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UN ADMINISTRADOR DE CRISTO

Permítanme usar el siguiente ejemplo. Casi todo cristiano es una especie de administrador de Cristo. No utilizo la palabra control o gobernar, sino administrar. Cada cristiano es un jefe. Cristo no es el jefe; usted lo es. Si es un cristiano mundano, siempre dirigirá a Cristo a seguir su manera mundana. Incluso aquellos cristianos pecadores de alguna manera dirigirán a Cristo a seguir su manera pecaminosa. Cuando critica a otros hermanos y hermanas, dirige a Cristo a ir por el mismo camino. Aun los mejores cristianos dirigen a Cristo a seguir su camino. Usted puede leer la Biblia, orar mucho o disfrutar de comunión; pero en todo esto, usted es el jefe. Dirige a Cristo a tomar su manera de leer la Biblia y dirige a Cristo a tomar su manera de orar.

Al ver esta situación y experimentarla, comprendo que muy pocos cristianos permiten que Cristo viva en ellos. Usted dice que vive a Cristo, y yo diría que esto es correcto: usted vive a Cristo. No es Cristo quien vive, sino usted. Usted vive a Cristo cuando dirige a Cristo a tomar su camino. Cuando usted es mundano y pecaminoso, no se atreve a decir que no está viviendo a Cristo. Pero cuando lee la Biblia, cuando ora, cuando comparte, cuando anda según el espíritu, cuando vive a Cristo, usted tiene el denuedo de afirmar que está viviendo a Cristo. Eso es correcto; usted vive a Cristo. Es usted quien está viviendo a Cristo. Debe darse cuenta de que mientras más éxito tiene en vivir a Cristo, más usted vivirá a Cristo. Finalmente, no es Cristo quien se vive a Sí mismo, sino que es usted quien vive a Cristo. Pablo dijo que él había sido crucificado, y que ya no vivía él sino Cristo (Gá. 2:20). Usted ha sido crucificado, mas es usted quien sigue viviendo a Cristo. Usted es el jefe y Cristo es el empleado. Usted es el empresario, y Él es quien le ayuda a realizar su trabajo como empresario, esto es, vivir a Cristo. Usted vive a Cristo. Debe darse cuenta de que esto es algo muy sutil.

Antes que una persona se somete a una cirugía, se debe limpiar completamente el entorno para que esté libre de gérmenes. Todo tipo de gérmenes están presentes; cualquier dirección que uno tome, hay más gérmenes. Ésta es una buena ilustración de nuestro problema actual. Somos personas con problemas. Nos alejamos de lo mundano, lo cual es muy bueno; pero nos involucramos en otros problemas. Luego cuando nos alejamos de esos problemas, incurrimos en otros problemas. Siempre nos esperan algunos problemas. Incluso los mejores cristianos aún hacen uso de su fuerte yo. Años atrás oí hablar a unas personas diciendo, en un tono argumentativo, lo que es el yo, pero hablaban de un yo “santo”. Decían que es una clase de yo santificado, un yo espiritual y celestial. Por supuesto, no se atrevían a decir que era un yo divino, pero afirmaban con certeza que era un yo santo, espiritual y celestial. ¿Por qué discutían de esta manera? Porque aparentemente ellos no hacían nada que fuera mundano, pecaminoso o carnal. Cada día la Biblia estaba en sus manos, y realmente oraban sin cesar. Pero siempre dirigían al Señor. El Señor era su esclavo, y ellos eran el amo.

LA NECESIDAD DE SER DESCARGADOS

Al final del año pasado empecé a comprender que necesitábamos de cierto entrenamiento, no para comunicarles más conocimiento, sino para que fuesen vaciados de éste y aquel asunto. En los pasados nueve meses hemos liberado muchas cosas. Hemos liberado la carga de su cultura, su opinión, su peculiaridad, sus trampas atesoradas y su vivir habitual. Pero aún tienen muchas cargas que deben ser descargadas. ¿Cuál es el propósito principal de esta descarga? El propósito es perfeccionarlo en un único asunto: que Cristo realmente viva en usted y que la iglesia sea su vivir práctico de Cristo. Hasta ahora no hemos alcanzado la meta. Tenemos un largo camino que recorrer y tenemos que desprendernos de demasiadas cosas. No me refiero a que sólo las personas negativas, los disidentes, los mundanos, los carnales necesitan descargarse de todo; me refiero también a los positivos. Me refiero a que usted necesita descargarse de todo.

Aun hoy, nosotros seguimos siendo el administrador. Continuamos administrándolo todo; o sea, seguimos viviendo. Vivimos a Cristo y administramos nuestro vivir. Nos gustaría tener un vivir perfecto, un vivir absoluto, un vivir de Cristo. Pero aún no podemos decir como Pablo: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”.

Hablando con propiedad, en el Nuevo Testamento probablemente no encontrará una oración que diga: “Yo vivo a Cristo”. Debe tener cuidado cuando dice que le gustaría vivir a Cristo y que su meta es vivir a Cristo. Me temo que cuando dice eso, su “yo” se convierte en una prisión. Usted está encarcelado ahí, porque es usted quien vive a Cristo y no es Cristo quien vive a Cristo. No es Cristo viviendo a Cristo; es usted viviendo a Cristo. No piensen que he fabricado un anzuelo para atraparles. En realidad, ustedes lo fabricaron. Los mensajes que he dado en las reuniones de perfeccionamiento simplemente son una demanda por Cristo. Cuando se hace una demanda, el anzuelo es expuesto. Usted tiene muchos anzuelos. No saben cuántos anzuelos nos hemos fabricado para nosotros mismos.

Creo que muchos de nosotros no somos capaces de relajarnos y tomar un descanso en este asunto, porque somos serios y estamos en serio. Sin embargo, al hacerlo pueden alejarse de algunos gérmenes pequeños y exponerse a unos mayores. Los gérmenes pequeños son fáciles de matar, pero es difícil eliminar los gérmenes grandes, que son resistentes, encubiertos y ocultos. ¿Qué clase de gérmenes son así? Su “espiritualidad”. Diría que aun el vivir usted a Cristo puede volverse un germen. Cuando ustedes no vivían a Cristo, los alenté y les insté a vivir a Cristo. Pero ahora que lo están intentando, diría que su intento es un gran germen. ¿Qué deben hacer? No les diré de inmediato lo que deben hacer; más bien, simplemente les mencionaré los problemas. Por eso quería oír de estos hermanos con respecto a la ayuda que ellos habían recibido y a las mejoras que habían experimentado. Puesto que ellos son algo humildes, no nos han dicho categóricamente qué clase de ayuda recibieron o qué clase de mejoras experimentaron. Pero me gustaría haberlo escuchado. Deben entender que mientras más ayuda reciben, más gérmenes tienen. Ahora quizás piensen que no necesitan venir a las reuniones. Pero si permanecen en casa, permanecerán en sus gérmenes. Si no vienen, eso significa que no quieren deshacerse de sus gérmenes. Pero si vienen aquí, recibirán más gérmenes.