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Estudio-vida de 1 y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y Esterpor Witness Lee

ISBN: 0-7363-1175-0
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Actualmente disponible en: Capítulo 23 de 26 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE NEHEMIAS

MENSAJE CINCO

EL LIDERAZGO DE NEHEMIAS
EN EL RESTABLECIMIENTO DE LA
NACION DE LOS ELEGIDOS DE DIOS

Los líderes de los que volvieron de la cautividad fueron Zorobabel, de la familia real, Esdras, de la familia sacerdotal, y Nehemías, de una familia común. Entre todos los líderes de la historia de Israel, estos tres fueron los más prominentes. Nehemías era una persona ordinaria, sin rango. No hay ningún indicio de que su familia tuviera una posición elevada en la sociedad, y él mismo no tenía una profesión sobresaliente. El servía en el palacio del rey de Persia, pero no era más que un sirviente de la casa.

A pesar de ser una persona ordinaria, sin ninguna posición, Nehemías fue elevado a un puesto muy importante, el cual implicaba una relación estrecha con el rey, pues era su copero (Neh. 1:11b). Cuando el vino estaba delante del rey, Nehemías lo tomaba y lo servía al rey (2:1a). Finalmente, el rey nombró gobernador de Judá a este copero.

LAS CARACTERISTICAS PARTICULARES DE NEHEMIAS

Como uno de los líderes de los cautivos que volvieron, Nehemías tenía algunas características particulares y especiales.

Era una persona amable con una actitud
y conducta íntegras

Como copero del rey, Nehemías debe de haber sido una persona amable y agradable, siempre íntegro en su actitud y conducta. El nunca estaba triste en presencia del rey (v. 1b). Si Nehemías no hubiera sido una persona agradable, que cumplía las ordenes del rey, éste no le habría permitido ser su copero por largo tiempo.

Una persona que amaba a Dios y se preocupaba por los intereses de Dios sobre la tierra

Nehemías amaba a Dios y se preocupaba por los intereses de Dios con respecto a Su economía. Estos intereses incluían la buena tierra, el templo y la ciudad de Jerusalén, las cuales eran muy queridas para Nehemías. A pesar de ser una persona ordinaria, sin el rango de rey o de capitán en el ejército, él cuidó de los intereses de Dios sobre la tierra.

Uno que oraba buscando
la comunión con Dios

Nehemías siempre oraba a Dios para tener comunión con El. Cuando oyó que el pueblo sufría en Jerusalén y que el muro de Jerusalén estaba derribado y sus puertas quemadas, él lloró, se lamentó, ayunó y oró (1:2-4). En el versículo 11, Nehemías ora, declarando: “Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón”. Nehemías oraba para hallar gracia delante del rey. Cuando el rey le preguntó cuál era su petición, Nehemías “oró al Dios del cielo” (2:4).

Una persona que confiaba en Dios
y era uno con El

Además, Nehemías era una persona que confiaba en Dios y era uno con El. Dios puso encomiendas sobre sus hombros, y él confió en Dios para realizarlas. Nehemías sabía que la mano buena de Dios estaba sobre él (vs. 8, 18), así que le pidió que se acordara de él (5:19; 13:14, 31), lo cual indica que confiaba en Dios y era uno con El.

No fue fácil para Dios obtener una persona como Nehemías. Aunque su rango y profesión eran inferiores, él amaba a Dios y se preocupaba por Sus intereses; de tal modo que oraba por ellos, tenía comunión con Dios, confiaba en Dios y llegó a ser uno con El. Estas son las características particulares de Nehemías en su relación con Dios.

Totalmente generoso

En su relación con el pueblo, Nehemías era una persona generosa. En él no había ambición. Aunque logró una posición elevada, la de gobernador de Judá —en realidad él desempeñaba la función de rey de Judá, representando al rey de Persia— él nunca ambicionó nada para sí mismo. En Nehemías no había ningún interés propio. El estaba siempre dispuesto a sacrificar lo suyo por el pueblo y por la nación. El era el gobernador, pero no se aprovechó de las ventajas de su oficio durante doce años, porque se dio cuenta que la construcción del muro representaba una carga pesada para el pueblo (5:14-18), y no quiso aumentar la carga sobre ellos. En lugar de recibir beneficios, él mismo proveyó las necesidades cotidianas de más de ciento cincuenta hombres.

Nehemías se encontraba siempre entre los que estaban dispuestos a luchar contra el enemigo y él mismo participó en la vigilia nocturna (4:17-23). No simplemente delegó estos asuntos a otros, sino que participó en ellos.


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