Pastorear a la iglesia y perfeccionar a los jóvenespor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8420-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En la actualidad, los santos no están siendo introducidos en su función, pero todos ellos se están congregando. Tenemos muchas “gallinas que ocupan los gallineros, pero que no ponen huevos”. Si quienes ocupan los gallineros se pusieran a un lado, otras gallinas podrían poner huevos. Éste es el propósito de nuestra comunión. A fin de que los santos sean introducidos en su función, tanto nuestro concepto como nuestra manera de ser tienen que cambiar. Entonces la manera en que obramos también cambiará. Cuando nuestra manera de proceder cambie, podremos llevar a los santos a ejercer su función.
No somos capaces de llevar adelante la obra; sólo podemos mantener nuestra condición. Además, no hay posibilidad alguna de que la obra se propague. Durante los últimos cuatro años, hemos alcanzado nuestra capacidad. Los colaboradores y los ancianos en las iglesias y en la obra han alcanzado su capacidad. La obra no se puede propagar debido al temperamento de ellos y su forma de obrar. Como consecuencia de ello, las cosas que están en sus manos siempre se ven limitadas. Ésta es la situación de la iglesia en Taipéi. Esta situación continuará a menos que los colaboradores y los ancianos estén dispuestos a cambiar su manera de ser, su concepto y su sistema. Incluso si ellos intentan hacer más y también predicar el evangelio, nuestro número no sobrepasará los tres mil santos, pues todo el servicio está en manos de los colaboradores y los ancianos; es decir, que unas cuantas gallinas ocupan los gallineros. Los colaboradores y los ancianos tienen que cambiar su concepto. Si no cambian su concepto, tienen que al menos cambiar el sistema. Cambiar el sistema significa quitar a los colaboradores, los ancianos y los hermanos responsables. Esto no significa que los ancianos ya no administrarán la iglesia. Los ancianos continuarán administrando la iglesia, pero no de la manera en que lo hacen actualmente. Si están dispuestos a delegar el servicio, otros podrán empezar a ejercer su función. Los santos espontáneamente comenzarán a manejar los asuntos de la iglesia. Cuando los padres están fuera y nadie prepara la cena, espontáneamente los niños se levantan para alimentarse a sí mismos. De este modo, la capacidad de los santos será manifestada.
Los colaboradores, los ancianos y los hermanos responsables necesitan ser iluminados y recibir esta palabra franca. Si no hablo con franqueza, les estoy engañando. Hemos alcanzado nuestra capacidad. Independientemente de cuánto más arduamente trabajemos, no aumentaremos. Un contenedor sólo puede sostener cierta cantidad de agua. No necesitamos añadir más agua; más bien, necesitamos expandir la capacidad del contenedor. No introducimos a los santos en su función porque subconscientemente pensamos que son limitados en su capacidad, pero que nosotros no lo somos. Aunque no decimos esto de manera explícita, albergamos este pensamiento inconscientemente. Ésta es la razón por la cual los santos no pueden ser introducidos en el servicio. Tenemos que considerar estos asuntos delante del Señor.
Además, los colaboradores obran meramente por obrar. No tienen una carga genuina por la obra. La administración por parte de los ancianos es meramente una organización sin pastoreo. Ésta es nuestra situación actual. Recientemente tuvimos una conferencia en un gimnasio, y todos los colaboradores estaban presentes. Ésa debió haber sido una oportunidad para que ellos sirvieran. Puesto que los colaboradores no llevaban la responsabilidad de dar los mensajes, y ya que había muchos nuevos creyentes en la conferencia, los colaboradores debieron haberse levantado. Tenemos que estar equipados con un espíritu de contactar a los santos inmediatamente después de una reunión. Sin embargo, no había carga alguna por los santos. Éste fue el caso no sólo con los colaboradores, sino también con los ancianos. Los ancianos deberían estar conscientes de los santos que no se han estado reuniendo por mucho tiempo y darles la bienvenida cuando ellos vengan a una reunión. Por esta razón, los ancianos deberían ocuparse de visitar a los santos.
Nuestra manera de proceder y nuestro sistema condujeron a nuestra situación actual. Hemos caído en un estado de obrar y hacer cosas sin tener carga alguna. La mayoría de los santos en la conferencia eran servidores. Se les presentaba la mejor oportunidad de servir. Sin embargo, ningún nuevo fue añadido. Utilizamos métodos y tenemos regulaciones al grado que nadie hará nada sin ser dirigido. Un día caeremos completamente en la organización, el método y los arreglos en vez de andar conforme al espíritu, y nadie tendrá una carga viviente ni hará las cosas de manera viviente.
Los ancianos de la iglesia en Taipéi llevan a cabo la administración de la iglesia de una manera muy buena. Sin embargo, pasan la mayor parte de su tiempo discutiendo asuntos de la iglesia, y no pastoreando y enseñando. La administración de la iglesia, según la Biblia, debería centrarse en pastorear y enseñar. Los ancianos deben invertir más de su tiempo en las personas, pastoreando a los santos y buscando a los que se han perdido. Los santos han dejado de venir a las reuniones porque nuestro pastoreo es pobre y nuestra obra no es viviente. En la obra no deberíamos depender de métodos o arreglos. Si lo hacemos, será difícil propagar la obra.
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