Economía neotestamentaria de Dios, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-252-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Debemos impresionarnos profundamente de que el Nuevo Testamento nos revela una Persona maravillosa para el impartir divino. Esta Persona es el Dios Triuno encarnado para ser hombre (Jn. 1:14). Los Evangelios nos muestran la concepción y el nacimiento de esta Persona. Su concepción fue llevada a cabo por el Dios Triuno. Todos los tres de la Deidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu, tomaron parte en esta concepción y participaron en ella. Muchos de nosotros tenemos un concepto inadecuado en cuanto a Su concepción. Pensábamos que ésa fue simplemente la concepción del Hijo de Dios, sin embargo, tenemos que darnos cuenta de que tanto el Padre como el Espíritu tomaron parte en esa concepción. La esencia divina del Padre fue mezclada con la esencia humana mediante el Espíritu (Mt. 1:18, 20; Lc. 1:35). Por lo tanto, todos los tres de la Deidad participaron en esa concepción que fue llevada a cabo en el vientre de una virgen humana. Esto produjo a un niño con dos naturalezas: las naturalezas divina y humana. El nació como un Dios-hombre. Desde Su nacimiento El era el Dios completo (Ro. 9:5) y el Hombre perfecto. En tal concepción y nacimiento vemos a los tres de la Deidad en humanidad. Ninguna palabra humana puede explicar una concepción y nacimiento tan misterioso, excelente y maravilloso. La Persona que fue producida por medio de tal concepción también es misteriosa, excelente y maravillosa. En la historia humana, nunca ha existido tal Persona.
El Nuevo Testamento luego nos dice que esa Persona tan excelente y maravillosa vivió una vida que fue sumamente misteriosa, excelente y maravillosa. Esta vida combinó y mezcló la vida humana con la vida divina. En esta vida podemos ver todos los atributos divinos y todas las virtudes humanas, en esta vida no podemos encontrar ni rastro de pecado, y en esta vida no hay lugar para Satanás y no hay ningún elemento del mundo. Esta vida no sólo es una vida misteriosa, excelente y maravillosa, sino también una vida victoriosa, una vida de victoria al máximo. Tal vida realiza el propósito eterno de Dios y ha sido establecida como patrón, modelo, para que la vivan todos los cristianos. Es un modelo completo para la vida de iglesia.
En los capítulos anteriores hemos visto dos puntos fundamentales de la economía neotestamentaria de Dios: la encarnación de la Palabra y el vivir del Hijo. Ahora pasamos al tercer punto de la economía neotestamentaria de Dios, la muerte del Hijo. Que una muerte sea honorosa o no, que una muerte esté llena de dignidad o no, depende del origen de esa muerte. La muerte de un mosquito no lleva ningún significado, pero la muerte de un rey tiene gran significado. En el Nuevo Testamento hay una muerte llena de significación. Es misteriosa, excelente, magnífica y maravillosa porque es la muerte de una Persona misteriosa, excelente, magnífica y maravillosa. Esta es la muerte del Dios-hombre. Esta es la muerte de un Hombre que tenía a Dios forjado en Su naturaleza intrínseca, un Hombre mezclado con el Dios Triuno. El Dios Triuno, el Padre, el Hijo y el Espíritu, tiene todo que ver con este Hombre, así que este Hombre era un Dios-hombre Triuno. Tal Hombre murió una muerte magnífica, excelente, misteriosa, maravillosa y victoriosa.
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