Living Stream Ministry

La filiación divina se lleva a cabo
al ser nosotros mezclados con Dios
hasta que seamos plenamente santificados

Dios se está forjando en nosotros y se está mezclando con nosotros para que podamos ser santos, absolutamente santificados por Él, en Él y con Él. Cada parte de nuestra naturaleza humana se mezclará con la naturaleza divina. En el tipo del Antiguo Testamento, cada parte de las tablas del tabernáculo estaba recubierta de oro. En el cumplimiento del tipo, Dios se mezcla con la iglesia para que podamos ser introducidos en la plena filiación.

Según la enseñanza del Nuevo Testamento, la filiación primeramente significa que nacemos de Dios para tener a Dios como nuestra vida y naturaleza. En segundo lugar, significa que crecemos con Dios y en Dios, y en tercer lugar, significa que estamos absolutamente mezclados con Dios; cada parte de nuestro ser será impregnada, saturada, recubierta y absolutamente mezclada con Dios. En cuarto lugar, estamos calificados para heredar todo lo que Dios es, todo lo que Dios tiene y todo lo que Dios ha planeado. En quinto lugar, finalmente somos absolutamente santificados, santos y divinos. Esto es el significado apropiado de la filiación. La filiación implica una primogenitura que nos hace aptos para disfrutar a Dios al ser mezclados con Él. Al ser mezclados con Él, somos absoluta y cabalmente santificados por Él, con Él y en Él; interior y exteriormente somos hechos santos y divinos. El propósito de Dios consiste en que la iglesia sea santificada a tal grado. Esto es el primer elemento del propósito que Dios tiene con respecto a la iglesia.

SOJUZGAR Y DERROTAR AL ENEMIGO DE DIOS
AL EXHIBIR LA MULTIFORME SABIDURÍA DE DIOS
POR MEDIO DE LA IGLESIA

El segundo aspecto del propósito de Dios consiste en que el enemigo de Dios sea sojuzgado y derrotado al exhibirse la multiforme sabiduría de Dios por medio de la iglesia (Ef. 3:10-11). Mientras más problemas ocasione el enemigo, más Dios le mostrará Su sabiduría a él.

HACER QUE EN CRISTO SEAN REUNIDAS BAJO UNA CABEZA TODAS LAS COSAS POR MEDIO DE LA IGLESIA

El tercer aspecto del propósito de Dios consiste en que Él haga que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas por medio de la iglesia. Aunque este aspecto de la iglesia en la economía de Dios se revela en la Palabra de Dios, muchos cristianos no lo han visto. Por esta razón, debemos estudiar varios versículos relacionados con este asunto. Efesios 1:10 dice: “Para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. Las expresiones economía o dispensación, y la plenitud de los tiempos son difíciles de entender y nos podrían parecer extrañas. Sin embargo, nos ayudan a comprender que lo dicho aquí es de suma importancia.

Cristo es el centro, el eje y la Cabeza

La versión King James, al traducir este versículo, usa las palabras: “Reunir todas las cosas bajo uno solo”. Una mejor traducción de esto es: “Reunir bajo una cabeza todas las cosas”, tal como aparece en la versión New Translation de Darby. En el griego, reunir bajo una cabeza es una sola palabra, no una frase, cuya raíz es la palabra cabeza empleada como verbo. Sin una cabeza, el universo estaría en confusión. Todos somos dirigidos por nuestra cabeza. Ya que la cabeza está sobre el cuerpo, podríamos pensar que el cuerpo sostiene la cabeza. Sin embargo, esto es erróneo. Si cortamos la cabeza, el cuerpo caerá. Esto comprueba que la cabeza es lo que sostiene el cuerpo. Cortar la cabeza trae confusión y muerte a todo el cuerpo.

Todas las cosas serán reunidas bajo una cabeza en Cristo. En la economía de Dios, Cristo es el centro, el eje y, como tal, es la Cabeza. Si todas las cosas son puestas bajo Su autoridad como Cabeza, entonces todas las cosas son reunidas bajo una cabeza, es decir, son reunidas bajo uno solo.

Cristo fue dado por Cabeza
sobre todas las cosas a la iglesia

El versículo 22 dice: “Sometió todas las cosas bajo Sus pies, y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”. Las palabras sometió y dio indican que éstas son acciones cumplidas. Debemos unir este versículo al versículo 10. El versículo 10 dice que todas las cosas serán reunidas bajo una cabeza en Cristo, y el versículo 22 dice que cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos y lo levantó a los cielos en ascensión, Él puso todas las cosas bajo los pies de Cristo y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas. Al escribir este pasaje, Pablo hizo referencia a Salmos 8:6, que dice: “Todo lo has puesto bajo Sus pies”, y citó este salmo nuevamente en Hebreos 2:8.

Efesios 1:22 dice que Cristo fue dado por Cabeza sobre todas las cosas “a la iglesia”, no “para la iglesia”. Esta frase requiere nuestro estudio adecuado. Debemos diferenciar entre a la iglesia y para la iglesia. Si el hecho de que Cristo sea la Cabeza fuese meramente para la iglesia, no habría identificación alguna de la iglesia con Cristo, ninguna identificación del Cuerpo con la Cabeza. La pequeña palabra a significa la identificación y unidad de la iglesia con Cristo. Cristo ha sido dado por Cabeza sobre todas las cosas, no solo para el Cuerpo, sino también al Cuerpo.

El versículo 23 dice a continuación: “La cual es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo”. Nuevamente, todas estas palabras y frases nos pueden parecer extrañas y podríamos olvidarlas fácilmente. Si intentamos recitar algunas de las frases halladas en los versículos 10, 22 y 23, veremos cuán difíciles son. De hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, sometió todas las cosas bajo Sus pies, lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, y Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo no son expresiones ordinarias. ¿Quién podría creer que en la tierra exista tal lenguaje como éste? No es fácil conocer verdaderamente el significado de estas palabras.