Información del libro

Visión intrínseca del Cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1376-6
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 1 de 6 Sección 3 de 4

EL CUERPO DE CRISTO ES EL RESULTADO
DE QUE DIOS, EN SU TRINIDAD DIVINA,
SE IMPARTA Y SE TRANSMITA A NOSOTROS

El título de este primer capítulo declara que el Cuerpo de Cristo es producido al impartirse y transmitirse Dios en nosotros. Si queremos conocer el Cuerpo, debemos experimentar dicha impartición y transmisión. El Cuerpo de Cristo es el fruto o resultado de que Dios, en Su trinidad divina, se imparta y se transmita a nuestro ser. Cuando subí a esta plataforma para hablar, no di un salto, sino que subí tres escalones. Asimismo, Dios se imparte y se transmite a nosotros en Su trinidad divina mediante tres pasos o etapas.

Juan 3:16 es un versículo muy conocido, el cual dice que Dios amó al mundo de tal manera que nos dio a Su Hijo unigénito. A veces me he preguntado por qué este versículo no dice que Dios nos envió a Su Hijo Unigénito, sino que dice que nos lo dio. ¿De que manera nos ha dado Dios a Su Hijo? No le fue posible dárnoslo de una manera sencilla, sino que nos lo dio en Su trinidad divina. Fue en Su trinidad divina —Padre, Hijo y Espíritu— que Dios se impartió en nosotros y nos transmitió todo lo que El es.

Dios se imparte y se transmite a Sí mismo en Su pueblo escogido. Nosotros no sólo somos personas creadas por Dios, sino que también hemos sido escogidos por El. Quizás no sintamos que hemos sido escogidos por Dios, pero Efesios 1:4 afirma que Dios nos escogió antes de la fundación del mundo, y lo hizo para impartirse y transmitirse a Sí mismo en nosotros. Somos el pueblo divino que El escogió, la iglesia, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (vs. 22-23).

De hecho, necesitaríamos diez mensajes para transmitir la carga contenida en el título de este primer capítulo: “La iglesia, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo, es el resultado de que Dios, en Su trinidad divina, se imparta en Su pueblo escogido y se transmita a ellos”. Necesitaríamos muchos mensajes para desarrollar completamente este tema. Sin embargo, confiamos en que la carga del Señor será liberada en el corto tiempo que disponemos. Debemos recordar que Dios, en Su trinidad, se impartió en nuestro ser: primero en el Padre, luego en el Hijo y por último, en el Espíritu.

EL RESULTADO DE QUE DIOS EL PADRE
SE IMPARTA EN NOSOTROS

La iglesia es el resultado de que Dios el Padre imparta Su naturaleza santa en Su pueblo escogido a fin de separarlos del mundo y santificarlos completamente para El. Efesios 1:4 dice que antes de la fundación del mundo, Dios nos escogió para que fuésemos santos, o sea, Dios nos escogió con la meta de hacernos santos. Los chinos tienen su propia opinión acerca de lo que significa ser santos; por ejemplo, según ellos Confucio era santo. Sin embargo, éste no es el concepto bíblico de lo que significa ser santo. La Biblia revela que en todo el universo sólo Dios es santo, y aparte de El, todo es común e impío. Entonces ¿cómo podemos nosotros, que somos gente común, ser santos? ¿Cómo puede un americano común ser santo, si en todo el universo sólo Dios es santo? Usemos el oro como ejemplo. El oro representa la naturaleza divina de Dios. Nosotros somos como el hierro negro, pero el oro es dorado. ¿Cómo puede el hierro negro llegar a ser dorado? Dios puede hacernos santos sólo de una manera: impartiendo Su propio ser, particularmente Su naturaleza divina, en nosotros. A pesar de que somos un pedazo de hierro, el oro ha sido impartido y añadido a nuestro ser. Por lo tanto, somos “hierro dorado”.

Si yo le preguntara: “¿Es usted santo?”, probablemente no se atrevería a decir que sí debido a su condición; por lo tanto, debemos ver lo que significa ser santo. Sólo Dios es santo, así que ser santo significa tener a Dios en nosotros. ¿Tiene usted a Dios? Demos un ejemplo. Un hermano tiene a Dios en él, pero ¿por qué entonces aún discute con su esposa? Esto se debe a que todavía tiene mucho “hierro” y se olvida de que posee una pequeña cantidad de oro. A menudo nos olvidamos de que tenemos oro en nuestro ser.

¿Cómo puede Dios hacernos santos? Impartiéndonos Su naturaleza santa. Antes de que naciéramos, incluso antes de la fundación del mundo, Dios nos escogió para que fuésemos santos y se impartió en nosotros para ser nuestra naturaleza santa. Quizás no entendamos cómo Dios pudo impartir Su naturaleza santa en nosotros desde antes de la fundación del mundo. Para entender esto, me gustaría preguntarles: ¿Cuándo fuimos regenerados? En 1 Pedro 1:3 dice que Dios nos regeneró mediante la resurrección de Jesucristo; es decir, que fuimos regenerados cuando Cristo resucitó. Así es como Dios ve el tiempo. Fuimos hechos santos desde antes de la fundación del mundo, pues fue en ese entonces que Dios se impartió como naturaleza santa en nosotros.

Dios el Padre también nos predestinó para que fuésemos Sus hijos (Ef. 1:5). ¿Cómo podemos nosotros ser Sus hijos? La única manera es que Dios se imparta como vida en nosotros. La iglesia es el fruto de que Dios el Padre imparta Su vida divina en Su pueblo predestinado, para que ellos sean Sus muchos hijos y lo expresen. Dios nos impartió Su vida divina, y de esa manera nacimos como hijos de Dios. Al escogernos, Dios nos impartió Su naturaleza santa, y al predestinarnos, nos impartió Su vida divina. Su naturaleza santa nos hace santos, y Su vida divina nos hace hijos de Dios. Dios nos predestinó para filiación con miras a que fuésemos para alabanza de la gloria de Su gracia, es decir, para la alabanza de Su expresión en gracia (v. 6).

¿Somos santos? Debemos decir sin temor que “sí”. ¿Somos hijos de Dios? Debemos decir “amén”. Decimos esto porque tenemos en nosotros la naturaleza santa de Dios y Su vida divina. Tal comprensión nos causa regocijo: somos santos y somos hijos de Dios, porque Dios el Padre se impartió en nosotros.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top