Experiencia que tenemos de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4619-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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El Nuevo Testamento le atribuye a Cristo un título muy particular. Los cristianos están familiarizados con muchos de los títulos de Cristo, tales como: el Señor, el Redentor, el Salvador, el Mesías, el Hijo de Dios, el Hijo del Hombre, la simiente de la mujer, la simiente de Abraham y la simiente de David. Sin embargo, en Colosenses 2:2 encontramos un título muy particular de Cristo: el misterio de Dios. Según el griego, la última parte de este versículo diría así: “Para el reconocimiento del misterio de Dios, es decir, Cristo”. Cristo es, pues, el misterio de Dios.
Dios es enteramente un misterio. Nada en el universo es tan misterioso como Dios. Aunque Dios existe, nadie jamás le ha visto (Jn. 1:18). Sin embargo, Dios apareció a Abraham. ¿Cómo pudo Dios haber aparecido a Abraham sin que éste le viera? Esto ciertamente no es lógico. Además, Hechos 7:2 dice que el Dios de la gloria se le apareció a Abraham. Sin embargo, la Biblia dice que nadie ha visto a Dios jamás. Por lo tanto, esto es un misterio.
En el Antiguo Testamento Dios se manifestó al menos una vez en forma de hombre. En Génesis 18 vemos que Abraham estaba un día sentado a la entrada de su tienda, y vio a tres varones que se acercaban. Génesis 18:2 dice: “Alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones de pie frente a él”. Uno de estos tres varones era Jehová. Después de saludarlos, Abraham les preparó una cena, la cual consistía de panes, un becerro, cuajada y leche. Así pues, Abraham no solamente vio a Dios, sino que además le sirvió una comida. ¿Cómo podríamos decir que Abraham no vio a Dios? Además, según Génesis 18, Abraham salió a caminar con Dios y conversó con Él. Por lo tanto, es un misterio que la Biblia diga que nadie ha visto a Dios jamás.
Colosenses 1:15 dice que Cristo es la imagen del Dios invisible. Cualquier cosa que tenga una imagen debe ser visible. ¿Cómo entonces puede el Dios invisible tener una imagen visible? ¿Es Dios visible o invisible? ¿Cómo pudo Él aparecer en forma de hombre antes de la encarnación de Cristo? Dos mil años antes de la encarnación, Dios apareció a Abraham en forma de hombre. Esto ciertamente es un misterio y no puedo explicarlo. Según Colosenses 2:2, Cristo es el misterio de Dios. No puedo proveer una definición adecuada de este misterio; si pudiera hacerlo, entonces dejaría de ser un misterio.
Así que Dios es un misterio, y el misterio de Dios es Cristo. En otras palabras, Dios es un misterio corporificado en la persona de Cristo. Por lo tanto, Cristo es la corporificación de Dios, quien es el misterio del universo. En toda la historia no ha habido otra persona más misteriosa que Cristo. Él ciertamente es una persona misteriosa. Hoy en día todas las naciones se rigen por el calendario de Cristo. El calendario que usa toda la humanidad es el calendario del misterio de Dios.
Al igual que Cristo, la iglesia también tiene muchos títulos. Por ejemplo, la iglesia es la asamblea de los llamados, la casa de Dios, el Cuerpo de Cristo y el nuevo hombre. Según Efesios 3:4, la iglesia también tiene un título particular: el misterio de Cristo. Cuando examinamos el contexto de Efesios 3:4, vemos que el misterio de Cristo es la iglesia. Por lo tanto, Cristo es el misterio de Dios, y la iglesia es el misterio de Cristo. Dios es un misterio, Cristo es el misterio de Dios y la iglesia es el misterio de Cristo. Por lo tanto, la iglesia es en realidad un misterio escondido dentro de otro misterio. La iglesia es un misterio en la tercera etapa. La primera etapa es Dios mismo como misterio, la segunda etapa es Cristo como el misterio de Dios, y la tercera es la iglesia como el misterio de Cristo.
Mi carga en este mensaje no consiste en hablarles acerca del misterio, sino en tener comunión con ustedes respecto a experimentar al Cristo que es el misterio de Dios. Cristo es el centro de todos los misterios; sin embargo, nosotros podemos experimentarlo. Por ejemplo, en Filipenses 1:19-26 vemos algunos misterios. El primero de ellos se encuentra en el versículo 19, que dice: “Porque sé que por vuestra petición y la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi salvación”. Este Espíritu es un misterio. ¿Por qué Pablo nos habla aquí del Espíritu de Jesucristo? ¿Por qué no lo llama el Espíritu de Dios o el Espíritu Santo? Sin duda alguna, el Espíritu aquí se refiere al Espíritu Santo. Ésta es la única vez en toda la Biblia que el Espíritu es llamado el Espíritu de Jesucristo. En Hechos 16:7 encontramos el Espíritu de Jesús, y en Romanos 8:9 tenemos el Espíritu de Cristo. Pero en este versículo no se menciona solamente al Espíritu de Jesús ni al Espíritu de Cristo, sino al Espíritu de Jesucristo. Esto es un misterio, pues no podemos entenderlo completamente.
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