Necesitamos con gran urgencia vivir exclusivamente para el evangeliopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-1579-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Si en determinada ciudad el número de los que se reúnen en las casas es considerable, entonces se podrían reunir una vez al mes o cada dos meses. Si no tienen un salón grande donde reunirse, podrían alquilar un lugar que acomode a todos los santos simultáneamente. Este año la iglesia en Taipéi ha decidido reunir a todos los santos una vez al mes; alquilando para ello un estadio que acomoda hasta trece mil personas. En noviembre pasado, más de trece mil santos se reunieron en ese estadio. Esperamos tener, dentro de dos o tres meses, una reunión de por lo menos diez mil personas que se congreguen allí por todo un día. Todos los otros días, todos ellos se reunirán en las casas. Esta es la manera de practicar la vida de iglesia.
Juan 15:16 dice: “No me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en Mi nombre, El os lo dé”. Ciertas expresiones en este versículo son cruciales. La primera es “os he puesto”. Nosotros no nos elegimos a nosotros mismos, sino que El nos eligió. Nosotros no elegimos ser pámpanos de Cristo, la vid, porque fue El quien nos cautivó. El nos eligió y nos designó para que llevemos fruto. Llevar fruto es por designación del Señor, es El quien nos asignó esta tarea. El no nos asignó otra tarea sino la de llevar fruto. El Señor nos encargó salir y producir fruto. ¿Es posible que una rama salga? Las ramas de un árbol físico no pueden salir, pero nosotros no sólo somos ramas vivas, sino también ramas móviles. Tenemos que salir. Esto significa que debemos acercarnos a las personas allí donde se encuentren.
En el pasado cometimos el error de no salir, y en lugar de ello le pedimos a la gente que viniera a nosotros. Andábamos por el camino equivocado. Pedíamos a la gente que viniera a nuestros ágapes (Jud. 12) en lugar de ir nosotros adonde estaban ellos. A muchos no les es fácil venir a nuestras reuniones, mas cuando nosotros salimos, podemos ponernos en contacto con las personas en dondequiera. En Lucas 10 el Señor dijo que El nos había enviado como corderos en medio de lobos, pero aun entre los lobos encontraremos hijos de paz (vs. 3-6). Si vamos hacia ellos, tocando sus puertas, descubriremos quiénes son los hijos de paz. Dios los eligió y predestinó antes de la fundación del mundo, pero hayan nacido entre manadas de lobos. ¿Quién puede saber quién es un hijo de Dios, un hijo de paz? La única manera de conocerlos es salir a tocar puertas. Al visitarlos de puerta en puerta, descubriremos quién es un hijo de paz, un hijo de Dios. Tenemos que ir a buscarlos porque hemos sido designados para ello.
El Señor dice que debemos salir y llevar fruto, y que nuestro fruto debe permanecer. En el pasado transitábamos un camino erróneo. A veces ocurría que las personas venían a nosotros, creían y eran bautizadas; pero no permanecían debido a que nadie las cuidaba. Esto es como una madre que da a luz un bebé para después abandonarlo. ¿Cómo podría ella esperar que este bebé sobreviva? El Señor nos ha mostrado el modo por el que nuestro fruto permanezca. Nosotros no nos limitamos a ir de puerta en puerta para establecer contacto con los incrédulos y llevarlos al Dios Triuno cuando ellos creen y se bautizan. Al contrario, luego de esto, establecemos de inmediato una reunión de hogar en sus casas. Establecer una reunión de hogar es levantar un refugio para proteger al recién nacido. Los granjeros protegen el fruto que está en sus huertos. Los duraznos maduros recién cosechados necesitan albergue; si no, las aves los comen. Este refugio protege al fruto para que permanezca. De modo semejante, establecer una reunión en la casa de un recién bautizado es brindarle refugio. Al amparo de tal refugio podemos visitarlo regularmente con el fin de alimentarlo. De este modo el nuevo fruto recibirá protección y nutrimiento, y permanecerá. Este es el secreto para tener fruto que permanezca.
El cuadro que el Señor nos ha mostrado acerca de la vida de iglesia no consiste en pedirles a las personas que vengan a nuestras reuniones; al contrario, lo revelado en la Biblia es que todos nosotros tenemos que ir hacia ellos. Salir a tocar puertas es verdaderamente la manera práctica de visitar a las personas. Ir de puerta en puerta es visitar a las personas. El Señor Jesús tomó la iniciativa; El descendió desde los cielos para visitar al hombre. ¡Qué gran visitación fue ésta! Así que nosotros debemos seguir Su ejemplo y visitar a las personas. Debemos salir a llevar fruto, salir para hacer discípulos a las naciones y salir a predicar el evangelio. Inmediatamente después de que hemos traído a alguien al Señor a través del bautismo, debemos establecer una reunión de hogar para seguirlo visitando. Primero salimos para bautizarlos, la segunda vez que salimos, los alimentamos, la tercera vez, los enseñamos y la cuarta vez, los nutrimos. Siempre los visitamos proveyéndolos refugio, alimento, enseñanza y nutrimiento. Si nosotros visitamos a los nuevos una y otra vez, ellos crecerán.
