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Verdad, la vida, la iglesia y el evangelio las cuatro grandes columnas del recobro del Señor, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3645-1
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EL RECOBRO DEL SEÑOR
CONSISTE EN RECOBRAR LA LUZ DE LA VERDAD

El recobro del Señor consiste en recobrar la luz de la verdad. En los pasados sesenta años el Señor nos ha venido abriendo la Biblia día a día, capítulo por capítulo y versículo por versículo, y continuará haciéndolo hasta que todas las verdades desde Génesis hasta Apocalipsis sean completamente transparentes, abiertas y reveladas a nosotros. Podríamos decir que hasta ahora no ha habido otro grupo de cristianos que haya hablado acerca del capítulo 2 de Génesis y especialmente acerca del árbol de la vida, tan claramente como lo hemos hecho en el recobro del Señor. De la misma manera, hoy en día no hay nadie fuera del recobro del Señor que pueda hablar acerca de la verdad que está en los dos últimos capítulos de Apocalipsis, en cuanto a la Nueva Jerusalén, con el mismo grado de claridad con el que nosotros lo hemos visto y hablado.

En 1963 me invitaron a laborar en los Estados Unidos, en el este de Texas. Una noche, después que regresé a la casa donde estaba hospedado, vi a un joven, un creyente de los bautistas del sur, quien estaba dedicado a la predicación del evangelio. Él estaba sentado en el estudio, hablando con un amigo por teléfono, y lo estaba invitando a que viniera a las reuniones. Le dijo que él estaba asistiendo a una serie de reuniones donde la predicación tenía un mensaje poco común, y que quería que hiciera todo lo posible por tomar un avión para asistir a la reunión. Cuando escuché esto, sacudí la cabeza, pensando que debía estar loco al pedir algo así. Pero para mi sorpresa, a la noche siguiente su amigo efectivamente vino desde el oeste de Texas. Esa noche compartí acerca de la relación que hay entre los primeros dos capítulos de Génesis y los últimos dos capítulos de Apocalipsis. Después de escuchar, este hermano fue cautivado por el Señor y confesó que nunca antes había escuchado un mensaje de esta clase. El día siguiente era día del Señor, y él tuvo que regresar al oeste de Texas debido a que le tocaba predicar un sermón; pero el siguiente lunes por la mañana, regresó con su esposa, y, después que ella escuchó un mensaje, expresó también su deseo de seguir este camino.

Este ejemplo nos muestra que incluso en un país cristiano tan avanzado como los Estados Unidos escasean las verdades bíblicas. Por consiguiente, la necesidad más urgente en la tierra hoy es la verdad de esta era. El Señor ha puesto sobre nuestros hombros la responsabilidad de propagar la verdad. Pese a que no tenemos un gran número de servidores, cada uno de nosotros debemos tomar la carga de aprender la verdad, predicarla en todas partes y traer a otros diez al conocimiento de la verdad, y perfeccionarlos para que hagan lo mismo. Si hacemos esto, al cabo de tres o cinco años entre nosotros habrá una tremenda multiplicación o incremento. Si en las Filipinas hubiera cuarenta mil personas que conocieran las verdades y también pudieran explicárselas a otros, ellos podrían propagar la verdad a todo el país. Eso también sería un panorama muy glorioso.

Hace aproximadamente treinta años, cuando las Filipinas, después de cuarenta años, dejó de estar bajo el dominio de los Estados Unidos, el idioma inglés aún no era muy común. Ahora la situación ha dejado de ser la misma, pues vemos que el inglés se enseña hasta en las escuelas primarias de Mindanao. Creo, sin lugar a dudas, que un día no solamente la luz del evangelio, sino también la luz de la verdad que tenemos en el recobro del Señor será propagada a todas las Filipinas, de la misma manera que el idioma inglés. Incluso los jóvenes recién salvos podrán hablar de estas verdades con facilidad.

Lo que nosotros llamamos la luz de la verdad es, de hecho, la luz del evangelio. El evangelio que predica la mayoría de los cristianos es demasiado superficial y se encuentra en un nivel muy bajo. En realidad, el evangelio incluye todas las verdades que se hallan en la Biblia. Hoy en día la Biblia se publica y se distribuye ampliamente en todo el mundo. Muchas personas tienen una Biblia, pero para ellas no es un libro abierto ni fácil de entender. Así que, cuando la leen, usan su mente para entenderla, y por ello les es imposible ver los misterios espirituales que ella encierra. Considere por ejemplo Efesios 5. Cuando las personas, ya sean creyentes o no, leen este capítulo, piensan que es muy bueno porque dice que los maridos deben amar a sus esposas y que las esposas deben estar sujetas a sus maridos. Este concepto ya está presente en la mente de las esposas; no es necesario leer la Biblia para tener este tipo de entendimiento. Asimismo, todos los esposos desean amar a sus esposas, pero su mayor problema es que sus esposas no se sujetan a ellos. No es necesario que la Biblia les enseñe esto pues los esposos ya tienen estos conceptos en ellos.

Sin embargo, Efesios 5 no sólo habla de estas dos cosas, sino que además revela una verdad mucho más profunda, a saber, que debemos ser llenos de Dios en el espíritu (v. 18). Sin embargo, cuando las personas leen este versículo, casi todas tienen un velo sobre sus ojos. No saben qué cosa es estar en el espíritu ni tampoco saben lo que es el espíritu. Asimismo desconocen quién es Dios y cómo Él puede llenarlas. Ésta es la clase de entendimiento que todos, incluso los cristianos, tienen de la Biblia. Apenas conocen la letra de la Biblia de un modo superficial, pero casi nadie percibe las verdades y misterios que se hallan escondidos en ella.

Los cristianos en su mayoría, cuando leen la Biblia, ven únicamente que les enseña a las personas a ser comprensivas, pacientes, amables, justas y moderadas. Piensan que esta clase de enseñanza es buena y apropiada, y muy similar a las enseñanzas de los confucionistas chinos. Ignoran completamente la revelación hallada en la Biblia en cuanto a la economía de Dios y a los misterios de Dios. Para la mayoría de las personas, incluso para los cristianos comunes, la Biblia es un libro sellado. Consideren el Evangelio de Mateo; casi nadie entiende por qué el primer capítulo de Mateo registra la genealogía de Cristo y por qué la presenta de la manera que lo hace. Gracias al Señor, hoy en día en el recobro del Señor, la Biblia ha dejado de ser un libro cerrado. Si leemos la Biblia junto con los mensajes del Estudio-vida, podríamos ver el significado de cada uno de los nombres que aparecen en la genealogía. Cuanto más leamos, más entenderemos con claridad, y sentiremos que todo el libro nos ha sido abierto; como resultado, podremos entrar en las profundidades de Mateo y llegar a conocer el verdadero significado de la revelación divina.

Por esta razón, he estado animando a todos los santos de los Estados Unidos y de Taiwán a que dediquen dos horas al día para estudiar la Biblia con la ayuda de los mensajes del Estudio-vida. De este modo, podrán leer todo el Nuevo Testamento en cuatro años. Espero que todos los jóvenes dediquen el tiempo necesario. Así, en cuatro años llegarán a ser excelentes maestros de la Biblia, capaces de presentar el Nuevo Testamento de una manera clara y lógica, y podrán satisfacer la gran necesidad que hay del Señor en todo lugar.


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