Evangelio de Dios, Elpor Watchman Nee
ISBN: 978-1-57593-940-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-1-57593-940-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Esta noche consideraremos el amor y la gracia de Dios, y también abarcaremos el tema de Su misericordia.
El Antiguo Testamento menciona varias veces que la salvación es de Jehová. Esto indica que la salvación no se origina en nosotros. Puesto que el pecado lo comete el hombre, naturalmente pensamos que la salvación también se origina en el hombre. Pero ni siquiera el pensamiento acerca de nuestra salvación se originó en nosotros; más bien, se originó en Dios. Aunque el hombre pecó y está destinado a la perdición, su intención no es de buscar la salvación. Aunque pecó y debe perecer, Dios fue quien decidió salvarlo. Entonces, el Antiguo Testamento menciona una y otra vez que la salvación viene de Jehová. Esto es así porque Dios es el que quiere salvarnos. El hombre nunca ha deseado salvarse a sí mismo.
¿Por qué la salvación vino de Jehová? ¿Por qué a Dios le interesa el hombre? De un modo general, podemos decir que se debe al hecho de que Dios es amor. Pero siendo más específicos, es por el amor de Dios para con el hombre. Si Dios no amara al hombre, no necesitaría salvarlo. Por un lado la salvación se cumple porque el hombre ha pecado y, por otro, Dios lo amó. Si el hombre no hubiera pecado, no habría lugar ni manera para que el amor de Dios sea manifestado. Y si el hombre hubiera pecado pero Dios no lo hubiera amado, no se habría logrado nada tampoco. La salvación es cumplida y el evangelio es predicado porque Dios ha amado y porque el hombre ha pecado.
El pecado del hombre nos muestra la necesidad del hombre. El amor de Dios nos muestra la provisión de Dios. Si sólo existe la necesidad sin la provisión, nada se puede hacer. Pero si hay provisión sin necesidad, la provisión se desperdicia. La salvación se cumple y el evangelio se predica debido a los dos hechos más importantes del universo. El primero es que el hombre ha pecado y el segundo es que Dios ama al hombre. Estos son dos hechos inmutables. Son dos hechos que la Biblia recalca. Si usted quita uno de estos dos, la salvación queda anulada. No es necesario quitar a ambos. Con sólo faltar uno, no habrá posibilidad para que la salvación se cumpla. Dios tiene amor y el hombre tiene pecado. Debido a estos dos hechos, existen la salvación y el evangelio.
La Biblia siempre hace notar el amor de Dios. Esta vez en nuestro estudio bíblico, abarcaremos brevemente la verdad del evangelio. Mencionaremos muchas cosas, pero no los consideraremos en detalle. Esta noche no puedo abarcar cada aspecto acerca del amor de Dios en la Biblia. Sólo mencionaré este asunto brevemente. Debemos considerar tres aspectos del amor de Dios. Primero, Dios es amor. Segundo, Dios ama al hombre. Y tercero, la expresión del amor de Dios está en la muerte de Cristo.
Veamos el primer punto: Dios es amor. Esto está registrado en 1 Juan 4:16. Aquí no dice que Dios ama. Tampoco dice que Dios tal vez ame, o que Dios puede amar, o que amó, o que amará. Por el contrario, dice que Dios es amor. ¿Qué significa que Dios es amor? Significa que Dios mismo, Su naturaleza y Su ser, es amor. Si se pudiera decir que Dios tiene una substancia, entonces la substancia de Dios es amor.
La revelación más grande de la Biblia es que Dios es amor. Esta es la revelación que el hombre más necesita. El hombre tiene muchas conjeturas y teorías acerca de Dios. Meditamos todo el tiempo acerca de qué clase de Dios es El, qué clase de corazón nuestro Dios tiene, qué intención tiene para con el hombre, cómo es El. Usted le puede preguntar a cualquiera acerca de qué piensa de Dios, y él le dará su concepto. El pensará que Dios es de esta o aquella forma. Todos los ídolos en el mundo y todas las imágenes hechas por el hombre son los productos de su imaginación. El hombre piensa que Dios es un Dios fiero o severo. El pinta a Dios de esta o aquella manera. El hombre siempre está tratando de razonar y explorar cómo es Dios. A fin de corregir las diferentes conjeturas que el hombre tiene acerca de Dios, El se manifiesta en la luz del evangelio y le muestra al hombre que El no es un Dios inaccesible o incomprensible.
Entonces, ¿qué es Dios? Dios es amor. Esta declaración no estará clara a menos que les dé una ilustración. Supongamos que hay una persona paciente. El tiene paciencia sin importar lo que encuentre y sin importar cuán difíciles o malas sean las condiciones. No podemos decir que tal persona actúa pacientemente. El adverbio pacientemente no se puede usar para describir a esa persona. Tampoco podemos decir que es paciente, usando un adjetivo. Debemos decir que él es la paciencia misma. Tal vez no lo llamemos por su nombre. Por el contrario, a sus espaldas diremos que Paciencia ha llegado o que Paciencia ha hablado. Cuando decimos que Dios es amor, queremos decir que el amor es la naturaleza de Dios. El es amor adentro y afuera. Por lo tanto, no diríamos que Dios es amoroso, usando un adjetivo, o que Dios ama, usando un verbo. Más bien, diríamos que Dios es amor, aplicando el sustantivo para El.
En nuestro amigo Paciencia no encontramos imprudencia. El hombre es la paciencia misma; él no es simplemente paciente. El es una masa de paciencia. ¿Usted creería que en tal persona pudiera haber imprudencia? ¿Podría él enojarse? ¿Discutiría con otros? Para él es imposible hacer tales cosas porque no hay ningún elemento en su naturaleza que haga eso. En su naturaleza no hay tal cosa como enojo. En su naturaleza no hay tal cosa como imprudencia. El simplemente es paciencia.
Lo mismo ocurre con Dios, que es amor. Dios como amor es la mayor revelación de la Biblia. Para cada cristiano, lo más importante que debe saber en la Biblia es que Dios es amor. Para Dios es imposible odiar. Si Dios odiara, El no sólo tendría problemas con aquellos a quienes odia, sino también tendría problemas consigo mismo. Si Dios nos odiara hoy aquí, El no sólo estaría en problemas con nosotros; El estaría en problemas consigo mismo. Para que Dios odie o haga algo sin amor, primero debe desarrollar un problema consigo mismo. Dios es amor. Aunque estas tres palabras son muy sencillas, nos dan la mayor revelación. La naturaleza de Dios, la esencia vital de Dios, es simplemente amor. El no puede actuar de otra manera. El ama, y al mismo tiempo, El es amor.
Si hoy usted es un pecador, tal vez se pregunte qué es lo que debe hacer para que Dios lo ame. Muchas personas no conocen lo que Dios piensa acerca de ellos. Ellos no saben lo que Dios está pensando o cuáles son Sus intenciones. Muchos creen que para poder agradar a Dios, uno debe hacer algo, o que debe sufrir, o que debe ser responsable. Sin embargo, sólo aquellos que están en tinieblas y no conocen a Dios piensan de esta manera. Si no hubiera evangelio hoy, usted pensaría de esta manera. Pero ahora que el evangelio está aquí, ya no puede pensar así, porque el evangelio nos dice que Dios es amor.
Los seres humanos no somos nada más que odio. Nos es sumamente difícil amar. De la misma manera, para Dios es igual de difícil odiar. Usted puede pensar que es difícil amar y que no sabe amar a otros. Pero para Dios es imposible odiar. Usted no puede amar, y Dios no puede odiar. Dios es amor, y para El, odiar es actuar en contra de Su naturaleza, y esto le es imposible.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.