Información del libro

Estudio más profundo en cuanto a la impartición divina, Unpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7461-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 15 Sección 2 de 4

EL DIOS TRIUNO PROCESADO
CON MIRAS A LA IMPARTICIÓN DIVINA

En el mensaje anterior vimos dos puntos principales. El primero es la Trinidad Divina, y el otro es la impartición divina. La Trinidad Divina es nuestro Dios único y verdadero. Él es Aquel en quien creemos y Aquel a quien adoramos. Con respecto a Él, tenemos la distinción del Padre, Hijo y Espíritu. El Padre se expresa en el Hijo, y el Hijo es hecho real como Espíritu. El Hijo es la manifestación del Padre, y el Espíritu es la realidad del Hijo. Estos tres no son tres dioses, sino un solo Dios. Este Dios único es el Padre, el Hijo y el Espíritu con un propósito específico, el cual es impartirse en Sus creyentes. Él es un solo Dios Triuno, pero puede impartirse en millones de personas. Esto es algo misterioso. Aunque hemos explicado cómo el Dios Triuno —el Padre, el Hijo y el Espíritu— se imparte en nosotros dando el ejemplo de la sandía que es cortada en pedazos y luego es puesta bajo presión para convertirse en jugo, en realidad el hecho no es tan sencillo, sino que es demasiado profundo. Es tan profundo que no alcanzamos a desentrañarlo ni a entenderlo. Sin embargo, sí existe tal cosa en el universo.

Este Dios Triuno tuvo un beneplácito y un deseo en la eternidad pasada antes de la creación del mundo. Según este beneplácito y deseo, la Trinidad Divina celebró una conferencia de la Deidad y tomó la decisión de crear al hombre a Su imagen y conforme a Su semejanza, para que a partir de un hombre creado, pudiese propagarse a muchos hombres. Antes que el tiempo empezara, y antes que los cielos y la tierra fuesen creados, Él nos predestinó conforme a Su presciencia y previsión y marcó un destino para nosotros. De esta manera, un día escuchamos el evangelio y, sin saber por qué lo hicimos, creímos. Además, cuanto más avanzamos, más firmemente creemos. Incluso nosotros mismos nos maravillamos y nos preguntamos cómo esto sucedió. En realidad, nada de esto depende de nosotros, pues hemos sido escogidos por Él. Incluso si nosotros no lo queremos, Él todavía nos quiere.

En lo que a nosotros se refiere, la salvación es simplemente una pequeña experiencia. Pero en lo que a Dios se refiere, no es algo sencillo. En primer lugar, Él tuvo que crear todas las cosas. Luego tuvo que crear al hombre. Después de crear al hombre, y debido al fracaso por parte del hombre, tuvo que esperar cuatro mil años. Al final, Él mismo se hizo hombre. Cuando creó todas las cosas, Él pudo llamar las cosas que no son como existentes. Pero cuando se hizo carne, tuvo que operar conforme a la ley de la propagación que Él creó en el hombre. Un día, el Espíritu Santo vino a la virgen María, y algo maravilloso le ocurrió a ella. Lo santo fue concebido en ella. El Santo concebido en ella era Dios, la Palabra eterna (Mt. 1:20). El Dios que era la Palabra entró en el vientre de la virgen María y permaneció allí por nueve meses. Cuando se cumplió ese tiempo, Él nació con una naturaleza humana. Éste fue el Señor Jesús. Lo que entró fue Dios, pero lo que salió al nacer fue Dios con humanidad. Esto es lo que dice Isaías 9:6, de que un niño nos es nacido, y un hijo nos es dado. Ese niño es el Dios Fuerte, y ese Hijo es el Padre Eterno.

Después que el Señor Jesús nació, Herodes intentó matarlo, y José y María tuvieron que llevarlo a Egipto y buscar refugio allí. Más tarde ellos regresaron a una pequeña aldea en Galilea, llamada Nazaret, donde estuvo treinta años en la casa de una familia pobre. A la edad de treinta, que según las Escrituras es la edad en que un sacerdote empieza a asumir sus responsabilidades, Él fue bautizado y fue ungido por el Espíritu Santo. Además de esto, fue probado. Desde entonces, empezó a hablar por Dios y a laborar. Adondequiera que iba hablaba acerca de Dios, expresaba a Dios y revelaba a Dios a los hombres. Tres años y medio después, fue traicionado, atado y condenado, y fue crucificado en el monte Gólgota a las afueras de la ciudad de Jerusalén. Juan nos dijo que este Jesús crucificado tiene tres estatus. En primer lugar, es el Cordero de Dios, para ser nuestro Redentor y, como tal, quitó el pecado del mundo. En segundo lugar, es la serpiente de bronce y, como tal, fue colgado en el madero para quitar la naturaleza satánica que estaba en nosotros. Tercero, es el grano de trigo que cayó en la tierra y murió, librando así la vida divina y produciendo los muchos granos.

Además, todo Su ser —espíritu, alma y cuerpo— resucitó y fue transfigurado en el Espíritu vivificante. Este Espíritu es un Espíritu compuesto y vivificante. En este Espíritu está la divinidad, la humanidad, el vivir humano de Jesús y Su muerte todo-inclusiva con el poder de Su resurrección. Éste es el ungüento santo que se describe en Éxodo 30. Es la mezcla de un hin de aceite de oliva con cuatro clases de especias. El Espíritu como el ungüento santo que nos unge interiormente nos capacita para participar de todos los elementos del Dios Triuno. De esta manera, por medio de la encarnación, el vivir humano, la crucifixión y la resurrección en la que llegó a ser el Espíritu vivificante, el Dios Triuno logró algo muy grande, a saber, llevar a cabo Su impartición divina. Hoy en día nuestro Dios ya no es sencillamente la Palabra que estaba allí en el principio. Él se hizo carne, laboró por Dios en la tierra, fue a la cruz, efectuó la obra de la redención, entró en el Hades, venció la muerte y salió de ella. En la resurrección Él llegó a ser el Espíritu vivificante, y ahora está muy disponible a nosotros. En tanto que creamos en Él e invoquemos Su nombre, Él se impartirá a nosotros. ¡Éste es el evangelio!


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top