Información del libro

Principios básicos en cuanto al ancianatopor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4731-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 17 de 45 Sección 3 de 3

UN ANCIANO ES UNO QUE VIGILA

Pablo no usa la palabra anciano en 1 Timoteo 3:1-7; en vez de ello, usa la expresión el que vigila, que en griego es epískopos. Esta palabra a veces se traduce “obispo”. Sin embargo, la palabra obispo ha sido usada erróneamente para referirse a una posición jerárquica. Un anciano es uno que vigila (Hch. 20:17, 28). Humanamente, para ser alguien que vigila se requiere cierta capacidad, pero Pablo más bien recalca el carácter, el modo de ser, la conducta y la persona misma del que vigila. A fin de ser alguien que vigila en la iglesia, un hermano debe ser la persona idónea, no por lo que puede hacer, sino por lo que es. Eso significa que la condición en vida de un hermano debe ser la apropiada, antes de poder ser una persona adecuada que vigila en la iglesia.

Según la historia humana y nuestra propia experiencia, sabemos que en la mayoría de los casos lo que podemos o no podemos hacer no importa tanto como lo que somos o no somos. Lo que determina la condición de la vida familiar no es tanto la capacidad que tiene una persona, sino su carácter, modo de ser, conducta y ser mismo. No debe preocuparnos tanto lo que podemos o no podemos hacer. No debemos enorgullecernos de nuestra capacidad, ni tampoco desanimarnos por nuestra falta de capacidad. Lo único que necesitamos es ser personas correctas en nuestro modo de ser, carácter, conducta y ser.

LA ASPIRACIÓN SANTA AL CARGO DE VIGILAR

En 1 Timoteo 3:1 Pablo escribe: “Palabra fiel: Si alguno aspira al cargo de vigilar, buena obra desea”. Aspirar a algo no significa ser ambicioso. Un hombre puede aspirar a ser un buen padre, pero eso no significa que sea ambicioso. La iglesia necesita muchos hermanos que aspiren al ancianato. No todos los hermanos que tengan tal aspiración llegarán a ser ancianos, pero ciertamente el futuro de la iglesia será maravilloso.

Los ancianos deben hablar a los hermanos en sus respectivas localidades para despertar en ellos la aspiración a ser ancianos. Si un anciano teme que otros tengan esta aspiración, eso probablemente indica que se aferra a su propio reino. Si no queremos tener nuestro propio reino, despertaremos en otros la aspiración a ser ancianos, y querremos ver que muchos de la generación más joven aspiren a ser ancianos. Consideramos esta aspiración muy positiva, pero, por otra parte, condenamos la ambición. Tener la ambición de ser un gran líder es algo diabólico (cfr. Is. 14:12-15).

Pablo empieza 1 Timoteo 3:1 escribiendo: “Palabra fiel”. Esto probablemente indica que la parte que sigue del versículo era un dicho muy conocido entre las iglesias de aquella época, y Pablo estaba confirmándolo. La ambición y la rivalidad deben ser condenadas; no obstante, debemos despertar en los santos una aspiración santa por los intereses del Señor y por la propagación de la iglesia. Debido a que deseamos que las iglesias se propaguen, y debido a que cada iglesia necesita ancianos, muchos hermanos jóvenes deben orar, diciendo: “Señor, si es Tu voluntad, me gustaría ser uno de los ancianos para cuidar de Tu testimonio en una localidad”. Esto no es ambición. Si las circunstancias nunca permiten que un hermano sea anciano, él no debe sentirse insatisfecho. No debe haber ambición ni rivalidad, pero sí una aspiración apropiada y santa.

LOS REQUISITOS DE LOS ANCIANOS

“Irreprensible”

Pablo, después de confirmar en el versículo 1 que el cargo de vigilar es una buena obra, prosigue a enumerar ciertos requisitos que deben cumplir los que vigilan, los cuales son los requisitos de los ancianos. El versículo 2 dice: “Es, pues, necesario que el que vigila sea irreprensible”. Ser irreprensible no significa ser perfecto o sin mancha a los ojos de Dios, sino ser irreprochable a los ojos de los hombres. Ninguno de nosotros es perfecto o sin mancha a los ojos de Dios, pero los ancianos deben ser irreprensibles ante los hombres. Este requisito implica que debemos ser muy cuidadosos y reflexivos en la manera en que hablamos, actuamos y nos relacionamos con las personas, y en la manera en que tratamos los asuntos a fin de que los demás no tengan ocasión para reprocharnos en nada. Si hacemos las cosas de manera descuidada, podremos ser reprochables delante de ellos. Lo que digamos y hagamos puede ser correcto, y aun así hacer que otros formen un mal concepto de nosotros. Por lo tanto, este requisito no implica tanto el hecho de ser intachables, sino el hecho de ser cuidadosos en todo lo que decimos y hacemos. Este primer requisito pareciera abarcar todos los requisitos subsiguientes. Si un hermano ha de ser irreprensible, también deberá cumplir todos los demás requisitos.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top