Living Stream Ministry

DEBEMOS PROGRESAR
CONTINUAMENTE EN LA VERDAD

Algunos han dicho que en los mensajes del Estudio-vida se hallan muchos términos nuevos y profundos que los santos comunes no los pueden comprender. En años recientes los educadores de los Estados Unidos han descubierto que a medida que nuestra era avanza, el conocimiento de nuestros hijos también avanza. Las cosas que pensábamos que nuestros hijos no podrían entender ahora ellos los entienden con facilidad. Las cosas que nuestros hijos pueden entender según su nivel de inteligencia sobrepasan en mucho el contenido de sus textos. Por ejemplo, ahora, en la escuela primaria, se han empezado a dar clases de computadora, y muchas familias están comprando computadoras para niños menores de diez años para que las usen y practiquen en ellas. Vale la pena considerar esto.

Este mismo principio podemos aplicarlo al considerar el desarrollo del cristianismo en China. El primer paso lo dieron los misioneros occidentales, fue que dieron mensajes sobre el gozo y la paz a fin de que la gente aceptara su predicación. Ellos les decían a las personas que tan pronto como creyeran en Dios serían bendecidas, obtendrían algún beneficio y disfrutarían de paz. Esta clase de hablar al comienzo concordaba con la sicología de las personas, ya que en este mundo la vida humana principalmente consiste de sufrimientos y dificultades, y todos anhelan tener bendiciones, prosperidad y paz. De hecho, la gente puede entender esta clase de predicación sin que se le dé ninguna explicación. Esto se les predicaba con el propósito de motivar el corazón de las personas y producir en ellas el deseo y la disposición de creer en el Señor Jesús para recibir el perdón de pecados, obtener paz y disfrutar la bendición de Dios. Sin embargo, si nos detenemos allí, con el tiempo el corazón del hombre se enfría. Es por eso que estos misioneros poco a poco fueron mejorando el contenido de su mensaje y empezaron a presentar algunas de las verdades básicas contenidas en la Biblia. Así pues, les decían a las personas que hay un solo Dios que es santo y justo, y que Él envió a Su Hijo unigénito para que derramara Su sangre y muriera por nosotros, a fin de redimirnos de nuestros pecados y salvarnos de la perdición eterna e introducirnos en la vida eterna. Hoy en día es aquí donde muchos cristianos se han detenido.

Sin embargo, la Biblia contiene muchas verdades profundas. Tan sólo en las catorce epístolas de Pablo encontramos muchas verdades que son profundas, así como también elevadas. Por ejemplo, Efesios 1:10 dice: “Para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. Estas palabras son muy difíciles de entender, pero en los pasados veinte o treinta años el Señor nos ha revelado estas verdades profundas y elevadas, las cuales se hallan en la Biblia. Nuestro conocimiento de la verdad no solamente ha venido avanzando constantemente, sino que además, cuanto más jóvenes seamos, más posibilidades habrá de seguir avanzando.

Cuando las computadoras llegaron por primera vez a nuestras casas, muchos de la generación mayor no entendían nada, y lo único que podían hacer era escuchar a sus nietos hablar acerca de ellas. Al final siguieron confundidos sin poder entender el significado de términos como software y hardware. Pero un día sus nietos les prendieron la computadora en frente de ellos y les hicieron una demostración, explicándoles en qué consistía el software y el hardware. De este modo, los mayores pudieron entender mediante la enseñanza práctica de sus nietos. De la misma manera, en el recobro del Señor, debemos cambiar los conceptos que tenemos en cuanto a la verdad. No debemos quedarnos estancados en nuestra pasada manera de hacer las cosas.

Expresiones tales como la economía de Dios, la impartición de Dios, el Espíritu esencial y el Espíritu económico, definitivamente son términos muy profundos, pero no lo serán por mucho tiempo para los nuevos creyentes, y en especial para los jóvenes; es decir, con el tiempo ellos se acostumbrarán a escuchar estos términos y los entenderán claramente. Tenemos que estar dispuestos a cambiar nuestros conceptos, y alentar a los jóvenes a que aprendan las verdades más elevadas y más profundas. Tengo la certeza de que si hacemos esto, en el futuro cuando los santos hablen entre sí, y también cuando prediquen el evangelio, su hablar será el de la más alta calidad. Entonces no tendremos necesidad de exhortarlos a que, en vez de predicar el evangelio de la prosperidad y de la paz, prediquen el evangelio elevado, pues, tan pronto como abran la boca, de sus labios saldrán las verdades elevadas. Quizás hoy en día no nos parezca que esto pueda ser tan fácil, pero en poco tiempo ellos estarán usando términos como el Espíritu esencial y el Espíritu económico al predicar el evangelio a otros. Los santos simplemente necesitarán decir algo así: “Querido amigo, todos somos pecadores; todos necesitamos recibir al Espíritu esencial y permitirle que nos regenere y opere un cambio interno en nuestro elemento intrínseco. Más aún, Dios también nos dará el Espíritu económico para que seamos personas llenas de poder tanto en nuestro vivir como en nuestras acciones”. No piensen que las personas no serán capaces de entender estas palabras. En realidad, somos nosotros quienes no las entendemos, y pensamos que los demás son como nosotros.