Cristo maravilloso en el canon del Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7796-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Cuando el Señor ascendió y fue exaltado hasta lo sumo, a Él le fue dado un nombre que es sobre todo nombre, un nombre en el cual toda rodilla se doblará y toda lengua confesará. Éste nombre es Jesús. Algunos quizás argumenten diciendo que el nombre Jesús le fue dado en el momento de Su nacimiento. ¿Por qué le fue dado el mismo nombre en Su ascensión, el nombre en el cual toda rodilla se doblará y toda lengua confesará? Nuevamente, el nombre que le fue dado a Él en Su nacimiento no fue tan oficial. En Su ascensión el nombre Jesús fue hecho más oficial. Antes de Su ascensión, en el sentido oficial, “Jesús” no era un nombre que estaba por encima de todo otro nombre. Fue por medio de Su ascensión que Dios declaró a todo el universo que el nombre de Jesús es un nombre sobre todo nombre: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:9-11). Ésta es una especie de declaración, anuncio y proclamación a todo el universo. Todo el universo tiene que saber que Dios oficialmente ha hecho el nombre de Jesús un nombre que está por encima de cualquier otro nombre.
El cuarto punto es que en Su ascensión Jesús obtuvo la posición requerida para recibir todos los dones de parte del Padre y para dar dichos dones a Sus creyentes. Esto tiene como meta la edificación de Su Cuerpo. “A cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Por lo cual la Escritura dice: ‘Subiendo a lo alto, llevó cautivos a los que estaban bajo cautiverio, y dio dones a los hombres’ [...] Y Él mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo” (Ef. 4:7-8, 11-12).
Antes de la ascensión del Señor, Él podía dar los dones, pero en cierto modo, Él no tenía la posición oficial para hacerlo. Pero por medio de Su ascensión, Él oficialmente obtuvo la posición para recibir todos los dones de parte del Padre y para entregar estos dones a Sus miembros con miras a la edificación de Su Cuerpo.
El último punto que debemos ver en cuanto a la ascensión del Señor es que todas las cosas fueron sometidas bajo Sus pies, y Él fue dado por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia: “Que hizo operar en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a Su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (1:20-23).
Cuando examinamos todos estos puntos que hemos mencionado, vemos el verdadero significado de la ascensión de Cristo. La ascensión de Cristo es en realidad la investidura de Cristo. Cuando un presidente de los Estados Unidos es elegido, él no toma oficialmente posesión de Su cargo sino hasta el día de Su investidura. Según la asamblea legislativa, él debe ser investido. Antes de su investidura él ya ha sido elegido presidente, pero este hecho aún no es oficial. Es sólo el día de su investidura que él oficialmente llega a ser presidente de los Estados Unidos.
El día en que Jesús nació, Él ya era nuestro Salvador, pero aún no lo era de manera oficial, pues no hubo ninguna ceremonia de investidura. Incluso después que Cristo fue crucificado y resucitado de los muertos, esto no se anunció a todo el universo. Fue hasta el día en que Jesús fue exaltado por la diestra de Dios al lugar más encumbrado del universo que Dios hizo esta declaración. Fue entonces que Dios invistió a Cristo en Su cargo.
Antes de este día de investidura, e incluso antes de los cuarenta días en los cuales el Señor estuvo con Sus discípulos después de la resurrección, Jesús tuvo una ascensión secreta. En la mañana del día de Su resurrección, Él fue al Padre. Juan 20 nos dice que en la mañana del día de la resurrección, María la magdalena quiso tocarle, pero el Señor le dijo: “No me toques, porque aún no he subido a Mi Padre; mas ve a Mis hermanos, y diles: Subo a Mi Padre y a vuestro Padre, a Mi Dios y a vuestro Dios” (v. 17). Luego, en la noche de aquel mismo día, Él abiertamente les mostró a Sus discípulos Sus manos y Sus pies, y les dijo que lo palparan (Lc. 24:39). Por lo tanto, Él debe de haber ascendido de manera secreta al Padre ese mismo día. Es por ello que le dijo a María que les dijera a Sus hermanos que subía a Su Padre. No obstante, ésa fue una ascensión secreta, pues nadie lo vio ascender.
Sin embargo, cuarenta días después, Jesús ascendió públicamente. Aquello fue universalmente abierto. Todos los discípulos vieron a Jesús ascender y oyeron a los ángeles declarar que Él regresaría de la misma manera. Fue esta ascensión pública la que constituyó la investidura de Jesús. Por medio de Su ascensión, Jesús fue investido en Su cargo. Luego todo fue hecho oficial. Él llegó a ser el Salvador oficialmente.
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