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Sacerdotes neotestamentarios del evangelio, Lospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3970-4
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CUATRO PASOS EN LA NUEVA MANERA:
ENGENDRAR, ALIMENTAR, ENSEÑAR Y EDIFICAR

Ya tenemos más de sesenta años de historia entre nosotros. Yo personalmente participé en los pasados cincuenta años, y estoy muy al tanto de la verdadera situación. Durante los cuatro años y medio que estuve en Taipéi, el Señor gradualmente me mostró la verdad en la Biblia. Yo anoté estos versículos cruciales del Nuevo Testamento según lo que vi. Como les dije antes, hay cuatro pasos que tenemos que estudiar en la nueva manera. El centro de entrenamiento es un laboratorio. El primer paso que tenemos que estudiar es la predicación del evangelio; el segundo es el de alimentar a los nuevos creyentes; el tercero es el de enseñarles y perfeccionarlos para que sean útiles. Estos tres pasos son: engendrar, alimentar y enseñar. Queda todavía un cuarto paso, que es el de edificar.

Las palabras engendrar, alimentar y enseñar se encuentran todas en la Biblia. Por ejemplo, Pablo dijo: “Yo os engendré por medio del evangelio” (1 Co. 4:15). Él no dijo “os salvé”, sino “os engendré”. Lo que uno necesita es la vida de Dios. Cuando yo le imparto la vida de Dios, lo engendro. Después de engendrar, el siguiente paso es el de alimentar. El Señor le dijo a Pedro en Juan 21: “¿Me amas más que éstos? [...] Apacienta Mis corderos” (v. 15). Pablo también dijo: “Antes fuimos tiernos entre vosotros, como nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos” (1 Ts. 2:7). La labor más importante de una nodriza es alimentar a un bebé. Pablo se preocupaba por los santos al igual que una nodriza cuida a su propio bebe. Pedro les dijo a los santos en 1 Pedro 2:2 que los creyentes deben desear “como niños recién nacidos, la leche de la palabra dada sin engaño, para que por ella crezcáis para salvación”. Cuando un creyente nuevo nace, necesita ser alimentado. Sólo entonces crecerá. El tercer paso es el de enseñar. Pablo dijo que él no era simplemente como una nodriza que alimenta y cuida con ternura, sino que también era como un padre que exhorta, consuela y enseña. Efesios 4 dice: “Él mismo dio a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, a otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos” (vs. 11-12). La enseñanza perfecciona a las personas. De esta manera, los santos no sólo crecen en Cristo, sino que además maduran en la vida divina.

Después de que los santos son perfeccionados, adquieren conocimiento en la verdad y tienen experiencias en la vida divina, espontáneamente pueden hablar por Dios, es decir, pueden profetizar. En 1 Corintios 14 se nos dice que el profetizar es el don más sobresaliente porque edifica a la iglesia. El cristianismo ha escogido el camino fácil. Allí se entrena a ciertas personas para que sean pastores y prediquen y den sermones cada semana para la edificación de los creyentes. Éste es el camino equivocado. Los muchos no deben ser reemplazados por una sola persona. En lugar de ello, todos deben trabajar porque 1 Corintios 14:31 dice: “Porque podéis profetizar todos uno por uno”.

El camino que sigue el cristianismo es uno en el que se evitan las dificultades y se escoge lo más fácil. Esto establece a una sola persona y se reemplaza a muchas. Esto está mal. Lo que vemos en la Biblia no se asemeja a esto en nada. En la Biblia se nos exhorta a todos a hablar y a profetizar. Aunque no lo hagamos muy bien al principio, mientras pongamos un buen fundamento, con el tiempo será más fácil. El sistema antiguo hace que las personas sean perezosas, pero en el recobro del Señor todos tienen que ser diligentes para esforzarse y buscar con seriedad. Todos tienen que orar-leer, disfrutar la palabra del Señor y tener comunión con el Señor en Su palabra. También es necesario que permitamos que Cristo crezca en nosotros. Pero eso no lo es todo; tenemos que salir y predicar el evangelio, alimentar a los recién salvos y perfeccionarlos en las reuniones de los grupos pequeños para que aprendan a profetizar en las reuniones de distrito.

Miremos ahora el bosquejo. Después de predicar el evangelio para salvar a los pecadores y ofrecerlos a Dios como sacrificios, aún tenemos que dar tres pasos muy importantes.

REUNIRNOS CON LOS NUEVOS CREYENTES
EN SUS HOGARES

Cuando ustedes tengan una reunión de hogar con nuevos creyentes, nunca supongan que saben cómo llevar a cabo esta reunión. Deben aprender a hacerlo. Dios es un Dios creador. Él puede crear; Él no tiene necesidad de aprender. Pero todos los seres humanos necesitamos aprender. Ustedes tienen que comprender que antes de tener una reunión en el hogar de un nuevo creyente, primero tienen que aprender.


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