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EL RECOBRO FINAL DE DIOS

¿En qué consiste el recobro final del Señor? El recobro inicial tuvo lugar en la época de Martín Lutero. ¿En qué consiste el recobro final? ¿Consiste en recobrar la vida comunal? ¿Consiste en recobrar el lavamiento de los pies? La práctica de lavar los pies está en la Biblia, pero ella no es el recobro final del Señor.

El recobro final del Señor es lo mismo que el mover final del Señor. En otras palabras, Él desea recobrar a Cristo, el misterio de Dios, que llega a ser el Espíritu que mora en nosotros a fin de infundir, impartir, al Dios Triuno en el hombre tripartito, de modo que los que hemos creído en Él lleguemos a ser miembros de Su Cuerpo para Su expresión. Este Cuerpo se expresa localmente como el candelero, el cual llega a ser Su testimonio, el testimonio de Jesús.

El mover final de Dios se ha pasado por alto, y ahora el Señor va a recobrar esto. Hace trescientos o cuatrocientos años fueron recobrados algunos asuntos por los puritanos, pero ninguno de ellos fueron tan importantes como lo que vieron Zinzendorf y John Nelson Darby. Los Hermanos de Inglaterra vieron algo muy crucial, pero se centraron en doctrinas, y la letra de la Biblia acabó por matarlos. Lo que el Señor va a recobrar es sencillamente esto: que Cristo, el misterio de Dios, viva en nosotros como el Espíritu y nos haga Sus miembros a fin de que seamos la iglesia, el misterio de Cristo, que es el Cuerpo que lo expresa a Él. Esta expresión es el candelero.

Una vez que el Señor logre recobrar esto, habrá terminado lo que se había propuesto. Es hasta este punto que Dios avanzó cuando Pablo estuvo en la tierra. ¿Cómo podría Él recobrar algo más después de esto? Dios está ahora recobrando este último asunto entre nosotros: Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, haciéndonos a todos Su Cuerpo viviente.

NOS GUARDA DE SER DISTRAÍDOS

Si vemos esto, jamás seremos desviados. Nada nos distraerá. Debido a que he visto el mover final del Señor, he podido permanecer en el recobro por más de medio siglo. He sido guardado, no porque las iglesias siempre hayan sido maravillosas, ni porque los colaboradores siempre hayan sido amables. Lo que me ha sostenido es que he visto el recobro final del Señor, aun desde el primer día que empecé a andar por este camino. En los veinte años que he estado con ustedes, nunca he cambiado de tema. Si el Señor me concede otros veinticinco años, podré acabar el Estudio-vida de toda la Biblia. Entonces verán que todos los mensajes del Estudio-vida hablan del mismo tema: los dos grandes misterios, el misterio de Dios (Cristo) y el misterio de Cristo (la iglesia). Todos ustedes necesitan ver esto. No se preocupen por nada más; antes bien, centren toda su atención en este mover final de Dios.

LA PREPARACIÓN EN CHINA

En los dos siglos pasados Dios envió a los mejores misioneros espirituales a China. Hudson Taylor era uno de ellos; su experiencia de Juan 15 era extraordinaria. Otro misionero era el señor Woodbury, quien alrededor de 1920 estableció una iglesia de la Alianza Cristiana y Misionera en Shanghái. En los años subsiguientes, los buscadores espirituales descubrieron que ésa era la misión más espiritual que había ido a China. Un estudiante de medicina a quien él ayudó fue el doctor Lee, quien llegó a ser una persona espiritual nativa muy sobresaliente. Él conocía la cruz y la vida de resurrección. Luego debemos mencionar a la señorita M. E. Barber, quien fue de mucha ayuda a Watchman Nee. Por medio de ella, llegamos a conocer muy bien los escritos espirituales del Occidente. ¿Cómo podríamos nosotros, que estábamos en un país tan lejano y atrasado, conocer libros espirituales que algunos de ustedes ni siquiera conocen? Fue por medio de estas personas espirituales tan sobresalientes.

En 1927 el hermano Watchman Nee empezó a escribir El hombre espiritual. En este libro él incluye muchas traducciones de los escritos de otros. El hermano Nee mencionó esto en el prefacio de la primera edición en chino. Fue hace más de cincuenta años que el hermano Nee tradujo estos escritos espirituales al chino y los hizo disponibles a nosotros. Ni el hermano Nee ni yo habíamos estado en el mundo occidental, pero por la soberanía del Señor, fuimos a universidades de habla inglés. Así que, leímos en inglés la historia de la iglesia, las biografías y autobiografías de los gigantes espirituales del pasado, y los temas centrales de los grandes escritores.

Cuando Pablo todavía era Saulo, antes de que fuera llamado al ministerio de completar la palabra de Dios, él había sido instruido en el Antiguo Testamento a los pies de Gamaliel (Hch. 22:3). Estoy agradecido por lo que aprendí de los grandes maestros de la Asamblea de los Hermanos sobre el Antiguo Testamento y sobre las profecías. Muchos de los mensajes que he dado sobre el tabernáculo y el arca se basan en sus enseñanzas. Pese a que su enseñanza era impartida simplemente de forma doctrinal, era correcta. Después de todos estos años he ganado algunas experiencias; por eso no me gusta enseñar tipología de una manera doctrinal, sino más bien, aplicar los diferentes tipos a nuestra experiencia. Pero ciertamente les debemos mucho a los maestros de la Asamblea de los Hermanos; hoy estamos sobre sus hombros.

Si tales misioneros no hubiesen sido enviados a China, ¿cómo podríamos haber llegado a ser cristianos? Hace menos de dos siglos la sangre del Cuerpo de Cristo fluyó a China y produjo nuevas células. Ahora ha fluido de regreso al mundo occidental. Lamento mucho tener que decir que debido a su orgullo, muchos cristianos rehúsan recibir lo que ha regresado. Pero gracias al Señor, muchos sí lo han recibido.