Era del nuevo hombre, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8421-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Los colaboradores no deberían dirigir las iglesias ellos mismos, ni deberían reemplazar a los hermanos responsables en las localidades. Si conocemos la manera en que el Señor procede, haremos nuestro mejor esfuerzo por transferirlo todo a los santos más jóvenes. Deberíamos ayudarlos y perfeccionarlos. A la postre, ellos serán mejores que nosotros. Es posible que tengamos la experiencia de administrar una escuela, pero si retenemos esa experiencia en nuestras manos, con el tiempo la escuela cerrará. Si la responsabilidad de administrar la escuela se transfiere a algunos adultos más jóvenes, la escuela prosperará. Los estudiantes están contentos cuando son instruidos por adultos más jóvenes. Sin embargo, los adultos jóvenes tienen que aprender de las experiencias que han tenido los santos de mayor edad. Tenemos que perfeccionar a los santos más jóvenes, transmitir todo lo que tenemos a ellos y permitir que ellos lo hagan todo.
La eficacia de la obra efectuada por los colaboradores está relacionada con el perfeccionamiento de los santos más jóvenes. Los colaboradores han estado obrando por el Señor por muchos años. Ellos deberían considerar si su obra es eficaz. Todo lo que no corresponda con la era no será eficaz. Es por esto que necesitamos dar un giro. Si damos un giro, nuestra obra será eficaz.
No deberíamos meramente aferrarnos a viejos principios. Estos principios no son incorrectos, pero aferrarnos a estos principios no es suficiente. Hay muchas situaciones que necesitan ser ajustadas y revertidas. Por ejemplo, si los ancianos en una localidad tienen ochenta años de edad, hay una necesidad urgente de perfeccionar a los santos más jóvenes. En esta situación los colaboradores deberían recomendar a varios santos más jóvenes y dedicar de dos a tres meses para perfeccionarlos, de modo que ellos puedan progresar. Después de unos cuantos meses más, estos santos más jóvenes podrían llegar a ser ancianos. Los colaboradores que hacen esto saben cómo obrar, y están dedicados a “perfeccionar a los santos” (Ef. 4:12).
Los colaboradores no deberían retener cosas en sus manos. Por ejemplo, los colaboradores no deben manejar todo lo relacionado con la hospitalidad. Más bien, deberían entregar las cosas que tienen que ver con la hospitalidad a los santos locales. Los colaboradores siempre deben estar firmes en la posición de perfeccionar y ayudar a otros, y no ocupar su lugar ni reemplazarlos. La manera en que se manejaron los detalles de la conferencia internacional celebrada en Taipéi constituyó un gran paso en esta dirección. Es maravilloso que los colaboradores entregaran todas las responsabilidades prácticas a los santos más jóvenes. Los colaboradores estaban en el trasfondo; sólo apoyaron y guiaron a los santos más jóvenes. Ésta es la manera en que los colaboradores pueden lograr algo y desarrollar la función de los santos más jóvenes. Un país que puede introducir a todos en su función será fuerte. De igual manera, en la iglesia deberíamos permitir que los santos más jóvenes desarrollen su capacidad y función. Si todos los asuntos en la iglesia en Taipéi son manejados por unos cuantos colaboradores de mayor edad, la función de los santos más jóvenes en la iglesia en Taipéi será desperdiciada en vez de desarrollada.
Si una localidad no tiene muchos santos jóvenes, podemos llevar a aquellos que tienen diecisiete o dieciocho años de edad a desempeñar su función. Algunos quizás sientan que éstos son demasiado jóvenes. Sin embargo, que ellos sean jóvenes depende de la situación en ese momento. Supongamos que en una familia tanto el abuelo como el padre fallecen, y el hijo mayor sólo tiene diecisiete años de edad. Aunque sólo tiene diecisiete años, él tiene que levantarse y ocuparse de las cosas. Si un tío siente que el hijo es demasiado joven y se ocupa de todo por él, el tío le reemplaza, no le ayuda. Si no sabemos cómo perfeccionar a los santos más jóvenes en las iglesias, no sabemos cómo obrar. Siempre y cuando alguien pueda ser perfeccionado en una localidad, deberíamos ayudarle y permitir que funcione. Después de un periodo de tiempo, él se levantará.
Mientras los colaboradores perfeccionan a los santos más jóvenes para que ejerzan su función en las iglesias, pueden decirles a qué le deben prestar atención y les pueden dar algunas sugerencias relacionadas con alguna carencia. Después de un corto periodo de tiempo, los santos más jóvenes serán perfeccionados. Si los santos más jóvenes tienen que conseguir autorización para cada decisión, aun las pequeñas, nada se logrará. Si los colaboradores son muy cautelosos al considerarlo todo, los asuntos se atrasarán. El tiempo es esencial en llevar algo a cabo. Una guerra podría perderse debido a que una decisión se toma un minuto tarde, y una guerra podría ganarse debido a que se toma una decisión un minuto antes. La comida se puede quemar si se deja cocinando por un solo minuto adicional. Por tanto, los colaboradores no deberían controlar nada. Más bien, deberían perfeccionar a todos para que tomen la iniciativa a fin de producir la siguiente generación para el Señor.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.