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Estudio-vida de Hechospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1419-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

Actualmente disponible en: Capítulo 27 de 72 Sección 1 de 4

ESTUDIO-VIDA DE HECHOS

MENSAJE VEINTISIETE

LA CONVERSION DE SAULO
(3)

Lectura bíblica: Hch. 9:20-30

PROCLAMA INMEDIATAMENTE A JESUS

Es probable que nadie haya dado un giro tan rápido hacia el Señor Jesús como Saulo de Tarso. Después de ser bautizado, Saulo estuvo “por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco” (9:19). Leamos el versículo 20: “En seguida comenzó a proclamar a Jesús en las sinagogas, diciendo que El era el Hijo de Dios”. En este versículo, la frase “en seguida” es muy significativa, pues indica que Saulo, muy poco después de su conversión, ya se había vuelto totalmente al Señor. El era un perseguidor de la iglesia, pero se dio al Señor y llegó a ser un vaso que contuvo a Cristo y lo ministró a los demás. Creo que cuando Lucas insertó la palabra “en seguida” su propósito era mostrar cuán rápido se produjo el cambio en Saulo.

En el capítulo nueve, Lucas nos presenta también un relato corto y sencillo acerca de la predicación efectuada por Pablo. Según el versículo 20, Saulo “comenzó a proclamar a Jesús en las sinagogas, diciendo que éste [gr.] era el Hijo de Dios”. Luego en el versículo 22, Lucas agrega que Saulo se fortalecía mucho más, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que éste [gr.] era el Cristo. En estos versículos, [en el lenguaje original] Lucas usa el pronombre demostrativo “éste”. En el versículo 20, vemos que “éste” es el Hijo de Dios y en el versículo 22, “éste” se refiere a Cristo.

El pronombre “éste” es muy significativo y contiene muchas implicaciones. Si estudiamos la experiencia que tuvo Saulo mientras iba camino a Damasco, podremos entender por qué él usó este pronombre. “Este” se refiere a Aquel a quien él perseguía, a Aquel que sufrió oposición y condenación por parte de las autoridades religiosas judías. “Este” también se refiere a la Persona en la cual muchos creían y a la que muchos seguían. La razón por la cual Pablo hizo hincapié en este pronombre es que su audiencia ya sabía quién era Jesús y lo que Saulo había hecho a los creyentes. Esto lo vemos en Hechos 9:21: “Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?” Puesto que las personas conocían todo esto, Saulo simplemente se refirió a Jesús usando este pronombre. Saulo sabía que su audiencia entendía muy bien de quién hablaba. Por esta razón, Saulo al empezar su predicación se refirió a Jesús simplemente como “éste”.

LA PERSONA Y LA OBRA DE CRISTO

Existen dos aspectos principales en cuanto al Cristo todo-inclusivo: el aspecto de Su Persona y el aspecto de Su obra. Estos dos aspectos los podemos ver en 9:20 y 22, donde Saulo habla del Hijo de Dios y del Cristo. El Hijo de Dios denota la Persona del Señor y el Cristo denota Su obra.

La persona del Señor

Como Hijo de Dios, el Señor Jesús es divino, de hecho, es Dios mismo. Juan 5 nos revela que los judíos entendían claramente que afirmar que el Señor Jesús es el Hijo de Dios equivalía a decir que El es Dios. Juan 5:18 declara al respecto: “Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de sábado, sino que también llamaba a Dios Su propio Padre, haciéndose igual a Dios”. Por tanto, decir que el Señor es el Hijo de Dios significa que El es Dios.

La expresión “el Hijo de Dios” se refiere a la Persona del Señor Jesús. Como Hijo de Dios, el Señor Jesús es divino. No obstante, todos Sus opositores lo consideraban simplemente como ser humano. Ellos no vieron que este Jesús también era divino, que El era el Hijo de Dios. Su Persona es de un origen divino único.

En las sinagogas de Damasco, Saulo proclamaba a Jesús como Hijo de Dios. Su audiencia se componía de personas que conocían de Jesús. Sabían que Jesús era nazareno y que las autoridades religiosas judías se oponían a El. Ahora Saulo declaraba que Jesús es el Hijo de Dios. El parecía decir: “Aquel a quien vosotros considerasteis meramente un hombre es el Hijo de Dios. Efectivamente, El vino de una fuente humana y es el Hijo del Hombre, pero con todo y eso, El es el Hijo de Dios”. Saulo dio un poderoso testimonio al respecto.

A los judíos les desagradó oír que Saulo proclamara a Jesús como Hijo de Dios. Ellos no pudieron tolerar oír que Jesús posee un origen divino único y que El es el Hijo de Dios. Por lo tanto, se opusieron a la predicación de Saulo. Ellos consideraban una blasfemia declarar que un hombre fuese el Hijo de Dios. Por esta razón, se opusieron a Saulo y conspiraron matarlo (9:24).


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