Ser liberados de los ritos religiosos y andar conforme al Espíritupor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8302-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Antes que fuéramos salvos, parecíamos mendigos andrajosos y nos era imposible igualar a nuestro Novio. Damos gracias al Señor porque Él no sólo es el Novio que podemos disfrutar, sino que también es el paño nuevo que es hecho nuestro vestido nuevo con el cual somos dignos de disfrutar de Su presencia. En Mateo 9:16 el Señor habló de Sí mismo como el paño no abatanado. La expresión griega traducida “no abatanado” también significa “nuevo”. En Lucas 5:36 el Señor se refirió a Sí mismo como el vestido nuevo. ¿Sabemos cuál es la diferencia entre el paño nuevo y el vestido nuevo? El paño nuevo es un material que no ha sido tratado, cortado ni lavado, y que aún no ha sido hecho un vestido. Un vestido nuevo está hecho del paño nuevo que ha sido tratado, cortado, lavado, cosido y planchado a vapor. El Señor, desde el tiempo de Su encarnación hasta Su muerte en la cruz, era el paño nuevo. Mediante Su muerte y resurrección, este paño nuevo llegó a ser un vestido nuevo. Podemos ponernos este vestido nuevo al decir sencillamente: “¡Oh Señor! Creo en Ti. Tú moriste y fuiste resucitado por mí”. Este vestido nuevo es nuestro vestido de justicia con el cual somos justificados por Dios y capacitados para presentarnos delante de Él (15:22; Gá. 3:27; 1 Co. 1:30). Ésta es la manera en que somos salvos por gracia a fin de ser Su complemento.
En Mateo 9:17 el Señor habló del vino nuevo. Nos hemos puesto el vestido nuevo y así podemos igualar a nuestro Novio, pero ¿qué tal de nuestra condición interior? ¿Cómo puede haber disfrute si todavía estamos hambrientos y sedientos? Por tanto, meramente ponernos el vestido nuevo no es adecuado. También necesitamos tener el vino nuevo en nuestro interior a fin de tener el verdadero disfrute. El vestido nuevo puede cubrirnos, pero no puede mezclarse con nosotros para llegar a ser nuestra vida. Cuando bebemos el vino nuevo, el mismo entra en nosotros para llegar a ser nuestra vida. El Señor no sólo es el vestido nuevo que nos cubre, sino también el vino nuevo en nuestro interior. Él no sólo nos justifica exteriormente en cuanto a nuestra posición al llegar a ser el vestido de justicia que nos cubre, sino que Él también hace que bebamos el vino nuevo de Su vida. El momento en que este vino entra en nosotros, llegamos a estar vigorosos y llenos de energía. Aquellos que se embriagan de vino físico traen daño a sus cuerpos, pero nosotros recibimos energía y somos vigorizados cuando bebemos al Señor Jesús como vino nuevo. En el día de Pentecostés, los judíos dijeron que los discípulos estaban “llenos de mosto”, es decir, llenos de vino nuevo (Hch. 2:13). Nosotros, como cristianos que somos, también deberíamos ser personas que están embriagadas de Cristo, el vino nuevo.
Muchos santos en la iglesia en Los Ángeles están embriagados de este vino nuevo. Desde la mañana hasta la noche ellos siempre proclaman: “¡Aleluya! ¡Jesús es Señor! ¡Cristo es el Victorioso!”. Hay un hermano que todavía no tiene cuarenta años. Él verdaderamente está embriagado de Jesús, el vino nuevo, y cada día está fuera de sí. Un día este hermano manejaba su auto y proclamaba: “¡Jesús es el Señor!”. Un policía pensó que el hermano estaba embriagado y lo detuvo. Nuestro hermano le dijo al policía que él no estaba borracho, sino que declaraba que Jesús es el Señor. Unos pocos días después este hermano invocaba el nombre del Señor cuando el mismo policía lo vio. El policía no pudo hacer otra cosa que aceptar que Jesús es el Señor.
Hay siete hermanos que viven cerca del salón de reunión de la iglesia en Los Ángeles. Cada día estos hermanos manejan juntos hacia y desde el trabajo. Esto les da una buena oportunidad para disfrutar al Señor, especialmente de regreso a la casa desde el trabajo. Cuando el semáforo cambia a rojo, todos los carros se detienen, y los siete hermanos proclaman: “¡Jesús es el Señor!”. Ellos realmente están fuera de sí.
