Agresividad apropiada que requieren los que sirven al Señor, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4972-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Según 1 Timoteo 2:7, Pablo fue “constituido heraldo y apóstol [...] y maestro de los gentiles en fe y verdad”. Pablo era un heraldo, un apóstol y un maestro en la esfera de la fe y la verdad. Aquí la palabra fe se refiere a la fe en Cristo, y la palabra verdad se refiere a la realidad de todas las cosas contenidas en la economía de Dios según se revelan en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el hecho de que el Verbo se hizo carne, la muerte y la resurrección del Señor, y el hecho de que el Señor es el Espíritu vivificante, todos son puntos de la verdad, la realidad contenida en la economía de Dios; y también constituyen el contenido de nuestra fe, las cosas en las cuales creemos.
Pablo no sólo fue enviado a predicar el evangelio, sino también a enseñar a las personas cómo creer. Esto nos muestra que nosotros no debemos simplemente predicar el evangelio para que las personas sean salvas, sino que, después de que son salvas, debemos enseñarles de tal modo que entiendan en que creyeron. Eso significa que debemos enseñar las realidades, la verdad, contenidas en la revelación del Nuevo Testamento como el contenido de la fe.
En 2 Timoteo 2:15 dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad”. La frase trazabien en griego significa “dividir”. Así como un cirujano necesita conocer el cuerpo humano para que nunca corte por equivocación una parte necesaria del cuerpo, nosotros necesitamos conocer la palabra de verdad para que, cuando expliquemos la palabra de realidad, la palabra de verdad, en el Nuevo Testamento, la cortemos de manera precisa sin ninguna desviación, curva o distorsión. Cuando explicamos la palabra de verdad incorrectamente, la distorsionamos. Pablo le encargó a Timoteo que aprendiera a trazar bien la palabra de verdad en medio de la situación degradada de la iglesia. De ese modo, se evitan las herejías y los errores, y los factores de la degradación son desarraigados. Ésta es una especie de vacuna.
Estos tres libros también hablan de la fe, la verdad y la economía. La nota 1 de 1 Timoteo 1:1 en la Versión Recobro muestra la relación que existe entre estas tres palabras. La fe es el contenido del evangelio completo de acuerdo a la economía neotestamentaria de Dios. Este evangelio no es un evangelio común; antes bien, es el evangelio completo de acuerdo a la economía neotestamentaria de Dios. La verdad es la realidad del contenido de la fe; y la economía se refiere a la administración doméstica de Dios. Dios es un Dios de economía. Él tiene una dispensación, unos preparativos y un plan. La economía de Dios es Su plan. En la eternidad Dios tuvo un plan, una dispensación, que está relacionado con Su administración doméstica. Hay una relación entre fe, verdad y economía: la economía de Dios es Su plan, la fe es el contenido del evangelio en el plan de Dios, y la verdad es la realidad del contenido de la fe.
Otro énfasis que vemos en estos tres libros es la exhortación que hace Pablo a Timoteo de no enseñar cosas diferentes de la economía de Dios. En 1 Timoteo 1:3-4 dice: “Te exhorté, al irme a Macedonia, a que te quedases en Éfeso, para que mandases a algunos que no enseñen cosas diferentes, ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe”. Este pasaje muestra que debemos protegernos de las enseñanzas que difieren o nos distraen de la economía de Dios, y que debemos evitar tales enseñanzas. Pero, por otra parte, debemos conocer la economía de Dios, los preparativos que Él ha hecho, Su plan. El asunto primordial aquí es el evangelio de Dios. El contenido del evangelio de Dios es la fe, y la fe incluye la realidad de todas las cosas divinas. Por consiguiente, lo que predicamos no debe diferir de las palabras de la realidad contenida en las cosas divinas. Ésta es nuestra fe, éste es el contenido del evangelio y ésta es la palabra de la economía de Dios.
En sus epístolas Pablo le dijo a Timoteo muchas cosas, pero el comentario más personal que le hizo fue: “Ninguno tenga en poco tu juventud” (1 Ti. 4:12). Estas palabras, esta exhortación, son inclusivas en naturaleza, es decir, lo incluyen todo.
Si alguien recibe enseñanzas que difieren de la economía de Dios, es ingenuo. Si no lo fuera, no aceptaría un hablar que difiere de la economía de Dios. Si él acepta una enseñanza diferente, no es experimentado, sino que aún es joven. Por lo tanto, debemos aprender a no permitir que ninguno tenga en poco nuestra juventud. En vez de ello, debemos ser modelo para los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza (v. 12).
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