CAPÍTULO SEIS

LA VERDAD DEL MISTERIO
EN EL EVANGELIO DE JUAN

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Juan 16:12-15 dice: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de realidad, Él os guiará a toda la realidad; porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oye, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque recibirá de lo Mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que recibirá de lo Mío, y os lo hará saber”. Estos cuatro versículos nos revelan un asunto muy misterioso: el misterio de la Trinidad Divina.

EL ERROR DEL CRISTIANISMO

El énfasis del cristianismo tradicional cuando explica estos versículos es que el Espíritu Santo viene a enseñarnos la verdad. Debido a que muchas de las enseñanzas que Jesús les dio a Sus discípulos cuando estuvo en la tierra eran tan profundas y no las podían entender, ellos tenían que esperar a que el Espíritu Santo viniera y se las enseñara. La mayoría de los maestros dice que en el versículo 12 “muchas cosas” se refiere a muchas doctrinas, “no las podéis sobrellevar” significa que ellos no podían recibir o entender las doctrinas, y que debido a esto el Señor no les enseñaría más. En el cristianismo tradicional, “el Espíritu de realidad” mencionado en el versículo 13 es traducido “el Espíritu de verdad”, y la mayoría de las personas interpreta “verdad” como doctrina en vez de realidad. Éste es el entendimiento que se tiene de estos versículos en el cristianismo tradicional.

En realidad, lo que el Señor dijo en Juan 16:12-15 no tiene que ver con entender doctrinas, sino con entrar en la realidad. La preocupación del Señor no era que los discípulos no pudieran entender las doctrinas o las verdades, sino que ellos fueran guiados “a toda la realidad”. Los expositores tradicionales de la Biblia creen que este pasaje está hablando acerca de doctrinas, pero en realidad este entendimiento es equivocado y yerra el blanco. Por esta razón, no pueden entrar en el misterio revelado en este pasaje.

El misterio de este pasaje se encuentra en el versículo 15, que dice: “Todo lo que tiene el Padre es Mío; por eso dije que recibirá de lo Mío, y os lo hará saber”. El Señor no dijo: “Todo lo que sabe el Padre me ha sido dado a conocer”, porque no se trata de doctrinas; en vez de ello, dijo: “Todo lo que tiene el Padre es Mío”, lo cual indica que esto tiene que ver con posesiones y riquezas. Como Heredero, Él ha heredado todo lo que el Padre tiene; todo lo que el Padre posee ha llegado a ser Suyo. En otras palabras, todo lo que el Padre tiene es ahora Suyo. Por lo tanto, esto no tiene que ver con doctrinas, sino con “todo lo que tiene el Padre”.

La segunda mitad del versículo 15 dice: “Por eso dije que recibirá de lo Mío”. Aquel que recibirá es el Espíritu de realidad mencionado en el versículo 13. La frase por eso es una explicación, lo cual indica que el Espíritu de realidad no recibiría doctrinas de parte del Señor, sino más bien todas las riquezas del Padre. “Os lo hará saber” no sólo significa que el Espíritu haría que los discípulos conocieran y entendieran todo lo que el Padre tiene, sino que además de esto les transferiría, transmitiría e incluso infundiría todo lo que el Padre tiene. Todo lo que el Padre posee le ha sido entregado al Hijo y el Hijo lo ha heredado. Más aún, ahora el Espíritu de realidad recibe todas estas riquezas del Hijo y luego las transfiere, transmite e incluso infunde a los discípulos.

EL PADRE, EL HIJO Y EL ESPÍRITU EN JUAN 16:15

Juan 16:15 es un versículo muy misterioso. En él tenemos al Padre (“Mío”), al Hijo (“dije”) y el Espíritu (“recibirá”). Al igual que Mateo 28:19, este versículo habla del misterio del Padre, del Hijo y del Espíritu. Sin embargo, mientras Mateo 28:19 habla claramente acerca del Padre, del Hijo y del Espíritu, Juan 16:15 es un versículo relativamente escondido, porque raras veces hablan de él los expositores de la Biblia.

En realidad, Juan 16:15 y Mateo 28:19 son igualmente importantes. Además, 2 Corintios 13:14 dice: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. Este versículo también nos habla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Sin embargo, la gracia de Cristo se menciona primero porque éste es el tema de 2 Corintios. Con relación a la revelación de la Trinidad Divina —el Padre, el Hijo y el Espíritu— este versículo es igual de importante que los versículos anteriores.