Lecciones básicas acerca del serviciopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8284-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La mesa del Señor reemplaza la fiesta de la Pascua. De hecho, cuando el Señor estableció Su mesa, Él y Sus discípulos asistían a la fiesta de la Pascua. De acuerdo con la manera en que los judíos solían celebrar la Pascua, sin lugar a dudas, el Señor y los discípulos compartían el pan y el vino. Por tanto, aquella reunión de la mesa que el Señor celebró con Sus discípulos se realizó más bien a manera de transición. Primero, el Señor y los discípulos comieron la pascua (Mt. 26:20-25; Lc. 22:14-18). Luego, el Señor estableció Su mesa con el pan y la copa (Mt. 26:26-28; Lc. 22:19-20; 1 Co. 11:23-26) para reemplazar la fiesta de la Pascua, porque Él iba a cumplir el tipo y ser la verdadera Pascua para nosotros (5:7). Lucas 22 nos muestra que allí se comió y se bebió de dos maneras distintas. Una manera formaba parte de la Pascua (vs. 15-18); la otra manera formaba parte de la mesa del Señor (vs. 19-20). Hoy en día celebramos la mesa del Señor sin la necesidad de ningún otro elemento transitorio.
En la mesa del Señor no debemos orar pidiendo que el Señor haga algo por nosotros, sino que indudablemente debemos ofrecerle alabanzas. Ofrecerle alabanzas requiere que ejercitemos mucho nuestro espíritu. Es necesario que aprendamos cómo alabar al Señor después de haber cantado un himno. Quizá acostumbremos simplemente gritar, declarar o leer frases del himno de una manera mecánica. No obstante, de haber más riquezas y fortaleza en los santos, éstos no se limitarán a simplemente citar algo del himnario. Ellos alabarán al Señor en conformidad con el pensamiento del himno, tomando algunos términos y frases para hacer una “recomposición” de las mismas. Debemos aprender a digerir un himno en nuestra alabanza. Digerir así un himno es algo mucho más viviente e informal.
En la reunión de la mesa del Señor, es necesario que haya más alabanzas. En lugar de alabar, quizás los santos simplemente lean el himnario. Ellos deben aprender a superar la mera lectura de un himno, deben aprender a digerirlo. En lugar de leer: “¡Oh, qué vivir! ¡Oh, qué solaz!” (Himnos, #213), Podemos decir: “Oh Señor, en Tu vida disfrutamos del reposo. ¡Oh, cuánto solaz disfrutamos!”. Podemos digerir ciertas expresiones halladas en un himno y convertirlas en una alabanza viva dirigida al Señor.
En la antigüedad los creyentes tenían la costumbre de reunirse para cenar, es decir, para tomar la comida principal del día. Los ricos traían la mayor parte y la mejor calidad de comida para el mutuo disfrute, y los pobres, traían menos (1 Co. 11:21-22). Esto era llamado un ágape, o sea, un banquete de amor (2 P. 2:13; Jud. 12), y tenía la fiesta de la Pascua como antecedente histórico (Lc. 22:13-20). Al final del ágape, los creyentes tomaban la cena del Señor con el pan y la copa para recordar al Señor (1 Co. 11:23-25). Ésta es la mejor manera de celebrar la mesa del Señor.
Debe quedar grabado en lo profundo de nuestro ser que el aspecto más crucial en nuestro servicio al Señor es la vida divina. La vida es el Espíritu, y el Espíritu es la realidad del Cristo vivo. Si ayudamos a los santos a entrar en el carril de la vida divina, todos los detalles de nuestra práctica serán espontáneamente regulados por la vida. Las normas son necesarias y nos ayudan; sin embargo, debemos ser cuidadosos. No estamos a favor de regular ninguna situación. Una situación que está plenamente regulada puede convertirse en un cementerio, es decir, en una situación de muerte. El hermano Nee tomó la delantera de poner en práctica la verdad acompañada de la vida. Tenemos que aclarar a los santos que no estamos a favor de las normas, sino a favor de la vida. Si los santos crecen en vida adecuadamente, ellos serán espontáneamente regulados.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.