Información del libro

Vivir en y con la Trinidad Divinapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6188-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 5 de 13 Sección 3 de 4

Lucas 15:3-32

En Lucas 15 hay tres parábolas: la parábola del buen pastor que busca la oveja perdida, la parábola de una mujer que minuciosamente busca la moneda perdida, y la parábola del padre amoroso que recibe a su hijo pródigo (vs. 3-32). Estas tres parábolas en Lucas 15 nos presentan un cuadro completo de la Trinidad Divina que salva a los pecadores. Primero está el Hijo que busca (vs. 4-7) como el buen Pastor. El Hijo vino a buscar al hombre al llevar a cabo Su redención todo-inclusiva. Luego tenemos al Espíritu (vs. 8-10). El Espíritu viene como la mujer que realiza su obra de búsqueda minuciosa. El Espíritu entra en nuestro corazón para iluminarnos, buscarnos y barrer todo el “polvo”, y finalmente encontrarnos y ganarnos para Sí. Nosotros nos arrepentimos y volvemos en nosotros mismos después de haber sido atrapados por el Espíritu. Luego, decidimos regresar al Padre, lo cual es tipificado por el hijo pródigo que regresa a su padre. El padre, quien estaba esperando el regreso del hijo pródigo, vio a su hijo y corrió hacia él. Lo vistió con el mejor vestido, lo cual tipifica a nuestro Padre que nos viste con Cristo como nuestra justicia. Después, el padre mandó que mataran al becerro gordo para el disfrute de ellos. Esto representa a Cristo en Sus riquezas (Ef. 3:8) quien fue muerto en la cruz para el disfrute de los creyentes. Así pues, Lucas 15 nos presenta un cuadro completo de la Trinidad Divina que salva a los pecadores por Su amor divino. Nuevamente, vemos aquí una coordinación maravillosa entre los Tres de la Trinidad Divina. Estos Tres —tipificados por el pastor, la mujer y el padre— cooperan entre sí como una sola persona para salvar a los pecadores.

EFESIOS 2:18

Efesios 2:18 habla acerca de nuestro acceso en un mismo Espíritu al Padre por medio de Cristo [el Hijo]. ¿Por qué no podemos ir al Padre directamente? ¿Por qué tenemos que acercarnos al Padre por medio de Cristo en el Espíritu? No debemos olvidar que el propio Dios a quien nos acercamos es triuno. Como hemos visto, ninguno de los Tres en la Trinidad Divina sería individualista. Si vamos al Padre sin el Hijo y el Espíritu, el Padre no estará contento. El Padre desea que vayamos a Él a través del Hijo y en el Espíritu. Mediante Dios el Hijo quien es Aquel que lleva a cabo, el medio, y en Dios el Espíritu quien es Aquel que ejecuta, la aplicación, tenemos acceso a Dios el Padre quien es el Originador, la fuente de nuestro disfrute.

Nuevamente tenemos que darnos cuenta que los Tres de la Deidad son uno. Cuando Ellos actúan, lo hacen en unidad el uno con el otro. Si queremos disfrutar al Espíritu Santo, tenemos que amar al Señor Jesús, el Hijo. Nosotros disfrutamos al Espíritu cuando decimos: “Señor Jesús, te amo”. Más aún, cuando le decimos al Señor que lo amamos, Él secretamente nos dará internamente la impresión que debemos obedecer al Espíritu y a honrar al Padre. Él nos guiará a adorar al Padre. El Padre está buscando quienes le adoren en el Hijo y por medio del Espíritu. Al Padre siempre le agrada exaltar al Hijo, al Hijo le agrada honrar al Padre y al Espíritu siempre le agrada testificar por el Hijo con el Padre.

Efesios 2:18 nos dice que si nos acercamos a Dios nuestro Padre, el acceso tiene que ser a través del Hijo redentor y en el Espíritu que guía. Entonces llegaremos hasta el Padre amoroso. Cuando tenemos al Padre, tenemos al Hijo. Cuando tenemos al Hijo con el Padre, tenemos al Espíritu. Por lo tanto, tenemos a los Tres de la Trinidad Divina. Jamás podremos separarlos. La revelación divina de la economía divina nos muestra la Trinidad Divina en todas Sus excelencias, bellezas y virtudes. Estas excelencias, bellezas y virtudes son vistas en la coordinación divina en la Deidad.

TITO 3:4-6

Tito 3:4-6 también revela la Trinidad Divina en el mover divino y en nuestra experiencia. Estos versículos nos hablan de la manifestación de la bondad de Dios nuestro Salvador [Dios el Padre] y de Su amor para con los hombres; esto es, nos hablan de que Dios el Padre nos salvó. Él nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente. Esto se llevó a cabo por medio de Jesucristo [el Hijo] nuestro Salvador. Esta porción de la Palabra habla de Dios nuestro Salvador y de Jesucristo nuestro Salvador. Estos no son dos Salvadores, sino un sólo Salvador en dos aspectos. Dios nuestro Salvador es Jesucristo nuestro Salvador. Nuestra salvación fue llevada a cabo por Dios el Padre, por Dios el Hijo y por Dios el Espíritu. Con respecto a Dios el Padre, se manifestó la bondad y el amor para con los hombres; además, fue el Padre quien, por medio de Jesucristo nuestro Salvador, Dios el Hijo, derramó el Espíritu sobre nosotros abundantemente; después, con respecto al Espíritu, tenemos el lavamiento de la regeneración y la renovación. La salvación del Dios Triuno es una salvación completa, íntegra y cabal. Ésta incluye el perdón de pecados, la redención, la justificación, la reconciliación, la regeneración y la renovación. Esta renovación incluye la santificación de la manera de ser, la transformación, la conformación a Su imagen y la glorificación. Nuestra glorificación será la renovación final y consumada. Todo esto es llevado a cabo por la Trinidad Divina en Su mover divino.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top