Hoy, la tasa de mortalidad infantil en los Estados Unidos es muy baja debido a que sus modernos hospitales usan los mejores métodos para proteger, vigilar y alimentar a los recién nacidos. Incluso los bebés prematuros o enfermos pueden ser colocados en una incubadora con el fin de recibir protección y alimento. Debemos visitar a los nuevos creyentes una y otra vez. Nos reunimos con ellos no en el salón de reuniones sino en sus propias casas. Este tipo de reuniones en las casas habrá de pastorearlos a ellos y mantenernos vivos a nosotros. Por un lado nos ayudó el hecho de que fuésemos cada semana al salón para celebrar grandes reuniones, pero por otro, eliminó nuestra función. Algunos de los que se integraron a la vida de iglesia eran muy activos al comienzo pero, a la postre, después de haber asistido a las reuniones grandes por cierto tiempo, se adormecieron y dejaron de funcionar, perdiendo todo interés y motivación. Pero si tenemos creyentes nuevos que cuidar, esto llegará a ser un incentivo que nos motive a ser activos en la vida de iglesia.
Quienes participan de nuestro entrenamiento han sido adiestrados para no quedarse por mucho tiempo en una reunión de hogar, ellos visitan a los nuevos creyentes por sólo veinte minutos, treinta a lo sumo. Es necesario cuidar de dos reuniones de hogar en una hora o de cuatro en dos horas. Usted se llenará de gozo cuando visite a los nuevos creyentes en las reuniones de hogar que haya establecido. La mayoría de las enfermeras que cuidan de los bebés recién nacidos en un hospital están alegres. Los nuevos creyentes a los que usted nutre llegarán a ser su incentivo y aliento para laborar para el Señor. ¡Cuánta será su felicidad entonces!
Luego, quizás cada mes o dos meses, toda la iglesia se reunirá. ¡Qué vida de iglesia tan maravillosa será ésta! ¿Cómo se sentirá entonces cuando vea que cuarenta y cinco de los que usted bautizó asisten a tal reunión? ¡Glorioso! Entonces, cuando el Señor regrese, tendrá confianza para presentarse ante El. A Su venida, todos aquellos que usted trajo a El serán su gozo y corona (1 Ts. 2:19-20). Esto cambiará, aun revolucionará, la vida de iglesia y la trasladará a otra esfera. Todo esto depende de nuestra fidelidad.
Hoy nosotros afirmamos que Cristo es nuestro vivir pero, ¿de qué manera? ¿Será suficiente practicar nuestras vigilias por la mañana, leer la Biblia en nuestra casa y asistir a las reuniones del domingo? Si Cristo es nuestro vivir, desde lo íntimo de nuestro ser impartiremos a Cristo para llevar fruto, y nuestro fruto permanecerá. Esta es la verdadera vida de iglesia y la vida cristiana auténtica.
El éxito de la manera nueva depende de que ustedes la pongan en práctica. Con la práctica adecuada ustedes descubrirán todos los detalles que sean necesarios. Lo que sí les aseguro de antemano es que al tomar este camino, la bendición del Señor estará con ustedes. El Señor bendecirá el tocar puertas. El Señor bendecirá el establecimiento de reuniones de hogar y bendecirá todas las reuniones de hogar, si ustedes practican esta manera de acuerdo con mis instrucciones. No se valgan de ningún método natural. Los métodos naturales no funcionarán. Más bien, sigan estrictamente las instrucciones correspondientes a la nueva manera del Señor. Si ustedes son fieles en practicar estas cosas, surgirán entre ustedes algunos miembros que les ayudarán a entender todos los detalles, aún los más sutiles.
Estoy seguro de que todos pueden ganar un creyente nuevo cada mes, y que las reuniones de hogar serán muy bendecidas. Los nuevos aprenderán a salir a evangelizar tocando puertas, a cuidar de las reuniones de hogar y, después de dos o tres años, a enseñar a otros. Entonces ustedes, después de algún tiempo, tienen que buscar la dirección del Señor acerca de cuándo establecer la mesa del Señor entre ellos. Quizás, después de cierto tiempo, pueden celebrar la mesa del Señor. Deben enseñarles cómo vivir la vida cristiana, incluyendo la responsabilidad de ofrendar al Señor. No se valgan de los viejos métodos, pues todo debe ser nuevo. Entonces verán la bendición del Señor. Esta es la manera en que el Señor ejecutará Su economía eterna, preparando así Su novia para Su segunda venida.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.