Autobiografía de una persona que vive en el espíritu, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-1126-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En este capítulo estudiaremos el quinto y sexto aspecto de una persona que vive en la presencia del Señor, en el Lugar Santísimo. Hemos visto que dicha persona es un cautivo, una carta, un espejo y una cámara. El quinto aspecto de tal persona es ser un embajador, y el sexto, ser un colaborador.
El apóstol Pablo era un embajador de Cristo y, como tal, representaba a la autoridad más elevada. El gobierno de los Estados Unidos envía embajadores a diferentes países, y ellos representan en el exterior al gobierno de los Estados Unidos. Dios es la máxima autoridad de este universo y le dio a Cristo toda potestad en el cielo y en la tierra (Mt. 28:18). Dios nombró a Cristo como Rey de reyes y Señor de señores (1 Ti. 6:15; Ap. 17:14). Jesús es el Cristo, el Señor de todos. El es la máxima autoridad, y por tanto, El necesita que haya algunos embajadores en la tierra que estén capacitados para representarle. Los ministros del Señor no son predicadores ni maestros solamente, sino que han sido investidos con la potestad celestial para representar a la máxima autoridad de todo el universo. Así que, primero tenemos que ser capturados por Cristo, y luego debemos llegar a ser Sus representantes sobre la tierra, a fin de relacionarnos con las naciones terrenales en calidad de embajadores.
Algunos cristianos imprimen tarjetas de presentación, con la frase: “Embajador de Cristo”. Hace muchos años imprimí unas tarjetas que decían: “Witness Lee—Esclavo de Cristo”. En ese tiempo no me atrevía a llamarme embajador de Cristo, pero ahora mi comprensión es más amplia y me doy cuenta de que todos debemos ser embajadores de Cristo en esta tierra. No solamente debemos ser Sus cautivos, sino también embajadores que representen Sus intereses en la tierra. Quizás algunos piensen que esto es demasiado elevado; las hermanas posiblemente se pregunten cómo ellas, siendo vasos débiles, pueden ser embajadores de Cristo que representen a la autoridad más alta de esta tierra. No importa si usted es un hermano o una hermana: todos somos miembros del Cuerpo de Cristo. Cristo es la Cabeza, la máxima autoridad, y nosotros, los miembros de Su Cuerpo, debemos ser Sus representantes, Sus embajadores. No piense que usted es pequeño o demasiado débil, pues ser un embajador no depende de esto; más bien, debemos ser aún más débiles, esto es, débiles en Cristo (2 Co. 13:4).
Pablo, como embajador de Cristo, se daba cuenta de que todo lo que había en él, lo que él era y lo que tenía, era mortal (5:4). Todo lo que está sujeto a muerte es mortal; nuestra sabiduría es mortal, así como también nuestras habilidades. Todo lo que hacemos, y todo lo que somos y poseemos está por morir. Por eso no debemos confiar en lo que somos. Es necesario comprender que somos seres mortales; pero también debemos darnos cuenta de que Dios ha forjado algo eterno en nosotros, algo que nunca morirá sino que perdurará por siempre. Debido a que recibimos al Señor Jesús y El vive en nosotros, poseemos la divinidad, la cual es inmortal. Al final, todo lo que es mortal en nosotros será “absorbido por la vida” (5:4). Nuestra mortalidad será absorbida por la vida divina.
Si deseamos ser embajadores que representan a Cristo en esta tierra, debemos entender claramente que somos mortales, y que todo lo que somos, podemos hacer y tenemos, perecerá. No debemos tener ninguna confianza en nosotros ni vivir por nosotros mismos, sino ver que en nosotros hay una persona, quien es la vida inmortal, la vida divina (Jn. 14:6). Debemos depender de esta vida, y vivir y conducirnos por ella; esta vida nos equipa y nos hace aptos para que seamos embajadores de Cristo. Ni el poder, ni los dones, ni el conocimiento nos capacitan para ser embajadores de Cristo, sino la vida inmortal que está en nosotros. Olvidémonos de nosotros mismos, desechemos lo que podemos hacer y rechacemos lo que somos, y pongamos nuestra confianza en esta vida inmortal, que es el propio Dios en Cristo. Este es el primer requisito para ser equipados como embajadores de Cristo.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.