Llevar fruto que permanece, tomo 2por Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-6315-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-6315-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
El versículo 27 dice: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Luego el versículo 28 dice: “A quien anunciamos”. Nosotros le anunciamos no como una persona objetiva, sino como Aquel a quien experimentamos subjetivamente. No anunciamos a alguien a quien no hemos ganado, disfrutado ni experimentado; más bien, anunciamos a Aquel a quien hemos disfrutado. Nosotros lo hemos experimentado y lo hemos ganado. Él es uno con nosotros, y nosotros somos uno con Él. En otras palabras, nos anunciamos a nosotros mismos, sólo que ya no somos nosotros solos, sino Cristo en nosotros.
Pablo dijo en Gálatas 2:20: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Ciertamente anunciamos a Cristo, pero Él ya no es simplemente una persona encarnada, crucificada, resucitada y ascendida. Él ahora es Aquel que vive en nosotros. Nosotros predicamos al Cristo que conocemos de una manera subjetiva. En Filipenses 1:21 Pablo dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo”. ¿Podríamos decir que para nosotros el vivir es Cristo? A veces no nos atrevemos a decir esto; si lo dijéramos, quizás otros dirían: “¿Es Cristo así como usted es? Usted se enojó ayer, y hoy estaba bromeando. ¿Es Cristo así?”. Esto quizás haga que la gente dude del Cristo de quien les hablamos. No obstante, Pablo ciertamente declaró en el Nuevo Testamento: “Para mí el vivir es Cristo”. En este sentido, Pablo llegó a ser Cristo. En el versículo 20 dijo: “Como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”. Pablo magnificó a Cristo no sólo una sola vez sino “como siempre”. Éste era el Cristo a quien Pablo predicaba. Él no anunciaba a un Cristo objetivo, sino a un Cristo subjetivo, al Cristo que había disfrutado y quien había llegado a ser él.
Algunas personas podrían decir: “Usted ha sido salvo por muchos años. Es por eso que puede afirmar eso. Nosotros, en cambio, sólo tenemos unos cuantos meses de ser salvos y por eso no nos atrevemos a hacer dicha afirmación”. Ésta es una excusa válida, pero al menos todos podemos tomar esto como nuestra meta. Debemos decirle al Señor: “Oh Señor, algún día podré decirles a los demás que para mí el vivir es Cristo. De ahora en adelante, para mí el vivir es Cristo”. En nuestra vida diaria debemos aprender a experimentar a Cristo para que día a día Él llegue a ser el Cristo que experimentamos subjetivamente. De este modo, podremos declarar a otros osadamente, enfáticamente y sin ningún temor que “para mí el vivir es Cristo”.
Lo que debe preocuparnos no es cuántas personas sean bautizadas, sino si podemos declarar: “Para mí el vivir es Cristo”. Los métodos no son lo que convence a las personas; lo que realmente las convence es el verdadero Cristo que ha llegado a ser nuestra vida, el Cristo que se manifiesta en nuestro vivir. Solamente éste es el poder, sólo esto tiene autoridad y sólo esto puede convencer a las personas. No debemos salir simplemente con la frase “para mí el vivir es Cristo” como un simple dicho, sino ser personas en quienes Cristo se encuentra. Debemos comprender que lo que hemos aprendido quizás no sea real todavía. Lo que determina si algo es real o no es si es Cristo mismo. Esto reviste mucha seriedad. No queremos ver que, después de haber sido conducidos hasta aquí por el Señor, lo único que logremos después de muchas décadas simplemente sea una campaña en la que alentamos a las personas a salir por todo el mundo a tocar a las puertas. En vez de ello, queremos ver más de Cristo en todos nosotros hasta que todos podamos declarar: “Para mí el vivir es Cristo”.
(Mensaje dado el 2 de junio de 1987 en Taipéi, Taiwán)
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.