Puntos prácticos en cuanto a la compenetraciónpor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-786-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En la educación de hoy la meta no es meramente completar los estudios de la primaria, y luego graduarse de la secundaria. La meta es estudiar en una universidad y no sólo obtener un título básico, sino una maestría o un doctorado. Después de que muchos jóvenes completan la enseñanza media, se cansan de estudiar y procuran obtener un trabajo para ganarse la vida. Esto es semejante a la vida de iglesia. Se puede comparar estar en la vida de iglesia con estar en la secundaria. Satisfechos con meramente estar en la vida de iglesia, podemos decir: “¡Alabado sea el Señor! ¡Aleluya por la vida de iglesia! ¡Qué tan buena es!” Pero ¿nos conducirá esto a la meta que cumplirá el propósito del Señor? No, igual que graduarse uno de la secundaria no alcanzará la meta del propósito de la educación de hoy. Hoy en el recobro, necesitamos avanzar y llegar a la cumbre de la economía de Dios, es decir, el monte de Sion.
Jerusalén está edificada en la cima de un monte. Aunque es bueno estar en Jerusalén, Jerusalén no es la cumbre. En Jerusalén hay una cumbre, que es el monte de Sion, sobre el cual está edificado el templo. Unos mil años antes de la edificación del templo, Dios le pidió a Abraham que ofreciera a su hijo Isaac en el monte Moriah, que es otro nombre para el monte de Sion (Gn. 22:2; 2 Cr. 3:1). La buena situación que tenemos en el recobro hoy es semejante a Jerusalén. Sin embargo, aún no existe Sion. En el Nuevo Testamento, los vencedores son comparados con Sion. En Apocalipsis 14:1, los 144,000 vencedores no sólo están en Jerusalén, sino que están en la cumbre de Sion. Los vencedores, los grupos vitales, son el Sion de hoy. Mi carga hoy es ayudarles a llegar a la cumbre de los grupos vitales, es decir, al Sion de los vencedores. Aunque tengamos una buena vida de iglesia, entre nosotros casi no existe la comprensión, el sentido practico, la experiencia ni la realidad de la vida del Cuerpo. Esto es lo que necesitamos en el recobro hoy.
Los procedimientos regulares de la obra de la iglesia en el recobro del Señor hoy constan de cuatro pasos: engendrar, alimentar, enseñar (perfeccionar) y edificar. Engendrar es conducir a los pecadores a la salvación y a la regeneración para que sean miembros de Cristo (1 Co. 4:15b; Mt. 28:19); alimentar es dar de comer a los nuevos creyentes para que crezcan en la vida divina (1 Ts. 2:7; Jn. 21:15, 17); y enseñar es perfeccionar a los santos para que maduren y sean edificados (Mt. 28:20a; Ef. 4:12-16). Los pasos de engendrar, alimentar y perfeccionar tienen como fin otro paso más elevado, el cual es la edificación del Cuerpo de Cristo (Ef. 4:12b, 16) en las iglesias locales (Ap. 1:4a, 11). Sin embargo, debemos preguntarnos: “¿Dónde está tal edificio? ¿Dónde está el Cuerpo de Cristo hoy?” En las iglesias locales y entre ellas, ¿dónde está la realidad del Cuerpo de Cristo? Según mi observación, no podemos ver la realidad del Cuerpo de Cristo en ninguna parte hoy.
Uno puede discutir y decir que la iglesia es el Cuerpo de Cristo. Sí, lo es; pero estar en la realidad del Cuerpo de Cristo es más que simplemente establecer iglesias locales, nombrar ancianos e implementar la práctica de la vida de iglesia de cierta manera. Esto es meramente un arreglo, una obra, un servicio. No es la realidad del Cuerpo de Cristo. Nuestra predicación del evangelio puede ser muy buena, pero es posible que no tengamos mucha realidad del Cuerpo de Cristo.
En las iglesias hoy muchos de los santos quizá están en “la primaria” y también en “la secundaria”, pero ¿dónde está “la universidad” que puede educar a los santos hasta que lleguen al nivel de “la maestría” y aun al nivel más alto, “un doctorado”? ¿Dónde esta “la universidad” para el recobro del Señor? No quiero decir que debemos establecer un seminario. Pero no debemos prestar tanta atención a meramente establecer iglesias y disponer las cosas externas, todo lo cual no tiene nada que ver con la realidad del Cuerpo de Cristo.
Esto no significa que debemos cerrar las puertas de todas las iglesias locales, lo cual empeorará la situación. Sería como si dijéramos que, puesto que no hay posibilidad de tener universidades, vamos a olvidarnos de la secundaria y la primaria. Hacer esto nos haría muy primitivos.
La cumbre más alta del recobro del Señor, lo que llevará a cabo la economía de Dios, en realidad y en la práctica, consiste en que Dios produzca el Cuerpo orgánico para ser Su organismo y no que se establezcan muchas iglesias locales de forma externa. Todos tenemos un cuerpo físico, pero nuestro cuerpo no es la realidad de nuestro ser. Yo tengo un cuerpo, pero mi cuerpo no es la realidad de mi ser. Asimismo, las iglesias establecidas por todo el mundo son una estructura física, pero puede ser que entre las iglesias no exista la realidad del Cuerpo de Cristo. Si somos honestos, tenemos que confesar que ésta es nuestra situación hoy. ¿Dónde está la realidad del Cuerpo de Cristo?
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