Reino, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4708-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-4708-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
La revelación de Dios en la Biblia se ciñe a un principio importante, y este es, que lo mencionado al principio alcanza su consumación al final. Desde el principio de la Biblia hasta el final de la misma, su revelación tiene una sola línea y un único fluir. Por ejemplo, en Génesis 2 se menciona el árbol de la vida y en Apocalipsis 22 se vuelve a mencionar el árbol de la vida. A lo largo de toda la Biblia, el punto principal que se revela es la vida. Puesto que la Biblia comienza con la vida, también termina con la vida.
El Nuevo Testamento fue escrito del mismo modo. En Mateo tenemos el principio y en Apocalipsis vemos la compleción. La semilla es sembrada en Mateo, el brote aparece en Hechos, el crecimiento y florecimiento del fruto pueden verse en las Epístolas, y la cosecha tiene lugar en Apocalipsis.
Podemos aplicar este principio a tres asuntos: el crecimiento, la transformación y la edificación. El Señor Jesús fue sembrado como semilla en nuestro ser para crecer en nosotros, transformarnos y edificarnos, todo los cuales son aspectos del reino. El crecimiento de Cristo en nuestro ser es también un aspecto del reino. La transformación en virtud de la vida es otro aspecto del reino. Según nuestro entendimiento y conceptos naturales, el reino es meramente una era, un periodo de tiempo, o una esfera. Si bien es cierto que el significado neotestamentario del reino los incluye, el reino es mucho más que eso. Tanto el tiempo como la esfera están incluidos en el concepto neotestamentario del reino, pero ellos no son el reino. Ellos no son la realidad del reino. La realidad del reino es Cristo mismo que se forja en nuestro ser y se expande a todo nuestro ser hasta alcanzar la madurez. El reino comenzó a venir en el tiempo de la siembra y continúa viniendo gradualmente a medida que Él crece en nosotros. Cuando el Cristo en nuestro interior alcance la madurez, esto representará la plena venida, la plena manifestación del reino.
Cuando Juan el Bautista proclamó que el reino de los cielos se había acercado, el Señor Jesús mismo fue quien vino. Juan no dijo: “He aquí, el Mesías se ha acercado”, ni tampoco: “He aquí, el Salvador se ha acercado”, ni “El Redentor se ha acercado”. No, él dijo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:2). Él proclamó un reino, sin embargo, fue una Persona la que vino. Así también, cuando el Señor Jesús encargó a Sus discípulos, primero a los doce y después a los setenta, que predicasen el reino; lo que ellos predicaron fue la persona viviente de Cristo. Esto constituye una prueba fehaciente de que el reino revelado en Mateo es la persona viviente de Cristo.
No debemos olvidar quién es el Señor Jesús. Él es la persona maravillosa revelada en el primer capítulo de Mateo, es “Jehová-más” y “Dios-más”, así como Jehová el Salvador y Dios con nosotros. Él es el fruto de muchas generaciones mezcladas con el Dios Triuno. Esta maravillosa persona es la semilla del reino quien ha sido sembrada en nosotros, crece continuamente en nosotros hasta finalmente llegar a la madurez. La semilla es sembrada en Mateo, brota en Hechos, crece y florece en las Epístolas y es finalmente cosechada en Apocalipsis. Tenemos que orar mucho acerca de estos puntos, considerando todos estos versículos en la presencia del Señor, a fin de ver la revelación y la realidad. Tenemos que vivir bajo la visión gobernante del reino.
Mateo no solamente es un libro de relatos o doctrinas; más bien, es un libro que nos da una revelación del reino. El reino es el Cristo maravilloso que ha sido sembrado en nuestro ser, el cual ahora crece en nosotros y nos transforma hasta que lleguemos a la madurez. Finalmente, llegará el tiempo de la siega, y esta siega será la plena manifestación del reino. Tenemos que ver esto. Tenemos que considerar el libro de Mateo desde una perspectiva celestial, no desde la perspectiva de meros relatos, doctrinas o enseñanzas. Si consideramos Mateo desde una perspectiva celestial, veremos que nos revela al Señor Jesús como la semilla del reino, como el crecimiento gradual del reino y como la plena madurez del reino. Tenemos que ver Mateo desde tal punto de vista.
El Nuevo Testamento revela al Señor Jesús como semilla del reino que ha sido sembrada en las personas. Cuando la semilla crece dentro de ellas, esto constituye el crecimiento del reino. A medida que Él se propaga en el interior de las personas, eso constituye la propagación del reino. Un día, Él habrá madurado en muchos que le amaron. Cuando llegue tal tiempo de la madurez, habrá llegado el tiempo de la siega, la plena manifestación del reino.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.