Información del libro

Estudio-vida de Efesiospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0334-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 5 Sección 3 de 5

VIII. PARA SI MISMO

La filiación nos conduce a Dios, es decir, nos introduce en Dios mismo a fin de que seamos uno con El en vida y en naturaleza.

IX. PARA QUE SEAMOS HECHOS CONFORMES
A LA IMAGEN DE SU HIJO

Mientras el Padre nos conduce a la plena filiación, somos hechos conformes a la imagen de Su Hijo (Ro. 8:29). Esto quiere decir que el deseo de Dios es que todo nuestro ser participe de la filiación. El proceso de hacernos hijos Suyos se lleva a cabo hoy en la vida de iglesia. Tal vez a usted lo haya ofendido alguien en la iglesia, o quizá usted ha ofendido a alguien. Ambos casos pueden ser útiles en el proceso de la filiación. No animo a nadie a que se ofenda ni que ofenda a otros, pero la verdad es que es imposible evitar las ofensas. O usted ofenderá a alguien, o alguien lo ofenderá a usted. Pero estas ofensas nos ayudan en el proceso de ser hechos hijos de Dios. Cuanto más nos ofendan, más participamos de la filiación. Si a usted nunca lo han ofendido en la vida de iglesia, tal vez no ha participado mucho de la filiación. Bienaventurado es usted si lo han ofendido los hermanos, las hermanas y los ancianos, porque ha pasado más por el proceso de filiación. Pero algunos no pueden soportar las ofensas, y tan pronto se sienten ofendidos, quieren irse de la vida de iglesia. Pero en lugar de abandonar la vida de iglesia, en esos momentos debemos incluso valorarla más e incluso “besar” la ofensa, pues ella contribuye a nuestra filiación. Cada vez que quiera huir de la vida de iglesia, la vida del Hijo de Dios que está en usted le dirá: “No huyas; permanece y sufre la ofensa, e incluso abrázala”. En cuanto usted acoge la ofensa, ésta se convierte en gozo. Esto es el proceso de la filiación que experimentamos en la vida de iglesia.

Todos estamos en el proceso de ser hechos hijos de Dios. Tenemos al Espíritu del Hijo de Dios, la vida del Hijo de Dios y la posición del Hijo de Dios, pero aún necesitamos ser hechos conformes a la imagen del Hijo de Dios. Por consiguiente, necesitamos más filiación. El Señor desea conformarnos a Su imagen, a la imagen misma del Hijo de Dios, y el único lugar donde se puede experimentar esto es en la vida de iglesia. Fuera de la iglesia no podemos ser hechos conformes a la imagen del Hijo de Dios. Así que, quiero animarlos a que estén contentos en la desordenada vida de iglesia. No den coces contra el aguijón, sino acepten con gusto el proceso de filiación.

X. PARA QUE LLEGUEMOS A LA PLENA FILIACION

Un día, llegaremos a la consumación de la filiación. La consumación de la filiación, la plena filiación, es la redención de nuestro cuerpo (Ro. 8:23). Esto significa que nuestro cuerpo será transfigurado, o sea, que también participará de la filiación. Nuestro espíritu ya participó de la filiación, nuestra alma está en el proceso, y cuando el Señor venga, nuestro cuerpo también participará de la filiación. Esto será la culminación de la filiación.

XI. POR ULTIMO, HEREDAREMOS
TODO LO QUE DIOS ES

Por último, la filiación significa que heredamos todo lo que Dios es por la eternidad (Ap. 21:7).


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top