Mensajes para creyentes nuevos: Confesión y restitución #13por Watchman Nee
ISBN: 978-1-57593-443-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Primeramente, la esfera de la confesión debe ser tan amplia como la esfera de la ofensa. Se debe hacer todo de acuerdo con la palabra de Dios, sin irse a extremos. No se exceda en nada. Una vez que uno se excede, queda expuesto al ataque de Satanás. Si ofende a muchas personas, debe confesar su falta a todas ellas, pero si ofende a una sola persona, entonces sólo debe confesar la ofensa a esa persona. No basta confesar a una sola persona un pecado que se ha cometido contra muchas; y confesar a muchas personas la ofensa cometida contra una sola es excederse. La esfera de la confesión depende de la extensión de la ofensa. El testimonio es otro asunto. A veces usted ha ofendido a un sólo individuo, pero al dar un testimonio a los hermanos, les cuenta lo sucedido. Eso es un asunto completamente diferente. En lo que respecta a la disculpa y la confesión, sólo debe hacerse conforme a la extensión de la ofensa. No debemos ir más allá de esa esfera. Necesitamos prestar especial atención a esto.
En segundo lugar, nuestra confesión debe ser exhaustiva. No debemos ocultar nada para proteger nuestro prestigio ni nuestros intereses. Hay, por su puesto, ocasiones cuando confesamos las ofensas por causa de los intereses y el beneficio de los demás. Nuestra confesión no debe entrar en detalles. Si nos es difícil determinar esto al tomar decisiones en situaciones complicadas, es mejor que tengamos comunión con hermanos y hermanas de experiencia para que nos ayuden a actuar correctamente.
En tercer lugar, hay ocasiones en las que no se puede restituir. Poder restituir y tener el deseo de hacerlo, son dos cosas diferentes. Si no podemos compensar el daño, por lo menos debemos estar dispuestos a hacerlo. Si uno no puede restituir inmediatamente, por lo menos debe decirle a la parte ofendida que desea devolver lo que le quitó y que lo hará en cuanto sea posible.
En cuarto lugar, la ley del Antiguo Testamento dice que si la persona a quien debemos hacer restitución ha muerto y no tiene parientes a quienes compensar el daño, debe ir a los sacerdotes que sirven a Jehová (Nm. 5:8). Según este principio, si la persona a quien debemos compensar el daño ha muerto, la indemnización del agravio se debe entregar a sus parientes. Si no tiene parientes, lo debemos dar a la iglesia. La indemnización por el daño causado se debe dar al perjudicado o a sus familiares. No debe dárselo a la iglesia a capricho. Según este principio, sólo en el caso que uno quiera confesar su pecado, pero la parte ofendida ha muerto y no hay a quien indemnizar, puede entregarlo a la iglesia.
En quinto lugar, después de confesar sus pecados necesita asegurarse de no sentirse condenado en su conciencia. Es posible que nuestra conciencia constantemente sufra condenación, después que uno se ha confesado. Debemos tener la certeza de que la sangre del Señor limpió nuestra conciencia. Su muerte nos dio una conciencia libre de ofensa delante de Dios e hizo posible que nos acerquemos a Dios. Esto es un hecho. Sin embargo, debemos ver que para estar limpios delante del hombre, necesitamos eliminar muchos pecados. Necesitamos resolver todas las ofensas relacionadas con posesiones materiales o con otros asuntos. Pero no debemos permitirle a Satanás que nos condene excesivamente sin razón.
En sexto lugar, la confesión está relacionada con la salud física. Jacobo 5:16 dice: “Confesaos, pues, vuestros pecados unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados”. Cuando confesamos nuestros pecados, Dios nos sana. Usualmente la enfermedad viene cuando hay obstáculos entre los hijos de Dios. Si confesamos nuestros pecados unos a otros, nuestra enfermedad desaparecerá.
Esperamos que los hermanos y hermanas sean diligentes en la confesión y la compensación. Esta es la manera de mantener la pureza. Si alguno ha pecado contra el hombre, debe confesar sus pecados ante Dios; y debe resolver el problema con el hombre. Sólo entonces su conciencia permanecerá limpia. Cuando la conciencia está limpia, la persona puede experimentar un progreso considerable en su búsqueda espiritual.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.