Esta clase de atmósfera no sólo libera a los cristianos, sino que también libera el espíritu del evangelio, el cual atrae a las personas para que sigan al Señor. Esto es mucho mejor que estar en una religión muerta, donde uno participa de un servicio dominical muerto o asiste a una reunión muerta. Sería maravilloso que algunos de los santos estuviesen fuera de sí, tal como lo están los santos en Los Ángeles. Necesitamos beber al Señor Jesús como vino nuevo. Cuanto más bebamos, mejores seremos. Necesitamos estar embriagados y llenos del vino nuevo.
No sólo tenemos el vino nuevo, sino que también tenemos el odre nuevo (Mt. 9:17). El odre nuevo es las iglesias locales. Cualquier cosa religiosa es un odre viejo. Si ponemos vino nuevo en odres viejos, los odres se reventarán. El vino nuevo tiene que ser echado en odres nuevos. Las iglesias locales son los odres nuevos que pueden contener el vino nuevo. En las iglesias locales disfrutamos del vino nuevo.
Es posible que algunos santos prefieran quedarse en su casa y disfrutar al Señor en vez de ir a las reuniones. Ellos pueden quedarse en casa y disfrutar al Señor, pero luego de varios días su disfrute desaparecerá, pues el vino nuevo se habrá agotado. Tenemos que ir a las reuniones de la iglesia, pues las iglesias locales son los odres nuevos que guardan el vino nuevo. ¡Aleluya! Tenemos al Novio y tenemos el paño nuevo como vestido nuevo para vestirnos a fin de que podamos igualar a nuestro Novio. Además, tenemos el vino nuevo para beber y el odre nuevo para contener el vino nuevo.
Según lo que hemos observado, aquellos que profesan ser cristianos se podrían dividir en cuatro categorías. La primera categoría consiste en aquellos que toman a Cristo como paño nuevo. La segunda categoría consiste en los cristianos genuinos que toman a Cristo como vestido nuevo. La tercera categoría consiste en los cristianos genuinos que no sólo se ponen el vestido nuevo, sino que también beben a Cristo, el vino nuevo. La última categoría es la más elevada. Los cristianos en esta categoría no sólo se han puesto el vestido nuevo y beben del vino nuevo, sino que también tienen el vino nuevo en el odre nuevo. La primera categoría de personas que profesan ser cristianos consideran a Cristo meramente como un modelo. Ellos reconocen que el carácter noble de Cristo le ha hecho un ejemplo perfecto para la humanidad, y ellos le imitan a fin de servir a la sociedad. No obstante, ellos no aceptan la muerte vicaria de Cristo o la redención que Él efectuó por sus pecados, ni creen que Jesús resucitó. Esto equivale a tomar a Cristo como paño nuevo. Éstos son los cristianos nominales solamente, los supuestos modernistas.
Los cristianos genuinos reciben a Cristo como su vestido nuevo al reconocer que el Señor Jesús murió y resucitó. Ellos aceptan que el paño nuevo pasó por el proceso de ser cortado y cosido a fin de llegar a ser el vestido nuevo. Aquellos que reciben al Cristo crucificado y resucitado como su vestido nuevo son salvos y justificados. Esto es muy bueno, pero todavía no es suficiente. Algunos cristianos dan un paso adicional. No sólo reciben al Señor Jesús como su Redentor, sino también como su vida. Ellos no sólo se ponen el vestido nuevo, sino que también tienen el vino nuevo en su interior.
Sin embargo, nosotros no sólo estamos vestidos con el vestido nuevo y bebemos del vino nuevo, sino que también estamos en las iglesias locales. Tenemos el odre nuevo con el cual contener el vino nuevo. Hemos sido justificados y tenemos a Cristo como nuestra vida y la iglesia como nuestro vivir. Además, podemos disfrutar a Cristo como nuestro Novio. ¡Aleluya! Él es el Novio, Él es el paño nuevo para formar el vestido nuevo, Él es el vino nuevo y, como iglesia, Él incluso es el odre nuevo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.