Vencedores que Dios busca, Lospor Watchman Nee
ISBN: 978-0-7363-0651-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-0651-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Para ser los vencedor que Dios desea, tenemos que aprender a orar con autoridad ejerciendo la autoridad de Cristo. En la Biblia, orar no es simplemente hacer una petición, sino ejercer autoridad. La oración es un mandato que se hace con autoridad.
Los vencedores de Dios tienen que ser fieles primeramente en negarse al yo, al mundo y a Satanás. Primero debemos permitir que Dios nos derrote por medio de la cruz. En segundo lugar, debemos saber cómo aplicar la autoridad de Cristo para derrotar a Satanás; es decir, debemos ganar la victoria sobre Satanás. Hay dos clases de oraciones, a saber: peticiones y mandatos. En Isaías 45:11 Dios dice: “Mandadme”. Las oraciones de autoridad no son peticiones sino mandatos. Podemos exigir que Dios haga algo. Dicha oración es una orden.
Las oraciones que mandan se basan en la ascensión de Cristo. La muerte y la resurrección de Cristo resolvieron cuatro grandes problemas. La muerte de Cristo resolvió todos los problemas que tenemos por estar en Adán; Su resurrección nos concedió una nueva posición; Su ascensión nos sentó en los lugares celestiales, por encima de todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobretodo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero. Efesios 1 dice que Cristo ascendió por encima de todo principado, poder y señorío. El capítulo dos se refiere al hecho de que también nosotros estamos sentados en los cielos con El. Por lo tanto, como Cristo está por encima de todo gobierno y autoridad, nosotros también.
Efesios 1 nos dice que Cristo está en los cielos, y el capítulo dos nos dice que nosotros estamos en Cristo, sentados con El en los lugares celestiales. El capítulo seis nos dice lo que hacemos en los cielos. Estamos sentados en los lugares celestiales y elevamos oraciones que son mandatos con la autoridad de la victoria de Cristo.
Una oración común se dirige de la tierra a los cielos, mientras que una oración de autoridad se dirige de los cielos a la tierra. En Mateo 6 se muestra una oración de petición, pues asciende, y en Efesios 6 se muestra una oración de autoridad, pues desciende. Estamos sentados en los lugares celestiales haciendo oraciones que son órdenes. Amén en hebreo significa “así sea irrevocablemente”, lo cual es un mandato. Al comienzo de toda batalla Satanás trata de desalojarnos de nuestra posición de victoria en los lugares celestiales. Al hablar de batalla queda implícito que hemos de pelear para mantener nuestra posición, mientras que vencer indica que ocupamos nuestra posición. En Cristo estamos sentados en los lugares celestiales y podemos expresar la oración de autoridad.
La expresión “por tanto” de Marcos 11:24 indica que el versículo 23 también es una oración. Pero el versículo 23 no nos dice que oremos a Dios; simplemente dice: “Cualquiera que diga a este monte”. Esto es dar una orden al monte. Aunque no se habla directamente a Dios, es una oración, una oración de autoridad. No se le pide a Dios que haga algo, sino que se ejerce la autoridad de Dios para aplicarla al monte o a cualquier obstáculo. La fe absoluta procede del conocimiento íntimo de la voluntad de Dios. Solamente con tal fe podemos hablarle al monte. Ordenamos lo que Dios ya ordenó y decidimos lo que Dios ya decidió. Tenemos fe cuando tenemos pleno conocimiento de la voluntad de Dios.
Dios, quien es el Señor soberano, está sentado en el trono, mientas que el enemigo está sujeto al trono. Las oraciones nos unen a Dios. Los vencedores, quienes reinan y rigen, saben orar y ejercer la autoridad del trono de Dios. (Esta autoridad gobierna el mundo entero.) Debemos volvernos hacia el trono y aplicar la autoridad para pedirle a un hermano que venga. (Hudson Taylor hizo esto antes.) Para regir en la iglesia y en el mundo, y para ejercer autoridad en los lugares celestiales, los vencedores deben ejercer la autoridad del trono. En Inglaterra hace cerca de diez años, ciertos hermanos aplicaron la autoridad del trono de Dios para gobernar sobre la situación política. En esto consiste regir a las naciones. La batalla espiritual no se limita sólo a defender sino que también ataca. Nosotros no solamente gobernaremos sobre las naciones, sino también sobre el Hades y sobre todo gobierno, autoridad, poder y señorío. Que Dios nos conceda la sabiduría para ejercer la autoridad de Cristo. Todas las cosas fueron puestas bajo los pies de Cristo, y El es la Cabeza de la iglesia. Cuando ejercemos la autoridad de Cristo, todas las cosas están bajo nuestros pies también.
Mateo 18:18-19 habla de la oración. “En la tierra” y “en los cielos”, expresiones que se mencionan en el versículo 19, nos muestran que la oración del versículo 18 es una orden. Esta orden ata y desata, no pide que Dios ate o desate. La oración que se expresa como un mandato tiene dos aspectos. El primero consiste en atar. Debemos atar a los hermanos y hermanas que no se comportan debidamente en las reuniones, al mundo, el cual estorba la obra, a los demonios, a los espíritus malignos y a Satanás y todas sus actividades. Podemos reinar y gobernar sobre todas las cosas. Cuando algo no esté bien en el mundo o entre los hermanos, es tiempo de que gobernemos y reinemos. El segundo aspecto de la oración que es una orden consiste en desatar. Debemos desatar a otros. Debemos desatar a los hermanos que necesiten ser libres para dedicarse a la obra; debemos desatar el dinero de los hombres para Dios, y debemos desatar la verdad de Dios. Fuimos enviados como embajadores de Dios. En esta tierra deberíamos ejercer nuestro derecho de “inmunidad diplomática”. Podemos acudir al cielo para dominar esta tierra.
(30 de enero, por la tarde)
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.