CAPÍTULO DOS

LA VISIÓN RESPECTO A QUE DIOS DESEA SER
LA VIDA DEL HOMBRE

En el capítulo anterior vimos que es únicamente cuando tenemos un conocimiento completo acerca de la vida, la iglesia y el reino que nuestra obra puede satisfacer la necesidad de esta era. Tanto la iglesia como la realidad del reino dependen de la vida. El contenido de la iglesia es la vida, y la realidad del reino es también la vida. Si conocemos la verdad en cuanto a la iglesia, pero no tenemos la vida, no podremos tener el testimonio de la iglesia. Asimismo tampoco podemos tener la realidad del reino si únicamente conocemos la verdad en cuanto al reino, pero no tenemos la vida. Por consiguiente, es preciso que tengamos la vida. Entonces tendremos el contenido y el testimonio de la iglesia, y tendremos la realidad del reino, que es la autoridad del reino. Esto no significa que la verdad no sea importante. La realidad de cualquier cosa relacionada con la vida debe ser complementada con la verdad. Pero la verdad sin la vida es vana, superficial y externa. La verdad debe contener la vida. El contenido de la realidad es la vida.

Nos preocupa que los creyentes que sirven a Dios no parezcan conocer a Dios como vida. A menudo hablamos acerca de la vida, y sabemos que Dios es vida y que la vida es Dios. Más aún, con frecuencia decimos que Dios llegó a ser nuestra vida y que Él es nuestra vida. No obstante, todavía no conocemos a Dios como vida.

SE NECESITA REVELAR LA VERDAD RESPECTO A QUE
DIOS DESEA SER LA VIDA DEL HOMBRE

En los pasados dos mil años de historia de la iglesia, únicamente los apóstoles vieron claramente la verdad en cuanto a que Dios es nuestra vida y que Su deseo es ser nuestra vida. Esto no significa que los creyentes no supieran que Dios es su vida, ni tampoco que no hubieran experimentado ni disfrutado a Dios como vida. Sin embargo, en los pasados dos mil años, no hubo nadie que recalcara la verdad de que Dios es la vida del hombre ni tampoco que Dios desea ser la vida del hombre.

Por ejemplo, la verdad en cuanto a la justificación por la fe fue algo que vieron los apóstoles en la iglesia primitiva. Sin embargo, esta visión quedó “escondida” después de la época de los apóstoles. No fue sino hasta que Dios hizo surgir a Martín Lutero que se dio a conocer la verdad de la justificación por la fe. Esto no significa que los creyentes que vivieron antes de Martín Lutero no experimentaron esta verdad. Nosotros creemos que incluso en el período más oscuro del catolicismo muchos creyentes en efecto experimentaron de manera genuina el ser justificados por la fe. Sin embargo, no fue sino hasta que Dios hizo surgir a Lutero que la visión y revelación de la justificación por la fe llegó a ser tan clara como una ley científica.

La gente también sabe que necesita comer alimentos nutritivos, pero no fue sino hasta años recientes que las vitaminas que se encuentran en los alimentos fueron identificadas. De manera semejante, el hecho de la justificación por la fe ha existido por largo tiempo, pero la verdad de la justificación por la fe fue claramente definida por Martín Lutero. Desde entonces esta verdad ha estado brillando intensamente entre los cristianos.

Otro ejemplo es la certeza de la salvación. Así como las personas saben que hay diferentes clases de vitaminas, los creyentes pueden saber que son salvos y que pueden estar seguros de su salvación. Antes que George Cutting escribiera el folleto Safety, Certainty, and Enjoyment, muchos creyentes tenían la certeza de su salvación. Sin embargo, la verdad en cuanto a la certeza de la salvación no había sido claramente presentada. Si a los creyentes que vivieron antes que George Cutting les hubieran preguntado si sabían que eran salvos, probablemente no habrían dicho con certeza que eran salvos. Quizás habrían tenido alguna certeza respecto a su salvación, pero esta verdad no había sido declarada. No fue sino hasta los años de 1800 que George Cutting divulgó la verdad en cuanto a la certeza de la salvación. Desde entonces esta verdad ha estado brillando intensa y claramente en el Occidente.

Cuando el cristianismo se extendió a China, los misioneros llevaron consigo el evangelio, pero no llevaron la verdad en cuanto a la certeza de la salvación. Hace treinta años el Señor nos levantó como un grupo de hermanos jóvenes, y usó a Watchman Nee para recobrar la verdad en cuanto a la certeza de la salvación. Esto no significa que antes que el hermano Nee ninguno de los cristianos en China tenía la certeza de su salvación. Indudablemente muchos cristianos tenían la certeza de la salvación. Sin embargo, antes del hermano Nee los creyentes no enseñaban esta verdad. Esto no se enseñaba entre los cristianos.