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EL SIGNIFICADO DE LOS DONES
EN EL NUEVO TESTAMENTO

Las enseñanzas de alguna manera son comunes, y ciertos dones son muy comunes, pero hay también ciertos dones extraordinarios. Actualmente, muchos cristianos toman las cosas a la ligera. Hablan de los dones, pero quizás no conozcan el verdadero significado de la palabra don, ni los pasajes donde la Biblia habla de los dones. Debemos estudiar estas cosas, ya que hay varios libros en la Biblia que tratan sobre los dones. Mateo 25 nos habla de la parábola de los talentos y de la parábola de las vírgenes. Estas dos parábolas van juntas. La parábola de las vírgenes trata sobre la vida, y la parábola de los talentos trata sobre el servicio. Con relación a la vida, todos somos vírgenes, y con relación al servicio, todos somos siervos, esclavos. A estos esclavos se les dio cinco talentos, dos talentos o un talento (vs. 14-15).

Después de Mateo, está Romanos, y el capítulo 12 habla de los dones. En este capítulo los dones son muy comunes (vs. 4-8). Aquí, incluso la enseñanza, dar hospitalidad a los santos, hacer misericordia y dar cosas materiales son dones. En Romanos 12 no hay ningún don extraordinario; no hay ningún don milagroso, solamente los dones comunes.

Pero, en 1 Corintios tenemos los dones milagrosos y los dones administrativos. Los capítulos 12 y 14 hablan de los dones milagrosos y extraordinarios, como los dones de sanidad, hablar en lenguas y realizar obras poderosas, y también hablan de los dones administrativos, tal como el don de cuidar del gobierno de la iglesia.

Efesios es el cuarto libro que trata sobre los dones. Los dones abarcados en este libro son las personas, los miembros del Cuerpo, tales como los apóstoles, profetas, evangelistas, y pastores y maestros (4:11). Éstos son miembros del Cuerpo, y todos nosotros somos miembros del Cuerpo. En Efesios no sólo tenemos estas cuatro clases de miembros, sino todos los miembros con sus funciones (v. 16). En este libro, las personas son los dones.

LOS DONES COMUNES SON MÁS IMPORTANTES
QUE LOS DONES EXTRAORDINARIOS

En Mateo 25, en Romanos 12 y en Efesios 4 no vemos nada milagroso. Solamente en 1 Corintios vemos algunos dones que son milagrosos. De todos estos tipos de dones, ¿cuáles son los importantes? Quizás digamos que todos son importantes, pero no cabe duda que los talentos, los dones comunes y las personas que son dones, son más importantes. Por supuesto que, bajo ciertas condiciones y en ciertos lugares, necesitamos los dones milagrosos, pero éstos no son tan importantes como los talentos, los dones comunes y las personas que son dones. En casa guardamos ciertas clases de medicinas, pero ¿creen que las medicinas son más importantes que el alimento común? Las medicinas son más importantes que el alimento sólo para el que está enfermo. Sin embargo, no esperamos que en nuestra casa haya solamente enfermos. En la vida de una familia normal no servimos tres comidas de medicinas. Pero siempre servimos las comidas con alimentos que contienen las vitaminas adecuadas.

No debemos decir que tenemos únicamente enseñanzas, y que no tenemos dones. Alabado sea el Señor, porque tenemos muchos dones. La pregunta es: qué queremos decir cuando hablamos de los dones. En el tema de los dones, Mateo, Romanos y Efesios son más importantes que 1 Corintios. En los libros más importantes no encontramos los dones milagrosos. Romanos es un libro que traza un esquema general de la vida cristiana. En este libro no vemos los dones milagrosos. Efesios es el principal libro que nos habla de la iglesia. En este libro sobre la iglesia tampoco vemos nada milagroso. En el último libro de la Biblia, Apocalipsis, los capítulos 2 y 3 contienen siete epístolas y no hay nada milagroso en estas siete epístolas. Más bien, está el árbol de la vida, el maná escondido y la cena con el Señor (2:7, 17; 3:20).

La razón por la que los libros más importantes no mencionan los dones milagrosos es que los dones milagrosos no son el punto principal, tal como la medicina y las drogas no son las cosas principales de nuestra dieta. En nuestra dieta lo principal son la leche, el pan, los huevos y las frutas. Cuando tenemos preocupaciones, o perdemos nuestro apetito, o nos resfriamos o nos sucede algo peor, necesitamos algo especial para curarnos. Considere el libro de 1 Corintios. ¿Era la iglesia en Corinto una iglesia saludable? Debemos reconocer que esta iglesia estaba enferma. Sin embargo, la iglesia en Éfeso era una iglesia fuerte y saludable. Aun la iglesia en Roma en aquel tiempo también era sólida y muy sana. Lamentablemente la iglesia enferma en Corinto tomó muchas “medicinas”. Ellos confiaron más en la medicina que en el alimento normal. Por esta razón, el apóstol escribió 1 Corintios para corregirlos, diciéndoles que no tomaran tanta “medicina”. Más bien, debían tomar más de Cristo como su sabiduría y poder, y como su alimento y bebida espiritual (1:24, 30; 10:3-4). Pablo les dijo: “Me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (2:2).