Reunirnos para hablar la Palabra de Diospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4680-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-4680-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Las razones por las cuales nuestras reuniones no despiertan el interés de las personas es que, por un lado, hablamos poco y nuestra experiencia es deficiente y, por otro, cuando nos ponemos de pie para presentar la verdad, no sabemos cambiar de dirección. Eso no quiere decir que debamos alabar sin cesar, pues eso tampoco es bueno. Después de cierto tiempo, debemos ser capaces de dar nuevamente un giro de Dios a los hombres y continuar hablándonos unos a otros. De esta manera, el sabor se mantendrá fresco y rico. Espero que los hermanos y hermanas aprendan esto. Incluso los hermanos mayores deben aprender esto. No es tan difícil. En Anaheim un grupo de hermanos y hermanas mayores están aprendiendo inglés muy bien. Una hermana que tiene ochenta y un años continúa yendo al centro comunitario para aprender inglés, y los maestros y estudiantes de su clase la estiman mucho. Por lo tanto, espero que los hermanos y hermanas mayores se sientan animados.
Si estuviéramos aquí simplemente para celebrar cultos de adoración, todo sería muy sencillo. Con tal de que las personas asistieran a la reunión, todo estaría bien. Pero éstas son reuniones de la iglesia, las cuales nos exigen ejercitar todo nuestro ser. Debemos ejercitar nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestra mente y nuestro espíritu. Cuando vamos a jugar fútbol, en el momento que estemos en nuestra posición en la cancha debemos emplear todas nuestras destrezas. Incluso nos cambiamos de ropa. Del mismo modo, cuando vayamos a las reuniones, también debemos tener el comportamiento propio de las reuniones.
El tercer versículo de la Biblia que demuestra nuestra necesidad de coordinar unos con otros al hablar en las reuniones es 1 Corintios 14:26, que dice: “Cada uno de vosotros tiene salmo, tiene enseñanza, tiene revelación”. Los tres versículos de los que hemos hablado nos han dicho hasta ahora que debe haber coordinación. Debe haber coordinación y cooperación. Cada vez que hace falta cooperación, no se puede aplicar ninguno de estos versículos. Con base en nuestra experiencia, vemos que hay que añadir cuatro asuntos. El primero es añadir la exposición. Un hermano o hermana puede decir unas tres o cuatro frases, sin lograr expresarse por completo. Entonces usted puede añadir algo a lo que ellos dijeron, mas sin repetir lo que ya se ha dicho. Exponer no significa prolongarse, sino fortalecer y elevar. Si usted simplemente repite lo que ya se dijo, a los demás les parecerá que estamos siendo demasiado repetitivos. Repetir es innecesario porque ya todos entendieron. Por lo tanto, cuando usted hable debe tener la certeza de que los demás no se aburrirán y que usted está fortaleciendo y elevando lo que se ha compartido, y no simplemente repitiendo lo que ya se dijo.
El segundo punto es añadir testimonios. Quizás algunos hermanos y hermanas hablen de una manera muy positiva, y luego usted tenga un testimonio que pueda añadir a lo que ellos dijeron. Eso sería excelente. Esto es semejante a cuando nos vestimos; nos aseguramos que el color de la camisa coordine con el color de los pantalones. De la misma manera, debemos aprender a coordinar con otros. El testimonio que complementa lo que otros han hablado hace que las personas perciban un sabor agradable en la reunión.
El tercer punto es añadir oraciones, y el cuarto, añadir himnos. La exposición, los testimonios, las oraciones y los himnos son cuatro asuntos que no deben faltar en nuestras reuniones. Si en las reuniones no tenemos una palabra que fortalezca lo que otros han dicho, tendremos la sensación de que la reunión es débil. Por lo tanto, debe darse una palabra que sirva de fortalecimiento, así como también testimonios, oraciones e himnos que fortalezcan la reunión. Estos cuatro asuntos deben combinarse continuamente: el hablar, el cantar, las oraciones y los testimonios. Si una reunión cuenta con estos cuatro elementos ciertamente será rica y viviente.
Al mismo tiempo, debemos tener cuidado de no exhibirnos a nosotros mismos cuando demos una exposición o palabra de fortalecimiento. No hacemos esto para mostrarles a los demás que hemos añadido unas cuantas frases y que somos mejores que ellos. No, eso sería la carne misma. El propósito de exponer es fortalecer la reunión, no corregir a otros ni exhibirnos a nosotros mismos. La mejor manera de aprender a exponer es que los que viven en casas de hermanos y en casas de hermanas se reúnan para practicar exponer uno al otro. Usted habla, y luego yo doy una palabra para fortalecer lo que usted ha dicho, y después yo hablo y usted fortalece. Es en casa donde primero aprendemos las destrezas más básicas. Las parejas también pueden practicar esto en casa. La esposa puede hablar primero y luego el esposo puede añadir unas cuantas frases, y después corregirse mutuamente. De esta manera será muy fácil mejorar.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.