calle de oro, el camino de la naturaleza de Dios. Cuando ustedes se encuentran en el fluir de vida, tienen el camino correcto por el cual avanzar, y en ese camino siempre se hallará la naturaleza de Dios.
Estos puntos cruciales que vemos en la Nueva Jerusalén me han ayudado mucho a comprender todos los aspectos de la vida de iglesia, puesto que esta ciudad es la máxima consumación del edificio de Dios.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.