Tratar con nuestras partes internas para el crecimiento en vidapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7381-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Por Su parte, Dios se ha forjado dentro de nosotros en Sus tres personas. De nuestra parte, somos recipientes para Dios. Sin embargo, nosotros no somos seres sencillos. Los médicos nos dicen que el cuerpo humano es muy complicado y delicado. No deben pensar que somos vasos sencillos, como una botella de Coca-Cola. Al contrario, fuimos hechos con diferentes partes. Así como debemos conocer las tres personas de Dios, mediante las cuales Él se forja en nosotros, así también debemos conocer las diferentes partes de nuestro ser. Entonces seremos aptos para darle al blanco de la economía de Dios. La economía de Dios está en Sus tres personas, y el blanco de la economía de Dios está en las diferentes partes de nuestro ser. Si queremos ser un buen conductor, debemos aprender cuales son las partes de un carro y cómo cambiarlas o repararlas. Podemos decir que conocer las partes del carro es el blanco de manejar el carro. De la misma manera, todos tenemos que conocer las diferentes partes del ser humano, debido a que nuestro ser humano es el vaso, el recipiente, que contiene a Dios.
A fin de comprender cómo contener a Dios, necesitamos conocer las diferentes partes de nuestro ser. En 2 Corintios 4:4 se nos habla de la mente de los incrédulos. Luego, el versículo 6 dice que Dios resplandeció en nuestros corazones. Este corto pasaje habla al menos de dos partes, de la mente y el corazón. Sin embargo, me preocupa que aun aquellos que han sido cristianos por muchos años no conozcan la diferencia entre la mente y el corazón. Tal vez nunca hayamos considerado que dos partes del ser humano están mencionadas acá.
Una cámara nos puede dar un ejemplo de 2 Corintios 4. El propósito de una cámara es recibir una escena. Originalmente, la persona o el objeto se halla fuera de la cámara, pero después de que se toma la foto, esa persona u objeto se halla dentro de la cámara. Para este fin, una cámara necesita tres cosas: un lente por fuera, la película por dentro y el resplandor de la luz. En cierta ocasión, cuando estaba viajando, llevaba conmigo una buena cámara. Sin embargo, cuando retorné a casa y mandé a revelar las fotos, descubrí que toda la película estaba en blanco. Me di cuenta de que mientras iba en el tren muy apresurado tomando fotos, me olvidé de quitar la tapa del lente. La cámara quedó “cegada” por la tapa. De la misma manera, una persona puede escuchar un mensaje maravilloso del evangelio, y tal vez todos esperen que sea salva. Si embargo, es posible que Satanás, el enemigo de Dios, le ciegue la mente, que es el órgano que le permite entender. No importa cuán bueno sea el mensaje y cuánto del mensaje haya escuchado, su mente, su entendimiento, está cegada y cubierta. Si su entendimiento está cegado, no podrá recibir nada.
Un día, ya hace más de treinta años, Watchman Nee estaba predicando el evangelio, y le decía a la gente que la intención de Dios no era que nosotros hagamos bien, porque no podemos hacer el bien, y aun si hiciéramos algo bueno, eso no significaría nada para Dios. Él recalcó esto en gran manera y lo dejó muy claro. En aquel tiempo, un hermano había llevado un amigo a la reunión. Y durante el mensaje, el hermano miró a su amigo y vio que él asentía con su cabeza una y otra vez. El hermano se sintió muy contento, pensando que su amigo estaba escuchando y recibiendo todo. Después de la reunión, el hermano le preguntó acerca del mensaje. El amigo le respondió: “Sí, todas las religiones le dicen a la gente que hagan el bien”. Su entendimiento estaba cegado por el enemigo. Muchas veces, aun en las reuniones de predicación del evangelio, debemos orar para que Dios ate al dios de este siglo y su obra cegadora. Esto equivale a quitar la “tapa del lente”.
Una vez removida la tapa del lente, la película todavía debe ser ajustada correctamente. La película es algo que va dentro de la cámara. Si la película no está bien, aun cuando el lente esté bien, la cámara no funcionará correctamente. Nuestro entendimiento, nuestra mente, es el lente, y nuestro corazón es la película que está adentro. Nuestro corazón debe ajustarse adecuadamente; debe ser correcto. Necesitamos el “lente” adecuado, y también necesitamos la “película” adecuada. Necesitamos el entendimiento de la mente, y necesitamos un corazón que reciba. Nuestro corazón debe ser puro, limpio, recto, ajustado y corregido.
Supongamos que tenemos el lente descubierto y la película apropiada, es decir, tenemos el entendimiento de la mente y un corazón puro. Pero aun así, todavía necesitamos que la luz divina resplandezca. Esto es lo que se menciona en 2 Corintios 4. Tenemos una mente apropiada, un corazón apropiado, y la luz divina hace resplandecer la gloria de Dios en nosotros. Entonces tenemos dentro de nosotros la imagen, la foto, de Cristo. Esta imagen de Cristo es el tesoro en los vasos de barro.
Por todo lo anterior, podemos darnos cuenta de que necesitamos saber cómo tratar con nuestra mente y con nuestro corazón. Si no sabemos cómo manejar el “lente” ni la “película”, no podemos recibir una foto adecuada. Las experiencias espirituales genuinas son simplemente el tomar fotos. Somos semejantes a una cámara, por lo cual debemos aprender cómo manejar la cámara correctamente para recibir a Dios en Cristo como la foto. Lamentablemente, muchos cristianos no saben que ellos son “cámaras”; no saben cómo manejar su mente ni su corazón. La vida cristiana no es una religión que enseña a las personas a hacer esto o aquello. La vida cristiana es Cristo, el Viviente mismo, forjado en nosotros. Él es el objeto mismo, la figura, y nosotros somos la cámara. Esta figura tiene que forjarse en nosotros a través del lente y plasmarse en la película por medio del resplandor, el flash, de la luz. Día tras día y momento a momento necesitamos que el flash de la luz tome más de las imágenes del Salvador, por medio del entendimiento de nuestra mente y la asimilación de nuestro corazón. Por esta razón, todos debemos saber cómo manejar nuestra mente y cómo ajustar nuestro corazón.
Todas las experiencias espirituales son las diferentes fotos tomadas en nuestro corazón como la película espiritual. Sin embargo, con algunos cristianos el lente casi siempre está cubierto, y la película casi nunca está puesta apropiadamente. Si pudiéramos ver dentro de su película, veríamos que no tiene imágenes. Su película está en blanco; es decir, tienen muy pocas experiencias de Cristo. No obstante, si pudiésemos ver en el interior del apóstol Pablo, veríamos una foto de Cristo en cada parte de la película. Él tenía muchos rollos de película, llenos de hermosas fotos de Cristo. El número de fotos de Cristo que tengamos dependerá de la medida en que sepamos cómo ajustar la “película” y como cuidar del “lente”, esto es, cuanto tratemos con nuestra mente y cuanto ajustemos nuestro corazón. Entonces, cada vez que la luz divina nos ilumine, la imagen de Cristo entrará en nosotros, y tendremos una foto de Cristo dentro de nosotros. Esto describe la economía de Dios y el blanco de la economía de Dios. Por esto podemos ver la importancia de conocer las diferentes partes de nuestro ser. Fuimos hechos como vasos para contener a Dios en nuestras muchas partes, así que debemos conocer todas estas partes, no sólo la mente y el corazón. Debemos ver en más detalle estas diferentes partes, sus funciones, y cómo tratar con ellas.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.