Pláticas para los ancianos sobre asuntos prácticospor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4948-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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“Habló Jehová a Moisés y le dijo: ‘Mira, Yo he llamado por su nombre a Bezaleel hijo de Uri hijo de Hur, de la tribu de Judá, y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, para labrar piedras y engastarlas, tallar madera y trabajar en toda clase de labor. He puesto junto a él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado’ ” (Éx. 31:1-6).
Estos versículos, los cuales abarcamos en un estudio-vida reciente de Éxodo, nos comunican algo digno de nuestra consideración. Quisiera especialmente hablarles del versículo 3.
Los ancianos o los hermanos líderes que son responsables en la iglesia son los que más necesitan ser llenos continuamente del Espíritu de Dios. Si con respecto a la edificación del tabernáculo del Antiguo Testamento es necesario ser llenos del Espíritu de Dios, como lo recalca el relato de Éxodo, con más razón esto es necesario con respecto a la edificación de la iglesia neotestamentaria. Es cierto que hay una diferencia entre el Nuevo y el Antiguo Testamento; sin embargo, en la realidad de la economía de Dios no hay ninguna diferencia. Lo que nosotros necesitamos hoy, también lo necesitaron en la antigüedad.
De hecho, el tabernáculo fue diseñado por Dios mismo. Sin embargo, —he aquí un principio básico— el tabernáculo no fue edificado por Él directamente, sino que fue edificado por Su pueblo, el cual fue lleno de Él, es decir, lleno de Su Espíritu.
El Espíritu de Dios es Dios mismo. No piensen que Dios desde los cielos envió Su Espíritu a la tierra para que entrara en los diseñadores a fin de que hicieran la obra. No, no fue así. Siempre que Dios llegaba al hombre, Él era el Espíritu. Incluso hoy en día, ¿qué es el Espíritu de Dios? Es Dios mismo que llega a nosotros. Cuando Dios llega a nosotros, ese mismo Dios es el Espíritu.
Lo que quisiera compartir con ustedes, hermanos, es lo siguiente: a fin de llevar la delantera en la vida de iglesia, necesitamos ser llenos de Dios mismo. Necesitamos ser llenos del Dios Triuno. Como ustedes saben, el Espíritu hoy es mucho más rico que el Espíritu de Dios en los tiempos del Antiguo Testamento; sin embargo, el principio sigue siendo el mismo.
Tal vez ustedes digan que en el caso de Bezaleel y Aholiab, fue Dios quien tomó la iniciativa de llenarlos de Sí mismo. Eso quizás sea cierto, pero yo tendría una duda. Yo creo que estos dos queridos varones tenían un corazón buscador. En cuanto supieron que Dios iba a edificar una morada en la tierra, yo creo que ellos empezaron a tener en su corazón el deseo de obtener sabiduría para diseñar lo que se necesitaría. Sin duda alguna, Moisés vio cada parte de esta morada cuando estuvo en el monte; la Biblia dice que Dios le mostró el modelo (Éx. 25:40; He. 8:5). Él vio las cosas, y tomó nota de las medidas. Incluso el mismo Moisés, por extraño que nos parezca, no tenía la sabiduría para diseñar lo que había visto, lo que le había sido encomendado. Fueron Bezaleel y Aholiab quienes recibieron la sabiduría para hacer los diseños. Yo creo que sus diseños deben haber sido inspeccionados por Moisés, y éste debe de haber dicho: “¡Sí, así es! Ése es el mismo diseño que vi en el monte”.
Creo que estos dos varones comenzaron a tener un corazón dispuesto para laborar en la morada de Dios y, por tanto, procuraron la sabiduría para diseñar lo que se necesitaba. En principio, sucede lo mismo hoy en la vida de iglesia. Si no tienen un corazón que busca la mente del Señor, que tiene carga por la vida de iglesia, Dios no podrá iniciar nada en ustedes. Dios sólo podrá iniciar algo cuando ustedes estén dispuestos.
Es por ello que en 1 Timoteo 3:1 dice: “Si alguno aspira al cargo de vigilar, buena obra desea”. Esta aspiración es, sin duda, una obra que Dios ha iniciado en ustedes.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.