Ley del avivamiento, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7399-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Muchos de los que sirven al Señor, en su experiencia, aún no pueden reconocer la diferencia entre vivir según los sentimientos y vivir por fe. Puede ser que de palabra ellos conozcan la diferencia, pero muy pocos la conocen en términos de su experiencia. La mayoría vive aún en sus sentimientos; es difícil hallar un servidor que viva por fe. Algunos han estado sirviendo por varios años, pero no son muchos los que han sido liberados de sus sentimientos, y aún son menos los que pueden vivir por fe.
Esta conclusión está basada en dos condiciones que hemos observado entre los servidores. Muy pocos son vivientes y frescos. Ellos dan testimonio de la presencia del Señor y de que tienen contacto con Él y perciben Su dulzura en la oración y en la Palabra. Sin embargo, la mayoría de los que sirven al Señor han perdido esta dulce experiencia. Ellos no perciben ni la presencia del Señor ni Su dulzura. En lugar de estar frescos y vivientes, se hallan abatidos, oprimidos y quieren retirarse del servicio. Parece que hay una diferencia entre estas dos condiciones y que la primera condición es mejor que la segunda. Sin embargo, las dos condiciones muestran que los santos están viviendo según sus sentimientos. Su jornada espiritual está sujeta a sus emociones; esto es, su relación con el Señor está basada en sus emociones.
Aquellos que tienen experiencias espirituales saben que es difícil salir de esta etapa, en la cual vivimos según las emociones. Esta etapa puede prolongarse por largo tiempo. Además, los creyentes en esta etapa pasan por pruebas que les causan confusión. El hermano Hudson Taylor, según su biografía, experimentó tales pruebas. Por cierto período de tiempo, él no percibió la belleza del Señor cuando leía la Palabra, oraba o tenía comunión con el Señor. El hermano no entendía la causa de esta condición. Muchos creyentes han tenido esta misma experiencia. Un hermano puede tener una comunión maravillosa con el Señor y sentirse afable, fresco y vivificado, pero al pasar por una prueba, entra en una condición de abatimiento y opresión, y pierde su frescor. Es posible que un creyente tenga esta experiencia varias veces, esto es, emocionalmente se levanta y cae como las olas del mar. La medida en que él se levanta y cae está relacionada con su manera natural de ser. Un creyente que es muy emotivo tiende a fluctuar más notablemente que un creyente que no lo es. Algunos creyentes son liberados de vivir así después de varias experiencias, mientras que otros permanecen en esta etapa aun después de numerosas experiencias.
Tengo un profundo sentir en mi interior de que el Señor desea llevarnos a experimentar algo nuevo y maravilloso. Él desea guiarnos de tal modo que dejemos de vivir según nuestros sentimientos, ya que esta clase de vida resulta ser un gran impedimento.
Según El Cantar de los Cantares, hay seis etapas en nuestra experiencia espiritual. La primera etapa abarca del 1:2 al 2:7, la segunda etapa abarca del 2:8 al 3:5, la tercera etapa abarca del 3:6 al 5:1, la cuarta etapa abarca del 5:2 al 6:13, la quinta etapa abarca del 7:1 al versículo 13, y la sexta etapa abarca del 8:1 al versículo 14. La primera etapa es la etapa fundamental. Si podemos entender la primera etapa, El Cantar de los Cantares será un libro abierto para nosotros. Un punto particular de la primera etapa es que no hay mucha revelación de parte del amado hacia aquella que le busca. El contenido de esta etapa consta principalmente de lo que ella habla, con base en su experiencia y su sentir. Al comienzo de su hablar, ella dice: “Mejores son tus amores que el vino” (1:2). Ésta es su experiencia y también su sentir; esto no es una revelación. Así pues, nuestro conocimiento del Señor en la etapa inicial procede principalmente de nuestra experiencia; no está basado en la revelación. La que busca al amado dice que él es como “un manojito de mirra”, “racimo de flores de alheña” y “como manzano entre los árboles del bosque” (vs. 13-14; 2:3). Estas palabras se basan en los sentimientos que ella percibió en su experiencia.
Por consiguiente, esta etapa de nuestra búsqueda espiritual está íntegramente vinculada a los sentimientos. La que busca a su amado dice: “Dime, oh tú a quien ama mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño? / ¿Dónde lo haces recostar al mediodía? / Pues, ¿por qué había de ser yo como una que se cubre con velo / junto a los rebaños de tus compañeros?” (1:7). Estas palabras indican que aquellos que no van en pos del Señor están hambrientos y andan errantes, y que ella tampoco está satisfecha ni tiene reposo; por ende, ella es avergonzada. Ella no es diferente de quienes no van en pos del Señor. No obstante, siente que no hay razón para que se le avergüence. Ella debería ser alimentada y así ser satisfecha, y debería recostarse donde el Señor apacienta Su rebaño y así hallar reposo.
En la primera etapa, la alabanza de la que busca al Señor, su conocimiento del Señor y su búsqueda del Señor se originan en sus sentimientos. Ella carece de una visión y revelación objetivas. Sus alabanzas y su búsqueda son expresión de su experiencia subjetiva y de sus sentimientos subjetivos. A ella le hace falta un conocimiento y una expresión objetivos, pues todo es subjetivo. Los creyentes que caen en la subjetividad tienden a volverse superficiales. Si anhelamos ser personas profundas, debemos recibir visiones objetivas. Nuestro conocimiento y nuestra visión deben provenir de arriba; deben ser algo aparte de nuestros sentimientos. En la primera etapa de la experiencia espiritual que se presenta en El Cantar de los Cantares, la que busca a su amado no tiene tal visión. Por un lado, es bueno que sus palabras se basen en su experiencia. Ella no es como la mayoría de la gente que sólo expresa doctrinas vacías. Por otro, ella tiene experiencias superficiales que carecen de revelación.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.