Reino, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4708-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Algunos cristianos afirman que después de ser crucificado y resucitar, el Señor Jesús suspendió el reino, y que otra dispensación, la dispensación de la iglesia, fue iniciada el Día de Pentecostés. En otras palabras, afirman que el reino fue puesto a un lado temporalmente y que se dio inicio a la era de la iglesia. Sin embargo, Hechos 1:3 dice que el Señor Jesús les habló a Sus discípulos acerca del reino durante cuarenta días después de Su resurrección. Más aún, después de Pentecostés, Felipe predicó a los samaritanos el reino de Dios (8:12). Además, Hechos 19:8 afirma que el apóstol Pablo predicó el reino de Dios. En Hechos 20:25 Pablo le recordó a los ancianos de Éfeso que cuando él estuvo con ellos les predicó el reino de Dios. Cuando Pablo estuvo en Roma, él les habló a las personas acerca del reino de Dios (28:23b, 31). A la luz de estos pasajes, ¿cómo se podría afirmar que el reino ha sido suspendido?
El reino también es revelado en las Epístolas. Romanos 14:17 nos dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Según el contexto de Romanos 14, el reino es la vida de iglesia. La realidad de la vida de iglesia es el reino. Así pues, el reino no es meramente una dispensación ni una esfera; el reino es justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El reino de Dios es algo en el Espíritu Santo; esto es la vida de iglesia. Después veremos que Romanos 12 nos habla de la vida propia del Cuerpo y que Romanos 14 nos habla de la vida propia del reino. En Romanos, la vida del reino es simplemente la realidad de la vida que es propia del Cuerpo.
En 1 Corintios el reino de Dios se refiere a la verdadera vida de iglesia (4:20; 6:9-10; 15:50). Además, tanto Gálatas como Efesios nos dicen lo mismo: que el reino en el Espíritu es la vida de iglesia apropiada (Gá. 5:21; Ef. 5:5).
Ahora llegamos a Colosenses 1:13: Dios “nos ha librado de la potestad de las tinieblas”. La potestad de las tinieblas es el reino de Satanás. Dios nos ha librado del reino de Satanás y nos ha “trasladado al reino del Hijo de Su amor”. Todos fuimos trasladados. Estábamos en el reino de Satanás, pero ahora estamos en el reino del Hijo de Dios. ¡Aleluya! ¡Qué traslado! ¿Ha sido usted trasladado? Todos tenemos que testificar con toda confianza: “¡He sido trasladado del reino de Satanás al reino de Dios!”. Olvídense de ustedes mismos y miren al Señor Jesús. Tienen que decir: “¡Aleluya! ¡He sido trasladado! ¡Estoy en el reino de Dios!”.
Quizás se le haya dicho que el reino de Dios vendrá un día en el futuro y que hoy la era de la iglesia no tiene nada que ver con el reino. Tal vez haya escuchado decir que la era de la iglesia es ahora y que la era venidera, el milenio, será la era del reino. Pero aquí, en Colosenses 1:13, se nos dice que fuimos trasladados al reino. ¿Está usted seguro de haber sido trasladado al reino de Dios? Si hoy es la era de la iglesia y el reino todavía no ha venido, ¿cómo ustedes podrían estar en el reino hoy? ¿Tienen la certeza de que ahora están en el reino? Me preocupa que después de leer este libro ustedes todavía abriguen dudas al respecto. Tal vez comiencen a pensar que es una exageración afirmar que actualmente estamos en el reino de Dios. Tal vez al considerar a su esposa usted piense: “¡Ella es muy rebelde!”, o tal vez al considerar a su esposo diga: “¡No hay amor en él!”. Quizás al considerar a sus hijos diga: “¡Ellos son muy descuidados e irresponsables!”. Independientemente de que usted crea que estamos o no estamos en el reino, nosotros tenemos la palabra pura de Dios. Tenemos Colosenses 1:13. ¡Aleluya! ¡Todos fuimos trasladados al reino del Hijo de Su amor!
En Colosenses 4:11 Pablo nos dice algo más sobre el reino. Él nos dice que él y sus colaboradores laboraban para el reino de Dios. ¿Qué está haciendo usted en la ciudad donde vive? Todos podemos declarar de manera definida que estamos laborando para el reino.
En 1 Tesalonicenses 2:12 se nos dice que fuimos llamados al reino. El cristianismo habla de ser llamados al cielo, pero me es imposible encontrar un solo versículo que diga que hemos sido llamados al cielo, aunque sí tenemos un versículo que nos dice que Dios nos llamó a Su reino y gloria. Además, 2 Tesalonicenses 1:5 nos dice que somos dignos del reino. ¡Esto es maravilloso! En 2 Timoteo 4:18 Pablo estaba seguro de que el Señor le salvaría para entrar en Su reino celestial. Pablo no dijo que Dios le salvaría introduciéndolo en las mansiones celestiales, sino en el reino celestial. Después, Hebreos 12:28, afirma que hemos recibido un reino inconmovible. Hemos recibido un reino que jamás será conmovido. ¡Aleluya! Jacobo 2:5 afirma que somos aquellos que amamos a Dios y que somos herederos del reino. Hemos de heredar el reino. Ésta es nuestra esperanza. En 2 Pedro 1:3 se nos dice que Su divino poder nos ha concedido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad. Por tanto, somos participantes de la naturaleza divina (1:4). Esto tiene como propósito proveernos una rica entrada en el reino (1:11). Todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, incluso ser participantes de la naturaleza divina, tienen como propósito proveernos una rica entrada en el reino.
Apocalipsis 1:9 dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino”. Juan sabía que estaba en el reino. Para él, el reino no era meramente una dispensación en el futuro, sino que él ya estaba en el reino. Por tanto, podía presentarse como “vuestro hermano, y copartícipe vuestro [...] en el reino”.
Un día el reino de Dios se manifestará. Ello será el cumplimiento de Apocalipsis 12:10. El reino de Dios será manifestado plenamente. El reinado sobre el mundo habrá “pasado a nuestro Señor y a Su Cristo” (11:15). Él reinará como el Rey por siempre y para siempre.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.