Información del libro

Obra de edificación que Dios realizapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7020-2
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Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 17 Sección 3 de 5

LA IGLESIA LLEGA
A EXISTIR SOLAMENTE CUANDO SE PRODUCE
LA MEZCLA DE DIOS CON EL HOMBRE

La iglesia es una entidad muy particular. La iglesia no es solamente humana ni solamente divina, sino que ella es la cristalización de la mezcla de Dios con el hombre. Por supuesto, si únicamente hay humanidad, la iglesia no puede existir; y si únicamente hay divinidad, la iglesia tampoco puede existir. Es sólo cuando Dios se mezcla con el hombre y se hace uno con él que la iglesia puede existir.

Permítanme darles un pequeño ejemplo. A veces dos hermanos están molestos el uno con el otro y se guardan rencor. Uno tiene una cara larga cuando ve al otro hermano, y el otro frunce el ceño cuando ve al primer hermano. A veces incluso tienen discusiones. ¿Qué es esto? Ésta es la triste condición del hombre. En esas circunstancias no podemos ver la iglesia expresada, es decir, allí no hay iglesia. Sin embargo, en otras ocasiones ustedes ven una situación diferente. Puede haber dos hermanos que se aman de verdad. Cuando uno llama al otro, el otro responde inmediatamente. Cuando se juntan, sonríen todo el tiempo. Esto tal vez les parezca maravilloso, pero ¿qué clase de situación es ésta? Sigue siendo únicamente humana, por lo que tampoco tenemos la iglesia. Cuando los hermanos fruncen el ceño, no hay iglesia; asimismo, cuando se ven muy contentos, tampoco se halla la iglesia. Cuando los hermanos andan con caras largas, no puede haber iglesia; y cuando tienen rostros sonrientes, tampoco puede existir la iglesia. Éstas son sólo condiciones humanas. Cuando hay odio humano, no podemos tener la iglesia; cuando hay amor humano, tampoco podemos tener la iglesia.

¿Qué es entonces la iglesia? Estos dos hermanos, el que anda con cara larga y el que anda con el ceño fruncido, tienen a Dios en su interior y ambos tienen una vida de oración delante de Dios. Cuando el hermano que tiene cara larga se arrodille delante de Dios y ore, él se dará cuenta de que su cara larga no es de Dios. Asimismo, cuando el hermano de ceño fruncido también se arrodille a orar, también sentirá que fruncir el ceño es incompatible con el hecho de que Dios está en él. Por lo tanto, ambos confesarán su falta a Dios y le pedirán que los perdone. Como resultado, ellos contactarán verdaderamente a Dios, quien está dentro de ellos. Aunque no toman la resolución de dejar de tener cara larga y el ceño fruncido, ambos se encuentran con Dios y son tocados por Él. Por lo tanto, un hermano se acercará al otro y le dirá: “Hermano, perdóname por mi actitud contigo en los pasados días”. Y el otro dirá: “Hermano, soy yo quien debiera pedirte perdón por mi actitud contigo”. Ahora la condición entre estos dos hermanos ya no es de odio ni tampoco es un simple amor humano, sino que es un amor que proviene de Dios. Como resultado, estos dos hermanos tendrán una buena comunión y coordinación. ¿Qué es esto? Ésta es la mezcla de Dios con el hombre. No solamente el hombre está aquí, sino también Dios. Ésta es la mezcla de la divinidad con la humanidad. Por lo tanto, la iglesia está aquí.

Por otro lado, los otros dos hermanos que son tan amorosos y sonrientes también tienen a Dios en su interior. Así que cuando buscan al Señor, Dios también los inquietará y les preguntará: “¿Qué clase de comportamiento es ése? Ése es un amor humano; es la carne. Es la miel corruptible que se menciona en el Antiguo Testamento”. Como resultado, estos dos hermanos también serán disciplinados y restringidos por Dios, y ya no se amarán el uno al otro tan libremente según sus preferencias. De este modo, la iglesia también se expresará por medio de ellos.

Los ejemplos anteriores son más bien superficiales; pero conforme al mismo principio, muchas veces los hijos de Dios son disciplinados por Dios al grado en que ni llorar ni reír está bien, ni tampoco hablar ni guardar silencio, ni permanecer quietos ni estar activos. Por lo tanto, ellos parecieran encontrarse en un continuo y profundo dilema. Ésta es la historia de Dios en el hombre. Ésta es la experiencia particular de un cristiano. Dios, dentro del hombre, hará posible que éste sea lo que en sí no puede ser y lleve una vida que en sí no puede vivir. Esto es la iglesia: Dios mismo mezclándose con el hombre. La iglesia es una entidad muy peculiar y maravillosa; ella es la mezcla de dos naturalezas, la unión de dos vidas. Dios está mezclado con el hombre, y el hombre está mezclado con Dios. Además, no sólo una persona está mezclada con Dios, sino que son muchas las que están mezcladas con Dios como una sola entidad. Éste es el edificio de Dios; ésta es la casa de Dios. Aquí Dios encuentra un hogar, y el hombre obtiene una habitación. Aquí Dios halla un lugar de reposo, y el hombre también encuentra un lugar en que puede ser satisfecho. Éste es el edificio de Dios.

LA NUEVA JERUSALÉN ES EL RESULTADO FINAL
DE LA MEZCLA DE DIOS CON EL HOMBRE

Al final del Nuevo Testamento, se realizará toda la obra edificadora de Dios y aparecerá una ciudad, que es la ciudad santa, la Nueva Jerusalén. Esta ciudad es producida mediante la unión y mezcla de todos los que han sido salvos a través de las generaciones. Por esta razón, los nombres de las doce tribus de Israel están inscritos en las doce puertas de la ciudad, y los nombres de los doce apóstoles están sobre los doce cimientos de la ciudad (Ap. 21:12, 14). Esto indica que Dios ha edificado como parte de esta ciudad al pueblo de Dios de la era del Antiguo Testamento y también al pueblo de Dios de la era del Nuevo Testamento. Además, en esta ciudad está el trono de Dios y del Cordero, y Dios y el Cordero son el templo (22:1, 3; 21:22). La vida que fluye en la ciudad es Dios mismo (22:1), y la luz que resplandece desde la ciudad es también Dios mismo (21:23-24). Además, tanto el contenido interno de la ciudad como su gloria externa son Dios mismo. Por lo tanto, la ciudad santa, la Nueva Jerusalén, es un edificio espiritual que es fruto de que Dios se haya mezclado completamente con Su pueblo redimido. Aquí Dios obtiene una morada eterna, y el hombre también obtiene una eterna habitación.

Por lo tanto, en esta era, antes que llegue aquel día, Dios está edificando Su casa en cada localidad. Esto significa que Dios desea edificar Su iglesia en cada localidad. Éste es el edificio de Dios hoy, y ésta es la edificación que Dios lleva a cabo en esta era. Dios desea ser edificado en todos los santos y edificar a todos los santos en Él. En esta edificación los santos no están unidos a Él individualmente, sino que todos los santos, corporativamente, están unidos con Él. Éste es el edificio de Dios, ésta es la casa de Dios. Ésta es la morada de Dios, y ésta es la habitación de todos los que son salvos. Que todos podamos participar en este edificio.


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