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Visión celestial, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-0927-1
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DEL JUDAISMO A LA VISION CELESTIAL

Los apóstoles y los discípulos de los primeros días fueron instruidos y adiestrados por el Señor Jesús en algo nuevo y absolutamente distinto al judaísmo. Ellos llegaron a conocer a Cristo y recibieron la visión acerca de El; entendieron que Cristo fue crucificado y resucitado, que ascendió a lo alto, que se sentó en el trono, que fue hecho Señor y Cristo, y que regresaría a la tierra. También recibieron la visión de la iglesia y se dieron cuenta de que Dios reuniría a Sus escogidos para edificarlos y formar las iglesias locales. Ellos habían estado en el judaísmo, pero se volvieron de allí a la visión celestial.

LA CONSAGRACION HECHA EN EL APOSENTO ALTO

El primer capítulo del libro de Hechos habla de un aposento alto que estaba en Jerusalén. Allí se reunió un grupo de ciento veinte personas, quienes oraron unánimes durante diez días. No sólo oraron, sino que se consagraron al Señor, ofreciendo sus vidas a El de una manera muy práctica.

Tres años y medio antes, el Señor Jesús se había acercado a Pedro a orillas del mar, y Pedro le había entregado su vida. En ese entonces, Pedro dejó su oficio y comenzó a seguirlo (Mt. 4:18-20). Podemos decir que desde ese momento Pedro se consagró al Señor. Sin embargo, la experiencia que tuvo en el aposento alto fue algo adicional. Allí Pedro tuvo una nueva consagración, más específica y particular. A orillas del mar Pedro había dejado su trabajo, prueba de ello fue que abandonó sus redes de pesca; pero en el aposento alto, él renunció a mucho más. A continuación enumeraremos todo lo que Pedro abandonó para estar en el aposento alto.

Renunció a la religión
de sus antepasados
por causa de la visión celestial

Lo primero que Pedro abandonó fue el judaísmo. La visión celestial era contraria a la religión de sus antepasados. La actitud de Pedro no fue defender la religión de sus padres; sino preferir la visión celestial. En los primeros capítulos del libro de Hechos, vemos que Pedro y los otros apóstoles son asediados y perseguidos por el judaísmo; pero aun así, ellos continuaron firmemente del lado de la visión celestial. Así pues, el primer aspecto de su consagración en el aposento alto consistió en renunciar a la religión tradicional de sus antepasados.

Renunció a su patria

Para estar en el aposento alto, Pedro también renunció a su patria. El era de Galilea, pero la abandonó y vino al aposento alto en Jerusalén.

Renunció a sus vecinos y amigos

Como nativo de Galilea, seguramente Pedro tenía vecinos y amigos en ese lugar. Así que, para poder estar en el aposento alto, tuvo que abandonar también esas relaciones. Esto no es algo insignificante, pues para renunciar a todo ello, hubo un costo que Pedro tuvo que pagar.

Renunció a sus parientes

Pedro renunció además a sus propios parientes. Dudo que él los haya llevado consigo al aposento alto; no hay ninguna evidencia que indique esto. De hecho, es muy probable que sus padres hayan permanecido en el judaísmo.

Arriesgó su vida

Por último, al estar en el aposento alto, Pedro arriesgaba su vida. El estaba dispuesto a entregar su propia vida. En aquel tiempo, Jerusalén era un lugar hostil y peligroso para Pedro y para los demás que se encontraban en el aposento alto; aún así, ellos estuvieron dispuestos a arriesgar sus vidas. Para estar en el aposento alto, ellos tuvieron que renunciar al judaísmo, a su patria, a sus vecinos y amigos, a sus parientes y, finalmente, estuvieron dispuestos a arriesgar sus propias vidas.

LA CONSAGRACION QUE NECESITAMOS HOY

Necesitamos la visión de la consagración que predominaba en el aposento alto. Podemos hablar mucho de la consagración, pero quizás sólo se trate de una consagración como la de Pedro a orillas del mar, y no como la del aposento alto. A la orilla del mar renunciamos a algo para seguir al Señor Jesús; pero probablemente aún no hemos venido al aposento alto. ¿Qué clase de consagración es la suya, una consagración a orillas del mar o una consagración en el aposento alto?

Lo vivido en el aposento alto, lo cual se narra en el primer capítulo de Hechos, fue algo decisivo. Aquello cambió la era. El giro que ocurrió en esos días, afectó los cielos y la tierra. ¿Cuál fue el resultado de la consagración en el aposento alto? El resultado de aquella consagración fue que se produjo la iglesia. La iglesia surgió por la consagración o la entrega de aquellas ciento veinte personas que se encontraban en el aposento alto.

Durante aquellos diez días en el aposento alto, todo fue entregado por aquellas ciento veinte personas de manera práctica, a un precio muy elevado: el de abandonar la religión de sus antepasados, hacer a un lado su patria, sus vecinos, amigos y parientes, y aún arriesgar sus propias vidas. Lo único que a ellos les importaba en ese momento era la visión celestial. Estaban embriagados con dicha visión. Se habían “casado” con ella, y todo su ser estaba cautivado, al grado de estar fuera de sí mismos por tal visión. Esta es la clase de consagración que necesitamos hoy.


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