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Cristo que mora en nosotros seqún se ve en el canon el Nuevo Testamento, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4916-1
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CAPÍTULO ONCE

EL CRISTO QUE MORA
EN LOS CREYENTES
SEGÚN SE VE EN GÁLATAS

(1)

Lectura bíblica: Gá. 1:4, 13-14, 15a, 16a; 2:20a; 3:24, 27, 28; 4:19; 5:2, 4

LA RELIGIÓN

Hemos visto que en el libro de 2 Corintios, Pablo deja constancia de su vida, mostrándonos cómo experimentó al Cristo que moraba en él. Después de ello, en el libro de Gálatas, él continúa hablándonos del Cristo que mora en nosotros, pero con respecto a un asunto particular. Éste es el asunto de la religión. Todos debemos comprender que la religión principalmente se compone de cuatro cosas: enseñanzas o doctrinas, normas, tradiciones y ordenanzas. En cualquier religión encontramos enseñanzas, normas, tradiciones y ordenanzas o rituales. Estas cuatro cosas se abarcan en el libro de Gálatas.

También vemos que en el libro de Gálatas se aborda el asunto de la ley de una manera cabal y completa. Ciertos aspectos muy semejantes se hallan tanto en Romanos como en Gálatas, sólo que en Romanos no se menciona la ley tanto como en Gálatas. Pablo nos muestra en Gálatas que si usamos la ley indebidamente, ésta se convertirá en un trampa que nos impedirá disfrutar a Cristo. Por lo tanto, en este libro se aborda la ley de forma exhaustiva como un asunto negativo.

Pablo nos dice que él era uno de los más prominentes en la religión judía. Como tal, él se oponía a Cristo y perseguía a la iglesia, y, por otro lado, guardaba todas las tradiciones de sus antepasados. Por lo tanto, vemos la religión, las enseñanzas, la ley y las tradiciones. Además de esto, él menciona dos o tres veces el asunto de la circuncisión. Ésta es una clase de ordenanza. Más aún, para él era muy importante guardar los días, los meses, los tiempos y los años. Todo esto tiene que ver con ordenanzas. Por consiguiente, en este libro tan breve podemos ver cómo la religión —la cual incluye las enseñanzas, la ley, las tradiciones y las ordenanzas— es contraria al Cristo que mora en nosotros.

EL PRESENTE SIGLO MALIGNO

Pablo empieza el libro de Gálatas llamando a tal religión el presente siglo maligno. “El cual se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre” (1:4). Cada libro de la Biblia empieza de una manera particular. Pablo empieza Gálatas diciendo que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno. Él aquí no dijo que Cristo se dio a Sí mismo para rescatarnos del infierno. En un sentido general, todos los cristianos normalmente consideran que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados a fin de rescatarnos del infierno. Sin embargo, aquí Pablo dice que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos de este presente siglo maligno. Esto se refiere a la época en que Pablo vivía.

Muchos traductores de la Biblia traducen la palabra griega “mundo” en vez de “siglo”, porque un siglo es una sección o periodo de todo el mundo. Todos los siglos en conjunto son equivalentes al mundo. Durante la época del apóstol Pablo, había un siglo determinado. Si ustedes han leído la historia mundial correspondiente a ese periodo, verán que ese siglo tenía tres aspectos: la filosofía griega, la política romana y la religión hebrea. Los griegos introdujeron la filosofía, la sabiduría y el conocimiento. Los Romanos introdujeron la forma de gobernar y formar una administración fuerte. Luego, los hebreos tenían la mejor religión.

Esto nos permite ver que cuando Pablo hablaba del presente siglo maligno se refería a la religión hebrea. En lo que a él se refería, él no se hallaba en la filosofía griega ni en la política romana, pero sí se encontraba de lleno en la religión hebrea. Además, el tema de este libro no tiene que ver con la filosofía ni la política. Éste tiene que ver completamente con Dios. Por lo tanto, debemos entender que la religión forma parte del mundo. La mayoría de los cristianos no saben a qué se refería Pablo cuando dijo que Cristo se dio a Sí mismo por nuestros pecados para rescatarnos del presente siglo maligno. Todos ellos interpretan que esta palabra se refiere al mundo de una manera general. Sin embargo, la palabra griega utilizada aquí no es la palabra kosmos, sino la palabra traducida “era”. No es el mundo de un modo general, sino la era o siglo en la cual vivió Pablo. Por supuesto, éste siglo debía ser el mundo religioso de la religión hebrea. En Gálatas 6:13-15, el apóstol Pablo también dejó muy claro que la circuncisión, las ordenanzas religiosas, eran parte del mundo al cual Pablo estaba crucificado.

Además, cuando Pablo escribió esta carta a las iglesias de Galacia (Galacia era una provincia del Imperio Romano), los santos en esas iglesias habían caído en la trampa de cierta religión. Eso significa que habían sido atrapados por el presente siglo maligno. Es por ello que el apóstol Pablo escribió esta carta. Todos los creyentes de Galacia habían quedado atrapados en una esfera religiosa, que en aquel tiempo era el presente siglo maligno.


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