Cristo como la realidadpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3063-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Consideren la corrupción y la iniquidad características de la situación actual, especialmente en la generación joven. Los jóvenes anhelan ser liberados y ser libres en todo. Quieren ser liberados del yugo de sus padres, del yugo de las escuelas, del yugo de la policía, del yugo del vecindario y también del yugo de la constitución del país. El concepto que tienen es que cuanto más bárbaros sean, más libres son. Ellos no quieren ser restringidos en nada. Pero ¿se han dado cuenta de que este concepto procede de Satanás, la fuente de la iniquidad? Él es la fuente de toda rebelión en contra de la autoridad, debido a que él aborrece el reino de Dios.
Para que Dios tenga un reino en la tierra entre la generación joven, es necesario que un grupo de personas sean redimidas y regeneradas a fin de que puedan tomar la humanidad de Jesús. Por medio de esta humanidad, ellos serán equilibrados en todo. Por ejemplo, no hace mucho estaban de moda las corbatas estrechas, pero ahora están más anchas que nunca. Se asemejan a un gran abanico. ¿No creen que esto es extremo? Claro que las regulaciones externas no son efectivas; pero si tomamos la humanidad de Jesús, yo creo que no caeremos en los extremos. Si tomamos la humanidad del Señor, nunca dejaremos de ser equilibrados. Debemos estar sujetos al gobierno celestial de Dios. Si nos sometemos a este gobierno, aun nuestras corbatas manifestarán nuestra cordura. Nuestros zapatos y nuestra manera de vestir les darán a otros la impresión de que somos personas absolutamente normales, sanas y sensatas. Somos sensatos y equilibrados, y todo tiene una proporción apropiada. Sabemos qué clase de zapatos debemos ponernos; aun sabemos cuánto debemos gastar al ir a comprar zapatos. Seremos muy equilibrados, muy moderados, muy sensatos y muy sanos. Debemos ser capaces de declarar esto a todo el universo. Todos los demonios conocen mucho mejor que nosotros cuál es la verdadera situación. Si hacemos tal declaración, ellos tal vez critiquen nuestro cabello. Nuestro cabello puede ser un indicio de que no somos tan sensatos. Es posible que nos señalen el par de zapatos que compramos la semana pasada. Podemos decir que somos equilibrados, pero tal vez no lo seamos; y sólo estemos siguiendo la tendencia moderna de esta generación maligna, pues cuando ellos usan algo raro, nosotros también lo hacemos. Sólo la gente desequilibrada hace esto. A esto se debe que haya tantos casos de trastornos mentales. Sin embargo, nosotros estamos bajo la cubierta de la sangre prevaleciente del Señor. Por Su gracia vencedora podemos declararle a Satanás con toda confianza que nosotros no somos uno de esos casos mentales y que somos moderados en todo. Sin embargo, esto no se debe a nosotros mismos, sino que se debe a la humanidad de Jesús. Sólo disfrutamos Su humanidad en nuestro andar cotidiano.
El Hijo del Hombre estaba sentado en el trono, no sólo según el libro de Ezequiel, sino también según Daniel 7:13-14: “Miraba yo en la visión de la noche, y vi que con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de Hombre; vino hasta el Anciano de días, y lo hicieron acercarse delante de Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieran; Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará; y Su reino es uno que nunca será destruido”. Daniel vio esta visión en la que el Hijo del Hombre venía hasta el Anciano de días para recibir el reino. Sabemos que éste es Señor Jesús. El Señor Jesús mismo nos dijo del tiempo en que el Hijo del Hombre se sentaría en el trono (Mt. 19:28), y en Juan 5:27 dice que Dios le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. Como hombre Él está calificado para ejecutar el juicio de Dios.
Los versículos de 1 Corintios 6:9-10, Gálatas 5:19-21 y Efesios 5:3-5 nos muestran la humanidad que no es útil para el reino de Dios. Ni siquiera me gusta mencionar todas estas cosas, porque son el lado negativo de las virtudes humanas. Estos versículos nos dicen que si no tenemos las virtudes humanas adecuadas, estamos acabados con respecto al reino de Dios. Si verdaderamente queremos participar en el reino de Dios, debemos tener las virtudes humanas apropiadas. Es imposible tener estas virtudes por nosotros mismos. Pero demos gracias a Dios por Aquel que mora en nuestro espíritu, el cual es el único Hombre apropiado. Este Hombre con todas Sus virtudes humanas apropiadas, está en nosotros para ser nuestra humanidad. En Efesios 5 Pablo dice que no debemos permitir que estas cosas negativas ni aun se nombre entre nosotros, como conviene a santos (v. 3). Debemos darnos cuenta de que somos santos, y como tales somos seres humanos santos. Nuestras bocas no deberían usarse, ni siquiera una sola vez, para decir algo inmundo. Sí, necesitamos esta virtud humana. Nunca debemos mencionar nuestros fracasos sórdidos del pasado. Dios los ha olvidado; así que olvidémoslo nosotros también. Nunca debemos hablar de tales cosas; más bien, debemos decir: “¡Alabado sea el Señor!”, y dar gracias a Dios.
Todas estas virtudes nos muestran que para participar en el reino de Dios necesitamos las virtudes humanas apropiadas, y para tener estas virtudes humanas apropiadas, necesitamos la humanidad de Jesús. Cuando tengamos esta humanidad no sólo estaremos en el reino de Dios, sino que seremos el reino de Dios. La iglesia en Los Ángeles es el reino de Dios en Los Ángeles. Satanás ha estado engañando a la iglesia por muchas generaciones, y lo hace alejando a los cristianos de los asuntos espirituales, o haciéndoles que centren su atención sólo en el aspecto divino de los asuntos espirituales, descuidando así su propia humanidad. Pero el Señor está recobrando la humanidad de Jesús. Éste es otro elemento que el Señor ha recobrado a fin de fortalecer el recobro de la vida de iglesia. Sin la humanidad apropiada, es imposible tener una vida de iglesia local apropiada.
En todas las iglesias locales, la gente debe ver la gloria de Dios expresada en los seres humanos. La manera en que éstos se comportan, se visten, se relacionan entre ellos, y cómo se conducen en su vida familiar y en su andar cotidiano, todo ello debe ser verdaderamente humano y a la vez manifestar la gloria de Dios. Ésta es la vida apropiada de iglesia.
Finalmente, cuando llegamos al final de la Biblia, vemos a los vencedores que reinarán con Cristo por mil años. “Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años” (Ap. 20:4). ¿Cómo fueron calificados para reinar con Cristo todos estos vencedores? Estoy convencido de que fue porque la humanidad de Jesús se forjó en ellos.
Que el Señor nos ayude a entender cuánto necesitamos de Su humanidad. Necesitamos todas las virtudes humanas a fin de avergonzar a Satanás. Cada pequeña área de nuestro andar diario debe conformarse a la humanidad del Señor, quien mora en nuestro espíritu. Si la humanidad del Señor está en desacuerdo con lo que estamos haciendo, debemos decir: “Señor, en cuanto a este asunto nunca estaré en contra de Tu humanidad que está en mi interior. Simplemente renunciaré a ello”. Si hacemos esto, todos tendremos una vida cotidiana apropiada en la humanidad de Jesús. Entonces tendremos una vida apropiada de iglesia, y esta vida de iglesia será hoy el reino de Dios en la tierra. Esto será una verdadera vergüenza para Satanás y una verdadera gloria para Dios.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.