Entrenamiento de perfeccionamientopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4812-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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¡Muy bien! Ahora es mi turno de decirles lo que yo he aprendido esta semana pasada. Practiqué mucho la semana pasada y, a través de esta práctica, gracias al Señor he llegado a cierta comprensión, y esta es, que orar sin cesar no es tan sólo orar antes de iniciar alguna actividad. Orar sin cesar implica además, orar durante nuestras actividades. Ésta es la manera de vivir, incluso biológicamente. Vivimos mediante la respiración. Vivir equivale a respirar. Vivir es verdaderamente respirar; si usted no respira, se muere. Mientras esté con vida, usted respirará. Según las matemáticas espirituales, respirar equivale a vivir, y vivir equivale a respirar. En chino cuando quiere decir que un hombre está muerto, dice que él ha dejado de respirar. Así que, si usted deja de respirar, eso significa que está muerto. Mientras esté con vida, usted respirará.
Vivir a Cristo alude por completo a un vivir espiritual. Expresiones tales como vivir a Cristo o vive Cristo en mí, se usan solamente en el corazón de la revelación divina. Gálatas 2:20 dice: “Vive Cristo en mí”, y Filipenses 1:21 dice: “Para mí el vivir es Cristo”. No hay otros versículos, ni aun en los demás escritos de Pablo, que citen estas expresiones. Éstas son únicas. Por supuesto, el ministerio de Pablo es el ministerio completador, el ministerio que completa la revelación divina de Dios. Después vino el ministerio de Juan para remendar el ministerio que había sido dañado. El ministerio de Juan es, pues, un ministerio remendador. Pablo, al completar la revelación divina, nos indicó que debemos vivir a Cristo y que Cristo vive en nosotros. En ninguno de sus otros libros vuelve a mencionar estas expresiones. En otros escritos del Nuevo Testamento, tales como los de Pedro y los de Jacobo, tampoco vemos tales expresiones. Pero en el ministerio remendador de Juan vemos que esta expresión es usada nuevamente. En Juan 6:57 dijo: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí”.
Debido a que el ministerio completador de Pablo fue dañado, el ministerio remendador de Juan vino después para remendarlo. Durante el primer siglo, en muy poco tiempo, la iglesia degradada causó daños al ministerio completador de Pablo. Así que en las postrimerías del primer siglo, Juan fue levantado para remendar el ministerio dañado. En su ministerio remendador él adoptó de nuevo esta expresión que Pablo usó en su ministerio para completar la revelación divina. Juan 6:57 dice: “El que me come, él también vivirá por causa de Mí”, y Juan 14:19 dice: “Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veis; porque Yo vivo, vosotros también viviréis”. Este versículo indica que el Señor estará en resurrección y también que vivirá por siempre en resurrección. Además, indica que si Él vive en resurrección, nosotros también viviremos. Vivimos con Él, vivimos en Él, vivimos por Él y finalmente lo viviremos a Él mismo. Dos veces en los escritos de Juan se retoma esta expresión vivir o vivo. Por tanto, esta expresión se usa no solamente en el ministerio completador de Pablo, sino también en el ministerio remendador de Juan. Esto no es algo insignificante.
En la revelación divina de los sesenta y seis libros de la Biblia, el clímax, el punto culminante, no es otra cosa sino vivir a Cristo. Aun en la eternidad viviremos a Cristo. Vivir a Cristo es diferente de vivir por Cristo. En la eternidad no sólo viviremos por Cristo, sino que viviremos a Cristo. Nuestra labor eterna será simplemente vivir a Cristo. Para mí esto es tan grato. Finalmente, la soberanía de Dios puso al apóstol Pablo en la cárcel, donde él no podía hacer nada sino vivir a Cristo. Allí Pablo no estaba ni ocioso ni ocupado; él simplemente vivía a Cristo.
En el ministerio remendador, que es mucho más rico y firme que el ministerio completador, tenemos el capítulo de Juan 15. En Juan 6 y 14 tenemos esta palabra tan clara referente a vivir a Cristo, pero en Juan 15 tenemos una ilustración que nos muestra el significado de vivir a Cristo y lo que significa que Cristo viva en nosotros. Este capítulo nos habla de la vid y sus pámpanos. Los pámpanos permanecen en la vid, y la vid permanece en los pámpanos; viven juntos. Así que los pámpanos no hacen nada más que vivir en la vid. El pámpano de la vid no está ni ocioso ni ocupado; simplemente vive. Ningún árbol frutal está ocupado laborando. Hace dos años plantaron un pequeño árbol de duraznos en mi patio, y esta mañana, para mi sorpresa, había un pequeño durazno en una de las ramas. Estaba completamente maduro, así que lo corté, lo lavé y lo probé. ¡Estaba tan dulce! Ese pequeño árbol había estado en mi patio por más de dos años, pero nunca noté que estuviera ocupado. Nunca lo vi corriendo de aquí para allá haciendo muchas cosas. Esta ilustración de la vid y los pámpanos es tan sencilla, pero a la vez profunda. Por ser pámpanos en la vid, ustedes deben dejar de laborar y aprender a vivir. Los pámpanos de la vid no hacen nada; no trabajan, simplemente viven. Debemos subrayar esta palabra: viven. Algunos pueden argumentar que Pablo nos dijo que él laboraba y trabajaba. Eso por supuesto es otro asunto; por ahora necesitamos recalcar el asunto de vivir.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.