Información del libro

Lecciones acerca de la oraciónpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1502-9
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Actualmente disponible en: Capítulo 11 de 20 Sección 2 de 5

I. EL SIGNIFICADO DE PERMANECER EN EL SEÑOR

A. En el Señor

La experiencia de permanecer en el Señor se basa en el hecho de que ya estamos en el Señor. Si alguien no está en el Señor, no hay manera de que permanezca en el Señor. El hecho de estar en el Señor fue algo que se logró hace mucho tiempo. Este logro se puede dividir en dos etapas. Cuando el Señor finalizó la redención en la cruz, nos unió a Sí mismo, poniéndonos en Él. Ésta es la primera etapa. Después, cuando fuimos regenerados, el Espíritu Santo entró en nosotros y nos unió de manera práctica a Cristo, poniéndonos en Él. Ésta es la segunda etapa.

Romanos 6:3 dice que fuimos bautizados en Cristo Jesús. En esto podemos ver que ser bautizados significa ser puestos en Cristo. La frase creer en el Señor, según el texto original griego, debe ser traducida correctamente como “creer hacia adentro del Señor”. En griego, la palabra “en” mencionada en la frase creer en el Señor y la palabra “en” que aparece en la frase bautizados en Cristo son la misma palabra. En Romanos 6 dice: “Bautizados en”, y en Juan 3:16 dice: “En Él cree”. Un versículo nos habla de ser bautizados hacia adentro de Cristo Jesús, y el otro nos habla de creer hacia adentro de Él. En el bautismo uno es bautizado hacia adentro de Cristo, y al creer uno cree hacia adentro de Cristo. Al creer en el Señor, el Espíritu nos introduce completamente en Cristo, y hace que tengamos una unión orgánica con Cristo. Después de esto, en un sentido práctico, llegamos a estar en Cristo. Por tanto, 2 Corintios 5:17 dice que si alguno está en Cristo, nueva creación es. Todo aquel que desea permanecer en Cristo necesita ver el hecho de que ya está en Cristo. Si alguien no ve este hecho, es inútil exhortarle a que permanezca en Cristo. Incluso sería demasiado difícil para él, porque no importa cuánto intente permanecer en Cristo, nunca lo logrará. Pero si esta persona recibe la luz y la revelación de que ya está en Cristo, descubrirá que permanecer en Cristo es un asunto fácil. Se dará cuenta de que no es necesario procurar permanecer en Cristo, porque ya está dentro de Él. Éste es un hecho que ya ha sido logrado por Cristo.

Demos un ejemplo de esto. Supongamos que usted es un miembro de la familia Jones. Desde su nacimiento ha sido miembro de la familia Jones. Como nació en la familia Jones, naturalmente vive con ellos. Pero supongamos que según su conocimiento usted es alguien ajeno a esa familia, pero que insiste en vivir en la casa de los Jones. Eso no sería fácil. Lo primero que usted debe ver es que usted es un miembro de la familia Jones. Éste es un hecho basado en su nacimiento. Por tanto, usted es un miembro de la familia Jones, y lo único que tiene que hacer es reconocer este hecho. Ahora, lo único que se requiere de usted es que permanezca allí viviendo en casa de los Jones. Bajo este mismo principio, si alguien desea permanecer en el Señor, tiene que darse cuenta de un hecho: algo le ha acontecido y que ahora está en Cristo. Antes de ser salvo había nacido en Adán. Pero después de ser salvo, Dios lo sacó de la esfera de Adán y lo introdujo a la esfera de Cristo. El hecho de estar en Cristo es un logro consumado. La preposición en es un término maravilloso.

B. Permanecer en el Señor

La palabra permanecer significa quedarse. Permanecer en el Señor puede ser traducido como quedarse en el Señor. Efesios 3:17 dice que Cristo mora en nuestros corazones por fe. La palabra morar significa hacer su hogar. El hecho de que uno vive en una casa, significa que mora allí. Cuando va a cierto lugar y está allí por diez días, eso implica quedarse allí. La palabra permanecer en la frase que se traduce “permanecer en el Señor” no significa morar ni residir, sino quedarse. Debido a que usted es una persona salva que ya está en el Señor, ahora lo que se requiere de usted es que no se vaya, que se quede en Él.

Por ejemplo, supongamos que usted fue bautizado ayer y que claramente tuvo la sensación de haber sido unido al Señor y de estar en Él. Sin embargo, ayer por la noche un amigo suyo vino e insistió en llevarle a ver una película. Al estar a punto de salir con él, usted detectó que había un problema entre usted y el Señor. Mientras usted consideraba cuál era el problema, su amigo continuó persuadiéndole, y finalmente decidió ir con él. En ese momento, usted sintió que su comunión con el Señor se había interrumpido. Se sintió así porque no permaneció en el Señor. Aunque usted es una persona salva y, por tanto, está en el Señor, en su experiencia quizás no se quede en Él siempre. En su experiencia a veces se sale del Señor, y su comunión con el Señor se interrumpe.

En otro ejemplo, supongamos que usted acaba de ser salvo y que está consciente de estar unido al Señor. Pero algo sucedió hoy que lo provocó a enojarse. Cuando estaba a punto de perder la paciencia, usted sintió que algo en su interior no estaba bien. No obstante, expresó su enojo. Debido a esto, usted percibió en su interior que la comunión con el Señor se había interrumpido. Pareciera que se hubiera salido del Señor. En otras palabras, usted no se quedó en Él.

Quedarse en el Señor es permanecer en Él. Al quedarnos en el Señor, tenemos una comunión continua con Él. Estar en el Señor es un asunto de unión. Y permanecer en el Señor es un asunto de comunión. Esta comunión es posible porque hemos sido introducidos en una unión orgánica con el Señor. Tener una comunión incesante es permanecer, y permanecer es mantener esta comunión.

El tema de la Primera Epístola de Juan es la comunión. El primer capítulo de dicho libro dice que nosotros que tenemos a Cristo como vida, tenemos comunión con Dios. La vida que hemos recibido permite que tengamos comunión con Él. El Evangelio de Juan habla acerca de la vida, y la Primera Epístola de Juan habla acerca de la comunión. El Evangelio de Juan continuamente nos muestra cómo el Señor vino y entró en los hombres a fin de ser su vida y salvarlos. La Primera Epístola de Juan habla de la comunión. Debido a que hemos sido salvos y tenemos a Cristo como nuestra vida, tal vida nos permite tener comunión con Dios. En 1 Juan 1 se habla de la comunión, y el capítulo 2 habla de permanecer en el Señor. El permanecer en el Señor mencionado en el capítulo 2 equivale a la comunión que se menciona en el capítulo 1. ¿Qué significa permanecer en el Señor? Significa tener una comunión continua con el Señor, no salir de esa comunión, y ampliar nuestra unión con Él.


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