Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4948-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Sin embargo, el requisito para ejercer responsabilidad, para ejercer el ancianato, el liderazgo, es la pureza. La coordinación exige pureza. Si usted está escaso de esto, no importa cuán cuidadoso sea, experimentará problemas vez tras vez. En la vida de iglesia, continuamente se presentan situaciones. Si usted no es puro en sus motivos, se verá enredado con este problema o con el siguiente. Esto es inevitable. De la misma manera, si usted es puro, ningún problema lo enredará.
Muchas veces nuestra apariencia de paciencia proviene de la impureza. Nos quedamos esperando y no hacemos nada por temor a ofender a otros. No quiero decir que debemos ser groseros o descuidados. Pero la pureza es un factor básico. Ésta mata todos los gérmenes. Si ustedes les preguntan a los ancianos de la iglesia en Anaheim aquí, creo que todos ellos coincidirían en que, no importa lo que yo haga, si estoy contento o no, ellos nunca tienen dudas en cuanto a mis motivos. Ellos no cuestionan mis motivos ni yo los de ellos porque tenemos una historia mutua por muchos años. Nos hemos conocido por mucho tiempo. Por lo tanto, podemos ahorrarnos mucho tiempo y problemas en la manera en que hacemos las cosas y aun así no tener malos entendidos.
¿Saben de dónde provienen los malos entendidos? A menudo provienen de la impureza. Un esposo y una esposa que realmente se aman sin ninguna impureza tal vez discutan y tengan desacuerdos, pero no tendrán malos entendidos. Sin embargo, una vez que encuentra cabida la impureza, se presenta un mal entendido tras otro. Quizás hagan todo lo posible por ser cuidadosos, pacientes y sabios, pero los malos entendidos continuarán, debido a la impureza.
Ofender a otros es algo que proviene de la carne. El temor de ofender a otros es también de la carne. En el mundo, como por ejemplo, en una compañía, las personas tienen mucho cuidado de no ofenderse mutuamente, porque el mundo está lleno de impureza. Si esto también se aplica a la iglesia, entonces hemos dejado de ser la iglesia. En la iglesia no debe haber otra cosa que pureza en cada vía, en cada rincón.
Es cuando somos impuros que abrigamos sospechas. Llegamos a ser detectives que espían el significado detrás de las palabras que otros dicen. Si tenemos motivos puros, no tendremos este tipo de pensamientos. Estaremos en otra esfera, tomando las palabras que otros nos dicen de una manera sencilla.
Yo he escuchado que algunos hermanos, a pesar de darse cuenta de que suceden algunas cosas que no están bien, no se atreven a decir nada. Para evitar involucrarse, se quedan callados y permiten que el sufrimiento continúe. Hacer esto es actuar como si fuéramos políticos. Eso es lo que algunos de ustedes han estado haciendo. Queridos hermanos, les pido que cambien su modo de pensar. Arrepiéntanse. No permitamos más esto.
Tal vez usted piense que alguien secretamente le ha dado informes al hermano Lee acerca de usted. En realidad, no he recibido ningún informe. La razón por la cual hay un demonio en su modo de pensar, es que usted está haciendo algo que espera que el hermano Lee no se entere. Nadie me dio ningún informe, pero bajo la soberanía del Señor yo vine para decir que de hoy en adelante no haremos las cosas de esa manera. Debido a que mi corrección fue justa y precisa, usted pensó que alguien me había dado información secreta acerca de usted. En realidad no fue así. El Señor Jesús mismo me dijo que viniera a su reunión a corregir ciertas cosas en principio.
Si ustedes están en esta reunión esta noche con un corazón impuro, tal vez piensen que lo que estoy diciendo se debe a informes que me han dado. Puede que piensen que cierto comentario que hago se aplica a ustedes, porque concuerda exactamente con su situación. Por lo cual piensa que si nadie lo hubiera reportado, ¿cómo podía haberme enterado yo de ello?
Pues bien, quiero que sepan que lo que les comparto es algo que escribí hace seis días. Yo hice una lista de los puntos que quería abarcar. Después de nuestra pasada reunión, escribí todos estos puntos porque me di cuenta de que, ahora que soy una persona anciana, no recordaría todos estos puntos a menos que los escribiera. Esto debe dejarles claro que lo que les digo no se debe a informes que haya recibido.
Aprendan a ser puros. Esto no es algo insignificante. Ahora que la reunión de habla china ha empezado, todas estas ranas que estaban en lo profundo del pozo han salido a la superficie. Sin duda alguna, si usted no condena estas cosas, la bendición se irá. Estos pensamientos de sospecha acabarán con su servicio. Si usted se pregunta cómo yo puedo ir adelante, le diría que es porque no ando por ese camino. Todos ustedes conocen mi franqueza. Si usted es puro, no hay nada que deba temer. La pureza es un requisito básico de nuestro servicio.
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