Espíritu y el cuerpo, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4516-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-4516-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
En 2 Corintios 3:18 vemos el asunto de la transformación: “Nosotros todos, a cara descubierta mirando y reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu”. La imagen en la cual estamos siendo transformados es la imagen del Señor. La transformación a la imagen del Señor se lleva a cabo de gloria en gloria; es decir, de una etapa de gloria a otra, de un grado de gloria a otro. Siempre que hablo acerca de la transformación, en mi interior salto de gozo y me siento muy contento. Me siento muy contento de saber que todos ustedes están experimentando el proceso de la transformación de una etapa de gloria a otra. Dentro de un año muchos de nosotros estaremos en una etapa de gloria más elevada de la que estamos hoy. Éste es el resultado de la obra transformadora que efectúa el Señor Espíritu.
Según el libro de Romanos, la transformación redunda en la conformación. La vida que el Espíritu imparte no sólo nos suministra una nueva esencia o elemento a fin de reemplazar todo lo viejo y crear una condición nueva para que seamos transformados, sino que además de ello logra que finalmente seamos conformados a la misma imagen del Hijo primogénito de Dios. Así que, primeramente somos transformados, y después somos conformados a la imagen de Cristo.
Al observar seres vivos como las flores y los árboles, he aprendido que toda forma de vida posee ciertas características. (No hablo desde la perspectiva de la biología, sino de lo que he aprendido por experiencia). Todo tipo de vida posee cuatro características principales: la esencia de vida, el poder de vida, la ley de vida y la forma de vida. Tomemos por ejemplo un clavel. Un clavel ciertamente posee una esencia de vida; también tiene el poder de vida, esto es, el poder para crecer. Sin embargo, los claveles no crecen sin una ley que los regule. Más bien, un clavel crece según su propia regulación, es decir, según la ley de la vida del clavel. Por consiguiente, un clavel posee una ley de vida. Por último, un clave tiene su propia forma. El tallo, las hojas y las flores tienen una forma particular. No hay necesidad de enseñarle al clavel cómo debe ser la forma de sus hojas ni el diseño de sus flores. ¡Cuán necios seríamos si tratáramos de hacer esto! Si ustedes intentaran enseñarle a un clavel cómo crecer y el clavel pudiera hablar, les diría: “No pierdas tu tiempo tratando de enseñarme. En mi interior poseo una ley y no necesito que me regules. A medida que crezco, la ley de vida que está en mí me regula. Esta ley sabe qué clase de hojas debo tener y cuál debe ser el diseño y el color de mis flores”. Debido a que toda planta posee su propia esencia de vida, poder de vida, ley de vida y forma de vida, adquiere la forma propia de su especie. Si es una planta que produce fruto, producirá fruto según su especie. Por ejemplo, un duraznero producirá duraznos. Un duraznero jamás cometerá el error de producir bananos. Toda especie de vida posee su propia ley y su propia forma.
Ser amoldado de una manera particular es ser conformado. ¡Oh, la vida divina en nosotros nos está amoldando en la misma forma del Hijo primogénito de Dios! Mediante la impartición de vida y mediante el proceso de la transformación, estamos siendo conformados a la imagen del Hijo primogénito de Dios, para que Él sea el Primogénito entre muchos hermanos. Cuando usted entre en la eternidad y vea la situación allí, me dirá: “Hermano Lee, usted tenía razón. Usted nos dio un mensaje en el que nos decía que la vida que está en nosotros nos amoldaría, nos conformaría, a la imagen del Hijo primogénito de Dios. Esto es exactamente lo que ha sucedido”. Hoy en día estamos experimentando el proceso de la santificación, la impartición de vida, la transformación y la conformación. Ésta es la actividad del Espíritu todo-inclusivo, vivificante y que mora en nosotros. Esto es completamente diferente de las enseñanzas que promueve la religión. Las enseñanzas jamás podrán lograr esto. ¡Aleluya, estoy contento porque dentro de todos nosotros se está llevando a cabo la obra del Espíritu todo-inclusivo! Este Espíritu está santificándonos, impartiendo la vida de Dios en nuestro ser, transformándonos y conformándonos.
Finalmente, seremos glorificados (Ro. 8:30). La glorificación es como el florecimiento de un clavel. A medida que un clavel crece, la vida en su interior le da la forma de clavel. Un día, espontáneamente, florecerá. Ésta será la glorificación del clavel. La glorificación es la máxima consumación de la transformación y la conformación. En el presente nosotros estamos en el proceso de la transformación y la conformación. Este proceso continuará hasta que lleguemos a la consumación: la glorificación. En esa glorificación, la transfiguración de nuestro cuerpo, seremos exactamente iguales al Hijo primogénito en espíritu, alma y cuerpo. En aquel tiempo sabremos con certeza que somos los muchos hijos, y Cristo dirá: “Yo soy el Primogénito y ustedes son los muchos hijos”. Entonces seremos realmente iguales a Él (1 Jn. 3:2). Ésta es la obra que efectúa el Espíritu todo-inclusivo que está en nosotros. Ésta es la santificación, la impartición de vida, la transformación, la conformación y la glorificación. Hoy en día nos encontramos en este proceso.
Al escuchar esto, quizás se pregunte qué debe hacer. Olvídese de hacer cosas y simplemente descanse. A medida que este proceso continúe, usted será santificado, disfrutará la impartición de vida, experimentará la obra de transformación, será conformado a la imagen del Primogénito y finalmente será introducido en la glorificación. Ésta es la vida de iglesia. En lugar de tratar de hacer algo, simplemente disfrute al Señor, invoque Su nombre y alábelo. Aunque no debemos tratar de mejorarnos a nosotros mismos, sí debemos ejercitar nuestro espíritu para experimentar a este Espíritu maravilloso y todo-inclusivo. Cuanto más lo hagamos, más experimentaremos la santificación, la impartición de vida, la transformación, la conformación y, finalmente, la glorificación.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.