Estudio-vida de Deuteronomiopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6649-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La palabra no es solamente Cristo como palabra de Dios para que el hombre reciba vida; la palabra también es Cristo como comida del hombre para que éste reciba nutrición (Dt. 8:3; Mt. 4:4; Jn. 6:63b, 57b). Cristo es primeramente nuestra vida y, luego, nuestro suministro de vida. Como nuestra vida y nuestro suministro de vida, Cristo es la palabra.
Mateo 4:4, una cita de Deuteronomio 8:3, revela que Cristo como palabra de Dios es nuestro suministro de vida. Todo lo que procede de la boca de Dios es Cristo. Puesto que este mensaje se centra en Deuteronomio, queremos recalcar el hecho de que la palabra contenida en este libro es Cristo como nuestra vida y nuestro suministro de vida. Acudamos, pues, a este libro para encontrar a Cristo como nuestra vida y como nuestro suministro de vida.
El esquema general de Deuteronomio es el siguiente: el nuevo adiestramiento impartido a la nueva generación de los hijos de Israel después que vagaron por largo tiempo, con el fin de prepararlos para entrar en la buena tierra prometida por Dios y heredarla en propiedad. Aunque la palabra adiestramiento no se encuentra en Deuteronomio, es un hecho que Moisés le estaba dando al pueblo un nuevo adiestramiento. El primer adiestramiento había sido dado cuarenta años atrás en el monte Sinaí, y en el libro de Deuteronomio, este adiestramiento fue dado nuevamente, esta vez a la nueva generación, la cual había estado vagando por el desierto. El propósito de este adiestramiento era prepararlos para entrar en la buena tierra y heredarla.
Durante los cuarenta años que estuvieron en el desierto, los hijos de Israel fueron llevados por Dios. Moisés habla de esto en 1:31: “En el desierto, donde has visto que Jehová tu Dios te ha llevado, como lleva el hombre a su hijo, por todo el camino en que habéis andado hasta llegar a este lugar”. Aunque el hecho de que vagaran no agradó a Dios, Dios los llevó de manera continua hasta que finalmente Él obtuvo un pueblo que estaba preparado para entrar en la buena tierra, poseerla, disfrutarla y edificar en ella un templo, una casa, para Dios.
El mismo principio se aplica hoy a nosotros. A lo largo de los años, Dios nos ha llevado. Dios nos lleva aun cuando nuestro diario vivir no le agrada; Él nunca nos desecha. Además, Él no sólo lleva a todos los creyentes, sino también a todas las iglesias. Hoy las iglesias están sobre los hombros del Señor. Él lleva a las iglesias sobre Sus hombros con el propósito de cumplir Su economía. Dios no puede ser derrotado; Él logrará la meta que se propuso alcanzar. Mientras nos lleva, Él necesita que experimentemos un deuteronomio, que Su palabra nos sea reiterada, una y otra vez.
El pensamiento central de Deuteronomio es que Cristo es el Instructor y Líder del pueblo de Dios a fin de que ellos puedan entrar en el territorio celestial y participar de las riquezas de Cristo.
Debemos comprender que cada palabra de Deuteronomio nos suministra vida. Los hijos de Israel fueron sustentados con todo lo que procedió de la boca de Dios. Esto realmente significa que fueron sustentados con Cristo, pues, como ya señalamos, todo aquello que procede de la boca de Dios es Cristo. Por una parte, Cristo es la buena tierra; por otra, Él es el alimento que nos sustenta en el camino a la buena tierra. Él es Aquel que logra entrar en la buena tierra. La intención de Dios nunca fue que nosotros tratáramos de entrar por nuestra propia cuenta. Dios nos está dirigiendo hacia la buena tierra por medio de Cristo, y también nos está sustentando con Cristo, quien es todo lo que procede de la boca de Dios. Esto significa que Cristo nos sustenta para que entremos en Él mismo. Ésta es la revelación contenida en el libro de Deuteronomio, un libro que nos habla de Cristo como la buena tierra y como el alimento que nos sustenta.
Como Instructor y Líder del pueblo de Dios, Cristo los capacita para que entren en el territorio celestial y participen de Sus riquezas. Este territorio celestial es Cristo mismo, y las riquezas son las riquezas de Cristo como buena tierra descritas en Deuteronomio 8:7-9: tierra de arroyos de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en valles y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de aceite y de miel; tierra de hierro y cobre. Los valles y montes representan los diversos entornos en los cuales podemos experimentar a Cristo como Espíritu que fluye. La buena tierra es una tierra que fluye leche y miel, las cuales son producto de la combinación de la vida animal y la vida vegetal. El hierro y el cobre sirven para fabricar armas con las cuales combatimos contra el enemigo. (Para más detalles sobre las riquezas de Cristo como buena tierra, sírvase leer El Cristo todo-inclusivo, un libro que se compone de los mensajes dados durante la primera conferencia realizada en los Estados Unidos, en 1962). Cristo lo es todo: el agua, la comida, las armas y la tierra.
Las palabras claves de Deuteronomio son las siguientes: amar a Dios, obedecer Sus mandamientos (Sus palabras) y recibir Su bendición. Estos asuntos se repiten en todo el libro de Deuteronomio. Moisés nos dice reiteradas veces que si amamos al Señor nuestro Dios y obedecemos Sus mandamientos, recibiremos Su bendición.
Deuteronomio consta de ocho secciones. En la primera sección se hace un recuento del pasado (1:1—4:43). Una persona que se arrepienta y desee tener un nuevo comienzo recibirá mucho beneficio si hace un recuento del pasado. En la segunda sección la ley es proclamada nuevamente (4:44—26:19). Ésta es una extensa sección que abarca la mayor parte del libro. Las otras secciones son: una advertencia (27:1—28:68); el pacto es promulgado (29:1—30:20); las exhortaciones y los encargos finales (31:1-13, 24-29); el cántico de Moisés (31:14-23, 30; 32:1-47); la bendición de Moisés (33:1-29); y la muerte de Moisés y el sucesor de Moisés (32:48-52; 34:1-12).
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.