Información del libro

Expresión práctica de la iglesia, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-905-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 13 de 22 Sección 2 de 3

NO ESTAR A FAVOR DE LAS DOCTRINAS,
RITUALES NI PRACTICAS

Ahora es preciso ver algunas de las lecciones prácticas de la vida de iglesia para que sepamos cómo comportarnos en la iglesia local. Cuando dejamos las denominaciones y venimos al terreno de la unidad, inmediatamente debemos aprender que no estamos a favor de ninguna doctrina, ritual ni práctica, sino que estamos totalmente a favor de Cristo como vida. Nunca podremos mencionar esto demasiadas veces. Estamos aquí para experimentar a Cristo como nuestra vida; no estamos aquí a favor de ninguna doctrina, formalismo ni práctica. ¿Por qué debo hacer hincapié en esta única cosa? Porque ayuda a liberarnos de nuestras opiniones diferentes con respecto a estas tres categorías, ya que es tan fácil sostener opiniones diferentes en cuanto a las doctrinas, rituales y prácticas.

Supongamos que usted vive en Sacramento y deja la denominación en la que estaba. Descubre que un grupo de creyentes se reúnen en el terreno de la unidad en Sacramento y procede a reunirse con ellos. Supongamos, entonces, que encuentra allí algo con lo que usted no está de acuerdo; quizá practican muy ruidosamente el orar-leer la Palabra y usted siente que simplemente no puede adaptarse. Entonces, ¿qué debe hacer?

Recordemos que en el terreno de la unidad no estamos a favor de ninguna doctrina, ritual ni práctica, sino que sólo nos interesa experimentar a Cristo como vida. No nos debe preocupar si ellos practican el orar-leer o cualquier otra cosa; con tal que no sea algo pecaminoso, todo está bien. Si se ministra a Cristo como vida, recibiremos la ayuda apropiada. No debemos oponernos a nada ni imponer nada, sino simplemente ministrar de modo viviente a Cristo como vida.

Si usted asiste a una reunión de la iglesia y simplemente ministra a Cristo como vida, entonces no causará ningún problema. Si ellos practican algo que a usted no le gusta, no les debe decir ni una palabra. Lo que ellos practican no le debe importar a usted. Lo único que usted debe procurar hacer es ministrarles a Cristo como vida; así, cuanto más tiempo se quede allí, más la iglesia será nutrida, fortalecida y edificada, y todos los santos estarán muy contentos de que el Señor lo envió a ellos. Pero, si usted va allí con el propósito de criticar cómo ellos practican el orar-leer y de juzgar todo lo que ellos hacen, se perjudicará a usted mismo y a la iglesia. Esto realmente frustrará la comunión en esa iglesia. Es imprescindible darnos cuenta que en el terreno de la iglesia no estamos a favor de ninguna doctrina, ritual ni práctica, sino que sólo estamos a favor de experimentar a Cristo como vida.

NO CORRIJA

Otra lección que se necesita aprender consiste en nunca corregir a otros. Mientras el comportamiento de otros no sea pecaminoso, debemos dejarlos en paz. Ser pecaminoso es una cosa; estar equivocado, otra. Por ejemplo, aunque quizá el mejor tiempo para reunirnos durante la semana sea a las 7:30 p.m., supongamos que los hermanos responsables deciden celebrar la reunión a las 7:00 p.m. Esto quizá esté mal, pero no es pecaminoso. Supongamos que se hiciera tal decisión, ¿diría usted algo? ¿Podría usted ir a la reunión con regocijo sin decir ni una palabra? Quizá usted diga que eso es pedirle demasiado, pero necesitamos que algo así suceda para probarnos. Como resultado, sabremos nuestra verdadera condición.

Nos es muy fácil criticar y hacer comentarios. Es realmente muy difícil quedarse callado en la vida de iglesia. Usted puede conducir su propio automóvil a su manera, pero si otra persona toma el volante, debe dejar que ella maneje. Pensamos que si tan sólo estuviéramos en la posición de responsabilidad, todo estaría perfecto. Pero el Señor, quien es soberano, ha dispuesto colocar a otros en esa posición, lo cual es una prueba para ver si usted realmente practicará la vida de iglesia.

Quizá usted diga que los hermanos que llevan la delantera en su iglesia no son buenos, pero yo puedo decirles que ningún hermano que está en el liderazgo es muy bueno. No hay ni una excepción. Si usted no puede estar de acuerdo con ellos, jamás podrá ser uno con los de otros lugares.

Dondequiera que estemos en una iglesia local, no importa lo equivocada que esté, debemos estar de acuerdo con ella mientras no sea pecaminosa. Por supuesto, si los hermanos que llevan la delantera erigen un ídolo y dicen que debemos adorarlo, nos opondríamos porque esto sería pecaminoso. Aferrarse a algo pecaminoso es una cosa, pero equivocarse es otra. Es bastante difícil discernir la norma de lo correcto y lo incorrecto. ¿Cuál es la norma de lo correcto y lo incorrecto? Es realmente difícil saberlo.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top